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Investigan posible contaminación en quebrada de La Calera

La CAR toma muestras en un afluente que surte dos acueductos veredales, luego de la intoxicación que dejó un campesino muerto.

Redacción Bogotá
20 de mayo de 2016 - 04:25 a. m.
 Personal de la CAR toma muestras en fuentes hídricas de La Calera. / Cortesía CAR
Personal de la CAR toma muestras en fuentes hídricas de La Calera. / Cortesía CAR

La quebrada Ajizal, que surte los acueductos veredales de San José del Triunfo y Pozo la Nutria, en La Calera, es el foco de las investigaciones luego de la intoxicación con químicos que sufrieron el miércoles cuatro campesinos, uno de los cuales murió.

La Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) informó ayer que dicha quebrada pasa cerca del cultivo de papa en el que los labriegos mezclaron agroquímicos “sin protección alguna” y “contaminaron todo a su alrededor”. Por lo tanto, solicitó que fueran selladas las bocatomas aguas abajo. Ambos acueductos veredales surten aproximadamente a 100 habitantes, indicó Luisa Camacho, concejal de La Calera.

Lo que sigue es analizar las muestras tomadas en la fuente hídrica con el fin de determinar el nivel de afectación, y “si hay más presencia de compuestos tóxicos en la zona que puedan poner en riesgo la salud de la comunidad” que toma el agua de ese afluente.

Una vez se intoxicaron, los campesinos fueron llevados en una camioneta hasta la Clínica Esimed, de La Calera, adonde llegaron a las 11:30 de la mañana del miércoles. Allí corroboraron que uno ya estaba sin vida. A los demás, una vez les dieron atención prioritaria, los trasladaron a la Fundación Santa Fe y el Hospital Santa Clara, en Bogotá. Sin embargo, en la Clínica los efectos de los químicos también intoxicaron a 19 auxiliares, médicos y pacientes. Esto obligó al cierre temporal del centro asistencial.

Conocido el caso, el gobernador de Cundinamarca, Jorge Emilio Rey, decretó la alerta sanitaria no sólo en La Calera, sino en Sopó y Tocancipá, debido a la posible contaminación de quebradas que surten de agua esos municipios. Ayer, no obstante, calmó las aguas al anunciar que no había riesgo. Al tiempo, en la Clínica Esimed continuaban las labores de limpieza y desinfección para volver a prestar el servicio con normalidad.

La concejal Camacho recuerda que, a pesar de la lamentable muerte de una persona en hechos que aún son objeto de investigación, esto sirve para recordar que los habitantes de la zona (vereda San Rafael) están inconformes con la proliferación de cultivos de papa y zanahoria. La razón, agrega, “esa zona, que es la parte alta de los cerros, es reserva. De entrada, no tiene por qué haber un cultivo de papa. Las veedurías ambientales llevan denunciando eso desde hace cerca de 10 años. Es una tragedia lo que ocurrió, por supuesto, pero al tiempo voltea los ojos sobre un sitio donde no tienen que llevarse a cabo esas prácticas”.

Por lo pronto, las muestras que está tomando la CAR serán analizadas en su laboratorio ambiental. Lo que sí ha informado la entidad es que la intoxicación se produjo con pesticidas, particularmente con una mezcla de sustancias conocidas como dithane, curaxil m8, curzate y pegal.

Por Redacción Bogotá

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