Su caso ocurrió en el conjunto Palos Verdes, ubicado en el Barrio Santa Bárbara, al norte de Bogotá. Ese día ella se encontraba en su apartamento, cuando el vigilante del edificio le comunicó a través del citófono que alguien la necesitaban en portería. Natalia bajó y, cuando salió, un sujeto le arrojó ácido en el rostro.
Las consecuencias: quemaduras en el rostro, cuello, abdomen y parte de las piernas. Ponce tiene afectado el 25% de su cuerpo por quemaduras de segundo y tercer grados y está internada en el hospital Simón Bolívar, donde le han realizado dos cirugías.
El pasado domingo sus amigos y familiares crearon en Facebook el grupo “Todos con Natalia Ponce de León”, en el que manifestaban su indignación por el ataque y convocan a los seguidores a realizar una investigación sobre cuáles son los mejores tratamientos para su recuperación y para la reconstrucción de su cara y cuerpo.
El grupo ya cuenta con más de siete mil 'me gusta' y ahora la librería “La Madriguera del Conejo” se unió a la iniciativa aportando un porcentaje del dinero de las ventas que realice este sábado. De igual forma, hará una subasta de obras donadas por varios artistas.
Sus amigos van a abrir una cuenta para apoyar a Natalia. Y es que el tratamiento que debe enfrentar ahora implica pagar al menos, por cada cirugía, casi $1’250.000. De acuerdo con médicos expertos, en su caso es posible que se requieran de varios años y múltiples intervenciones para hacer una reconstrucción.
La médica Lina María Triana Lloreda, presidenta de la Sociedad Colombiana de Cirugía Plástica, Estética y Reconstructiva, le dijo a El Espectador que en este caso hay quemaduras profundas, lo que hará que la recuperación sea larga. “Lo primero que se deben hacer son curaciones, para ver qué tan profunda es la quemadura, luego hay que rellenar el espacio en el tejido y posteriormente hacer un injerto con la piel de la misma paciente”. Esto con el fin de disminuir el área afectada. Y luego sí hacer cirugías reconstructivas, detalladas.
A la joven empresaria desde la semana pasada le cambió la vida, al convertirse en una víctima más incluida en la larga lista de mujeres atacadas con ácidos que, según el Instituto Nacional de Medicina Legal, llega a 926 en los últimos nueve años.