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En un estudio realizado por Inés Celina Moncada Fuentes, magíster en Ciencias-Estadística de la Universidad Nacional de Colombia, se analizaron los accidentes ocurridos durante 2015 con gravedad de lesiones o muertos sobre las vías ocurridos en cada una de las localidades de Bogotá en los 12 meses del año.
El análisis dejó como resultado que, tanto la intensidad como el comportamiento de los casos es diferente en cada mes. Mientras en marzo, agosto y septiembre accidentalidad es mayor, en enero, junio, noviembre y diciembre se presenta una menor intensidad en casi toda la ciudad. Para ello se aplicó la metodología de “patrones puntuales”.
La investigadora explica que “lo primero que hice fue pedirle a la Secretaría Distrital de Movilidad los datos sobre los accidentes de tránsito que ocurrieron en la ciudad en 2015. Con esa información busqué las coordenadas espaciales para ubicarlos, y con mi directora, la profesora Martha Patricia Bohórquez, y el profesor Francisco Javier Rodríguez, establecimos qué región íbamos a analizar; nos decidimos solo por la parte urbana, es decir donde hay vías”.
El estudio de la información se hizo mediante el lenguaje de programación R, que contiene un paquete de análisis espacial de datos con diferentes funciones que le permitieron a la investigadora Moncada analizar la intensidad de los accidentes sobre la ciudad completa, sin tener en cuenta las vías, y hacerlo también solo sobre la red vial.
Por localidades
En el estudio se analizó la intensidad de los accidentes y no el número, ya que por lo general se espera que donde hay más vías y mayor tráfico vehicular ocurran más eventos. Por eso, siempre que se verifica el número de accidentes en las diferentes localidades, Kennedy o Suba tienen mayor accidentalidad, por ser las de mayor extensión en la ciudad y con mayor cantidad de vías.
Por otra parte, la intensidad en las localidades de Los Mártires y Antonio Nariño, dos de las más pequeñas de la ciudad, en todos los meses supera el valor de 1,5 × 10−4 accidentes por metro, es decir que al mes se presenta mínimo un accidente cada 6,7 km, presentando mayor intensidad en septiembre en ambas localidades con un valor de 2 × 10−4 accidentes por metro (un accidente cada 5 km).
En las localidades de Bosa, Usme, Ciudad Bolívar, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe y La Candelaria la intensidad en todos los meses fue cercana a 1 × 10−4 accidentes/metro, es decir que ocurre un accidente cada 10 km. En marzo y julio en la zona de Bosa ubicada en la parte central, hacia el sur de la calle 59 sur, la intensidad se incrementa y se acerca a los 1,5 × 10−4 accidentes/metro.
La localidad de Kennedy, entre la avenida Primero de Mayo y la avenida calle 6, y entre la avenida carrera 68 y la avenida Boyacá –donde se ubica el parque de diversiones Mundo Aventura– siempre tiene una intensidad superior a los 1,5 × 10−4 accidentes/metro, alcanzando una intensidad de 2 × 10−4 accidentes/metro en febrero, abril, agosto y septiembre.
En la localidad de Fontibón la intensidad es variable a lo largo del año. En enero y noviembre tiene un valor cercano a 1 accidente cada 10 km; en febrero, abril, mayo, julio, octubre y diciembre es cercana a los 1,5 × 10−4 accidentes/metro, y en septiembre en casi toda la localidad la intensidad fue de 2 accidentes cada 10 km.
Análisis más preciso
Según la investigadora, estos resultados todavía son teóricos: “hacer el análisis sobre el área a hacerlo sobre la red da resultados totalmente distintos en algunas localidades de Bogotá”, advierte.
Al respecto, menciona que, por ejemplo, “cuando lo hice teniendo en cuenta el área completa me decía que la mayor intensidad de accidentes era en la localidad de Los Mártires y en Fontibón no había un gran cúmulo de accidentes, mientras que al hacerlo sobre la red de vías se llegó a que Fontibón es una localidad con una alta intensidad de accidentes”.
Esto puede obedecer a que en Fontibón se encuentra el Aeropuerto Internacional El Dorado, zona que no tiene vías, y para la estimación de la intensidad sobre el área completa se tiene en cuenta este espacio, lo que hace que el valor de la intensidad se ubique en los valores más bajos.
Estos estudios pretenden convertirse en una herramienta para establecer las situaciones que propician la accidentalidad en las diferentes zonas de la ciudad.