:format(jpeg)/www.elespectador.comhttp://thumbor-prod-us-east-1.photo.aws.arc.pub/-t-_E191qSfJokn7_4USE0ryFhg=/arc-anglerfish-arc2-prod-elespectador/public/IUNWVBGCABCQHJAAS5MCAHTZQM.jpg)
Un estudio reciente de la compañía Andina de seguridad, especializada en vigilancia integral en centros comerciales, señala que, en lo que va de 2013, se han denunciado 244 casos de hurto por escopolamina, 250 robos utilizando el método de cosquilleo y cerca de 500 casos de fleteo en centros comerciales. De acuerdo con la entidad, esto demuestra un aumento con respecto a las denuncias realizadas en 2012. En cuanto a cosquilleo, la entidad reportó 200 hurtos, la misma cifra que se presentó en robos por escopolamina el año pasado. En relación al fleteo, la empresa señala que no ha sido posible realizar el comparativo con 2012 por "ausencia de cifras verificables".
Mónica Ospina, directora comercial de Compañía Andina de Seguridad, señala que "las bandas de fleteo en los centros comerciales están funcionando así: cinco o 10 personas se encargan de realizar el robo. Ingresan a un banco, como si fueran a hacer una transacción común e identifican a una persona que esté retirando altas sumas de dinero. Es toda una cadena: uno la identifica, el otro la sigue y otro la aborda. Llegar a los cabecillas es muy complicado, más cuando se mezclan entre las personas del común que visitan los centros comerciales”.
El cosquilleo, cuenta Ospina, se presenta cuando "hay afluencia masiva en los centros comerciales. Los ladrones se camuflan de civil y sigilosamente le meten la mano en el bolsillo a las personas, retirándole usualmente el celular o la billetera". Sobre la escopolamina, la compañía de seguridad ha concluido que esta modalidad se presenta sobre todo en la noche. En este caso, según la entidad, el 72% de las víctimas son hombres.
En cuanto a las medidas de seguridad, Ospina recomienda que las personas sean más cautelosas y pidan acompañamiento de la Policía. "Es difícil determinar cuáles personas que realizan estos robos, porque generalmente están muy bien vestidos. Lo fundamental es el autocuidado. Si las personas tienen alguna duda o perciben algún comportamiento extraño, es necesario que se lo comuniquen inmediatamente al personal de seguridad".
Durante el mes de agosto, por ejemplo, 200 locales del centro comercial Plaza de Américas anunciaron descuentos. La afluencia pasó, en promedio, de 30 mil a 60 mil personas diarias. Esto, que generó beneficios económicos para el centro comercial, fue al mismo tiempo un dolor de cabeza para el personal de seguridad del lugar. De acuerdo con Jefferson Lozada, director de seguridad de Plaza de las Américas, "fue necesario incorporar personas de civil para que vigilaran a los ladrones que quieren robar utilizando métodos como el cosquilleo o la escopolamina". Lozada coincide con Ospina, y le recomienda a los ciudadanos mayor prevención en estos casos: "Ponerle una cámara o un vigilante a cada uno de los visitantes es muy difícil. Claro que tenemos monitores en diferentes áreas, pero es importante que los visitantes verifiquen sus pertenencias y alerten cuanto antes a la Policía si detectan algún movimiento extraño".
Por esta misma situación han tenido que pasar cerca de 150 centros comerciales asentados en la ciudad. Al respecto, Ospina dice que "no se puede decir que roban más en un centro comercial que otro. Tanto en el sur como en el norte operan estas bandas de ladrones".