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Cuando la ciudad no se repone del atentado del centro comercial Andino, registrado el pasado 17 de junio, en los juzgados especializados de Bogotá se realizó este jueves la audiencia de acusación en contra de Mateo Gutiérrez León, el estudiante de sociología de la Universidad Nacional, señalado por las autoridades de participar en una seguidilla de atentados en Bogotá en 2015.
A pesar de que la Fiscalía asegura tener evidencias para buscar la condena contra el universitario por los delitos de terrorismo, concierto para delinquir, hurto y porte de artefactos explosivos, sus familiares y amigos que se manifestaron frente a los despachos judiciales reiteraron que se trata de “un falso positivo judicial”, entre otras razones, porque su captura se produjo en febrero pasado, tres días después del atentado en La Macarena, “con el afán de presentar resultados ante la opinión”. Indicaron, a su vez, que "hechos como estos buscan estigmatizar a la universidad pública". (LEA: Dudas rodean detención de universitario)
Antes de la diligencia, la defensa de Gutiérrez León interpuso la nulidad de la acusación al considerar que el documento “contenía hechos diferentes a los de la imputación” y cuestionó que en las audiencias preliminares se haya aceptado el delito de terrorismo. No obstante, la Fiscalía aseguró que “no tiene que acabarse con bienes y personas para que se trate de hechos de terrorismo”.
El despacho acogió los argumentos del ente acusador y del Ministerio Público y decidió continuar con la diligencia, en la cual se inició el descubrimiento de las pruebas
La acusación contra el universitario
El documento radicado, conocido por este diario, hace una relación de ocho casos, registrados entre 2015 y enero de 2017, periodo en el cual fueron instalados artefactos explosivos en distintos puntos de Bogotá. El nombre de Gutiérrez León, sin embargo, se menciona solo dos veces.
El primero de ellos es del ocho de abril de 2015, día en el que fue encontrada una bandera color amarillo con azul con una estrella roja -alusiva al Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP)- colgada en una casa de la carrera cuarta con calle 12B. Allí también fue encontrado un “objeto cilíndrico” con “25 gramos de una sustancia polvorienta gris, batería de nueve voltios y sin sistema de activación”.
Cinco meses después, el 18 de septiembre, en un apartamento de un edificio ubicado en la carrera décima con calle 18, explotó un artefacto improvisado, “que fuera colocado por tres personas: una mujer embarazada y dos hombres jóvenes”, quienes aprovecharon que el inmueble era ofrecido en arrendamiento para ingresar con el hijo de la propietaria, un mejor de edad. “Al interior del inmueble, lo amarran de pies y manos, lo amenazan con un arma de fuego tipo pistola y con corto punzante, arman el artefacto explosivo, lo activan y abandonan el inmueble dejando a su víctima indefensa, hurtándole además su teléfono celular”.
Minutos después explotó el artefacto improvisado y, cuando llegaron las autoridades, encontraron panfletos con la bandera alusiva al MRP. Posteriormente, el menor de edad víctima de estas conductas al parecer reconoció a Mateo Gutiérrez como uno de los hombres que participó en el hecho.
Luego de una hora, en una oficina de la carrera 16ª con calle 76, explotó otro artefacto improvisado. Según el documento, fue puesto por dos hombres y una mujer recurrieron que a la misma modalidad: aprovecharon que el local era ofrecido en arriendo por un hombre de 82 años para ingresar a verlo. Los desconocidos lo amarraron de pies y manos, le pusieron un esparadrapo en la boca y armaron los artefactos explosivos, los activaron y los abandonaron. Se trataba de una bomba panfletaria, tras cuya explosión se hallaron hojas relativas al MRP.
En la acusación se pusieron de presente, además, otros episodios similares. “El 23 de agosto de 2016, personas desconocidas abandonaron dentro de las instalaciones EPS Cafesalud y Salud Total (…) tres artefactos explosivos improvisados, que fueron instalados en los baños públicos”, en donde dejaron unos panfletos con las mismas características.
La Fiscalía también incluyó la instalación de bombas panfletarias frente a dos entidades bancarias (31 de agosto de 2016); a las afueras de Capital Salud (3 de diciembre de 2016); en la entrada de la Dian (21 de diciembre de 2016); y en un edificio residencial de la localidad de Santa Fe (18 de enero de 2017). En este último hecho, los desconocidos amordazaron a un hombre y activaron el artefacto que tenía el mismo material alusivo a ese movimiento.
Por otra parte, el ente investigador afirmó que Gutiérrez León “fue encontrado con un paquete de panfletos que estaba distribuyendo” en la Plaza de Bolívar durante la Marcha por la Paz, el 12 de octubre de 2016. “Panfletos iguales a los encontrados en cada uno de los eventos de artefacto explosivo improvisado que se presentaron en el periodo aquí reseñado (sic)”.
“Hay una violación de los derechos”
Para Eduardo Matyas, abogado de Gutiérrez León, se vulneraron los derechos de su defendido. “La imputación se formuló por unos hechos puntuales, acaecidos el 18 de septiembre de 2015, y hoy el fiscal lo ha acusado por hechos anteriores y posteriores a los de esa fecha y eso es una violación al debido proceso y al derecho a la defensa”, indicó el jurista, quien pertenece al Comité de solidaridad con los presos políticos.
Además, indicó que a la diligencia debió asistir el apoderado de las víctimas, particularmente el del menor de edad que asegura haber reconocido a Gutiérrez León como una de las personas que participó en los hechos ocurridos el 18 de septiembre de 2015. No obstante, durante la diligencia, la Fiscalía aseguró que “nunca ha estado interesado en intervenir”.
Para agosto está prevista la audiencia preparatoria de juicio, en la que se decretarán las pruebas que se practicarán durante la etapa de juicio oral. Mateo Gutiérrez León, de 20 años, permanece detenido en la cárcel Modelo de Bogotá.