Una verdadera batalla campal se vivió en la noche del viernes, cuando un grupo de taxistas agredió a varios conductores de Uber y vehículos de transporte especial, que circulaban por las calle 85 y 93 en el norte de Bogotá. (Lea: Lo que significa el cambio de pago de Uber y lo que implica para los taxis)
No obstante que los taxistas han justificado sus reclamos y forma de protestar, en las redes sociales circulan criticas y videos en los que se observa como, a los golpes, un usuario de una empresa de servicio especial de transportes fue obligado a bajarse del vehículo blanco.
El vocero de los taxistas, Hugo Ospina, reveló que los enfrentamientos se presentaron cuando los conductores “pararon varios carros de Uber a bajar a los pasajeros. Uno de ellos se puso furioso y se agarró a golpes y puños con los taxistas”, dijo.
Ospina anunció además que en la noche de este sábado “será peor” porque los taxistas se están citando en exclusivos sectores de la capital para continuar con su “ofensiva” contra Uber.
Según Ospina el descontento en el gremio de los taxistas se intensificó, luego de que Uber anunciara, el viernes, que los servicios tomados a través de la plataforma en Colombia podrán ser pagados con efectivo a partir del 5 de agosto, ya que la competencia entre taxis y la plataforma ya no sólo sería en el mismo mercado, sino por los mismos usuarios.
La empresa aclaró que el pago en efectivo es parte de un plan piloto en el cual sólo algunos usuarios en Colombia, seleccionados aleatoriamente, podrán acceder a esa posibilidad.
“Queremos analizar cómo responden los usuarios y los conductores a esta nueva posibilidad. La idea es darle más opciones de pago a la gente para que más personas puedan acceder al servicio”, dijo Adriana Garzón, portavoz de la compañía en Colombia.
En otras palabras, lo que Uber quiere, evidentemente, es expandir su base de usuarios más allá del umbral de la tarjeta de crédito, un producto al que accede menos del 30 % de los colombianos, según cifras de la misma empresa. Para 2013, por ejemplo, Asobancaria reportó que apenas 6,6 millones de ciudadanos poseían tarjetas de crédito.