Javier Suárez: ‘concejal del deporte’

Javier Suárez.

¿Cuál es la propuesta principal por la que quiere que lo reconozcan?

Seré el concejal del deporte, de la bicicleta, de la cultura y de las nuevas ciudadanías

¿De ser elegido, qué proyecto de acuerdo propondría para la ciudad?

El primero sería la modificación del reglamento del Concejo de Bogotá, para eliminar el ausentismo y la baja productividad de esa Corporación. Promoveré una exención del ICA destinada a construir escenarios deportivos y un acuerdo para la política pública de movilidad limpia (peatón, ciclousuario)

¿A qué tema le haría un control político en el Concejo?

A todos los relacionados con la construcción de una ciudad libre y del buen vivir, en una perspectiva de una ciudad moderna: deporte, cultura, movilidad limpia, espacio público, ambiente y finanzas.

¿Apoya o no las corridas de toros en Bogotá?

No. Siendo director del IDRD promoví y apoyé todas las manifestaciones en contra de esa práctica o cualquier maltrato animal y no autoricé circos con animales. La tortura animal no es arte ni cultura.

¿Respalda el proceso de paz con la subversión?

Sí. La paz siempre es el camino. La memoria y la reparación deben ser garantizadas para no volver al conflicto armado interno

¿Ha tenido alguna investigación disciplinaria o penal? De ser así, explique por qué.

Como director del IDRD, tuve investigaciones disciplinarias, dentro de la labor que cumplen los órganos de control con todos los funcionarios públicos. Investigaciones penales, ninguna.

¿Promovería consulta popular para más días sin carro?

Sí. Justamente creo que el proceso debe ser concertado y por consulta a los Bogotanos, y que avancemos a mas días sin carro

¿Respaldaría la continuidad de los Centros de Atención Médica A Drogadictos (CAMAD)?

Sí. El enfoque debe ser el de un tratamiento médico a los adictos, no el enfoque penal.

¿Le suena la creación de vivienda social en los márgenes de la ciudad o en zonas centrales?

En las dos. El problema más que en dónde es las garantías dotacionales, de servicios y de espacio público, que permita calidad de vida. Sin embargo, Bogotá debe avanzar en la mezcla de clases y no en seguirse desarrollando como una ciudad segregada y segregadora.