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Guillermo A. Jaramillo dice que la reapertura del San Juan de Dios está demorada

El secretario de Salud revela que el 50% de los hospitales de la ciudad está en crisis. También anuncia inversiones en infraestructura en el Santa Clara y el Simón Bolívar.

Juan Camilo Maldonado T.
23 de enero de 2012 - 10:36 p. m.

Lleva tres semanas recorriendo los hospitales del Distrito. Se dio cuenta de los atrasos del hospital El Tintal y decidió multar a sus constructores. Supo de las irregularidades en el manejo de las ambulancias de la ciudad y convocó a una audiencia pública de víctimas de este servicios, que se llevará a cabo hoy. Anunció que acabará con el engorde burocrático de la Secretaría de Salud. Quiere reformar las roscas de nombramiento de gerentes de los hospitales.

De todos los secretarios de la administración Petro, el cirujano Guillermo Alfonso Jaramillo es quien, hasta el momento, parece haber asumido con mayor brío la necesidad de denunciar lo que venía ocurriendo en el Distrito y tomar las medidas pertinentes para corregir el rumbo.

En medio de una apretada agenda, que comienza a las 5:00 a.m. y termina a las 11:00 p.m., el nuevo secretario reveló que el sistema distrital de salud está a punto de colapsar y anunció algunas medidas para evitar que eso pase.

¿Cuál es la situación financiera de los hospitales hoy?

La mitad de los hospitales están en semáforo en rojo, sus finanzas están deterioradas. Necesitamos conectarnos en red, pues la mayoría de hospitales tienen diferentes sistemas y eso nos impide trabajar adecuadamente. Ni siquiera tenemos historia clínica única, cuando en la mayoría de instituciones importantes todo está digitalizado. Fuera de eso, necesitamos un esquema de costos, pues hoy no sabemos cuánto nos cuestan las atenciones.

Usted anunció que se acabará la “contratitis” en el Distrito. ¿A qué se debe la medida?

Estamos siendo ineficientes. En tres años se ha pasado a un sistema en donde la producción ha sido del 4%, los gastos se aumentaron en un 35% y la vinculación de personal se subió al 50%. Necesitamos hospitales con suficiente infraestructura y equipamiento, con profesionales idóneos, que entiendan que es en un hospital donde hay que tener más amor, cariño y humanidad. Pero con la mitad de los hospitales en bombillo rojo tenemos una crisis hospitalaria que puede reventar todo el sistema de salud pública.

¿Cómo funcionan las “nóminas paralelas”?

Mire el hospital de Engativá. El 80% del personal es administrativo y sólo el 20% son asistenciales. ¿Cómo puede funcionar así? Manteniendo una nómina paralela, que sea muy liviana, con sueldos muy bajos.

¿Esto pasa en todos lados?

En unos más y otros menos, pero fue general.

¿Qué fallas institucionales permitieron que los hospitales se convirtieran en fortines políticos?

Se antepuso el interés político a los intereses de la ciudadanía.

¿Así que el barco estaba bien? ¿Fue problema de su timonel?

La estructura puede estar débil. Pero si el capitán hubiera dado las órdenes correctas, el barco hubiera funcionado.

Luego de multar a Julio Gómez por retrasos en la construcción del hospital de El Tintal, ¿qué peleas le hace falta por dar con respecto al carrusel de la salud?

Hemos solicitado toda la información de los contratos del hospital de Meissen. Hay otras obras en las localidades que vamos a vigilar, pues allí es donde se han formado los pequeños carteles de la contratación. Entre ellas, una obra de intervención de centros de salud del hospital Rafael Uribe Uribe, de $500 millones, a la que, inexplicablemente, le añadieron $173 millones.

¿Qué obras están programadas?

Por ahora, se construirán los hospitales de Usme y Bosa, que ya tienen terreno adquirido.

¿Qué se va a hacer en el lote de Bolonia que adquirió la gerencia de Usme?

Una ciudadela que va a atender a los niños maltratados, con problemas mentales, y a población con problemas de salud mental.

¿Eso se va a incluir en el Plan de Desarrollo o es tan sólo una idea?

Estamos proyectándolo en un plan decenal de salud.

¿Y ese plan que incluirá?

Queremos que los hospitales de tercer nivel se conviertan en cuarto nivel. Vamos a construir la segunda torre del Simón Bolívar para que se convierta en un centro internacional de atención a quemados. La clínica Fray Bartolomé la vamos a volver el centro de urgencia y trauma para el norte de la ciudad, y en el Santa Clara construiremos otra torre y lo convertiremos en un centro especializado en cirugía pediátrica cardiaca.

¿Y el San Juan de Dios?

Le construiremos otra torre. Pero el San Juan de Dios es un caso complicado, al que hay que irle trabajando.

¿La idea es modernizar lo existente y no buscar nuevos lotes?

La idea es que los hospitales actuales se vuelvan unos hospitales de lujo, para que puedan canalizar a los particulares y así generar recursos para atender a los que no los tienen.

Por Juan Camilo Maldonado T.

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