La venta de flores en Bogotá es una tradición familiar

Hoy, en la celebración del Día de la Mujer, en la plaza de mercado de Paloquemao se venden aproximadamente 20.000 paquetes de flores. Las rosas son las más apetecidas para esta época.

Karen Rojas Gaitán
08 de marzo de 2017 - 08:02 p. m.
La venta de flores en Bogotá es una tradición familiar
Foto: GUSTAVO TORRIJOS

Mientras la ciudad duerme, a la 1:00 de la mañana los vendedores de flores de la Plaza de Mercado de Paloquemao Comerpal, en Bogotá, se alistan para comenzar sus labores. El frío y la oscuridad son sus fieles acompañantes. Este trabajo ha pasado de generación en generación, lo que ha permitido que se mantenga y crezca. (Vea el video: ¿Por qué paramos las mujeres?)

Cuando comenzó este comercio en Bogotá, en 1946, se desarrollaba en la Plaza España. En ese lugar inició la tradición de venta de más de 1.600 variedades de flor que crecen en suelo colombiano. En ese entonces, los vendedores se ubicaban en los costados y tenían puestos fijos. En 1972, los comerciantes fueron traslados a la plaza de Paloquemao, ubicada actualmente, cerca del ferrocarril de la Avenida 19.

Algunas de las personas que vieron nacer la venta de flores en la ciudad se han retirado por su edad y otros ya murieron, pero su legado no se fue con ellos: continuó con las generaciones siguientes. Ese es el caso de un par de hermanas, Yuli y Lorena Zuluaga, quienes ahora trabajan en la plaza, siguiendo con la tradición de su abuela y su padre.

Ya llevamos trabajando 10 años, pero este negocio es la herencia de mis padres, porque ellos llevan en este lugar toda la vida. Y cuando estábamos pequeñas nos traían y ayudábamos”, cuenta Yuli Zuluaga, vendedora de cartuchos en Paloquemao.

Según cifras de Comerpal, en el sector de las flores hay más de 800 vendedores, algunos de ellos son floricultores y otros compradores de las plantas en cultivos de la Sabana de Bogotá, Medellín y Cali.

En la plaza no solo están los que tienen puestos fijos, también hay un grupo de revendedores que compran las flores que están en promoción y luego se ubican en diversas partes de Paloquemao a venderlas.

El padre de Yuli y Lorena, Fernando Zuluaga, antes de dedicarse al negocio de las flores hizo de todo. Fue contratista de floristerías, conductor y hasta tuvo una fábrica de colchones y vendió otro tipo de productos.  “Conocí este negocio porque unos familiares trabajaban aquí, incluyendo a mi suegra, entonces decidí comenzar con esto y aquí sigo”, cuenta el hombre que ya lleva 35 años en este negocio.

Tanto Fernando Zuluaga como sus dos hijas trabajan de martes a domingo desde 4:00 de la mañana hasta las 11:00, tiempo en que están expuestos al sol y al agua, porque la comercialización de flores se realiza desde hace más de 20 años en los parqueaderos de este concurrido lugar. Allí los vendedores ubican sus carpas o en su defecto toldos de plástico de mínimo cinco metros para cubrirse junto a sus plantas.

Los comerciantes aseguran que en promedio llegan diariamente 10.000 paquetes de flores de todo tipo, desde las más exóticas, como el ave de paraíso, hasta las más comunes, como los claveles o las rosas. En las temporadas, es decir, el Día de Madre, de la Mujer y Amor y Amistad, esa cantidad se dobla,sobre todo se incrementa la cantidad de rosas.

La familia Zuluaga, que conoce bien el mercado, asegura que mantenerse en la venta de las flores es un trabajo arduo. “Aprender a manejar este negocio no es fácil, aquí llega gente con plata que se queda sin nada. Y otros que llegan sin dinero, pero consiguen muchas cosas, lo importante es la constancia”, explicó Fernando Zuluaga.

Esta familia también es cultivadora de cartuchos. “Las flores le van diciendo a uno lo que necesitan, ellas hablan. Cada día vamos aprendiendo cómo tratarlas”, agregó Lorena Zuluaga.

Colombia es reconocido por ser uno de los países productores de todo tipo de variedades de flores. En lo corrido del año se han exportado 500 millones de tallos de flores a Estados Unidos, según cifras de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores). Aunque no toda la producción de flores se exporta, un 20% se queda en el territorio y este es vendido en su mayoría en la plaza de Paloquemao.

En la tradición familiar que se ha convertido la venta de las flores, también están los compradores, quienes son fundamentales para que este negocio continúe vivo. Ese es el caso de Gibiola Barbosa, que se ha dedicado a la compra y envió de flores  a otras ciudades del país desde hace 20 años. Ella, al igual que la familia Zuluaga, conoce el negocio porque toda su familia se dedica a la venta. 

“Mi familia siempre ha trabajado con floristerías y me quedé en este negocio porque me gusta mucho la naturaleza y con este trabajo tengo una relación directa con las flores”, expresó Gibiola Barbosa.

En las fechas especiales los envíos de flores hacia otras partes del territorio aumentan. Se envían más de 80 cajas de flores, cuando en un día normal mandan solo 30.

La venta de flores, al igual que otros oficios en Colombia, se ha mantenido por la tradición familiar. Además, es un negocio del que viven no solo los vendedores, sino también los locales de comida, que abren los comerciantes de flores.

 

Por Karen Rojas Gaitán

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