Este miércoles 1 de febrero comenzó la restricción al porte de armas en Bogotá y Cundinamarca. La medida regirá hasta el próximo 1 de mayo y quienes la incumplan pagarán hasta cuatro años de cárcel.
La idea es reducir las estadísticas de las muertes violentas en la Capital de la República. Durante estos tres meses las autoridades congregadas en el Consejo de Seguridad harán un pormenorizado seguimiento de la medida, sus alcances y el impacto que genera esta decisión.
Solamente el pie de fuerza del Estado, los organismos de vigilancia privada y las personas que cuenten con un permiso especial, que continuará otorgando la XIII Brigada del Ejército con sede en Bogotá, serán los únicos autorizados para portar armas en la capital. Las autoridades distritales crearon un comité especial que se encargará de evaluar los requisitos y la metodología para la entrega de estos permisos especiales de porte de armas.
De los 2.632 homicidios que se cometieron en Bogotá durante 2011, 1.016 se llevaron a cabo con armas de fuego (sin conocer al momento si su procedencia era legal o ilegal) y 551 con armas blancas.
El gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, informó que 115 de los 116 alcaldes del departamento aprobaron la medida que prohíbe el porte de armas.
Las autoridades de Cundinamarca coinciden en que la seguridad debe ser regional y no sólo local para mostrar resultados positivos en esta materia. Se adelantarán consejos de seguridad entre Bogotá y Cundinamarca cada dos meses o cuando la situación lo amerite para evaluar la medida.
El año pasado fueron devueltas voluntariamente 1.699 armas legales y en jornadas especiales como en la ciudad de Bogotá fueron recibidas 700 armas ilegales que fueron enviadas a fundición.