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En los grandes centros comerciales también habría viviendas

Dependiendo del área, estas construcciones tendrían que incluir un 35% del total para uso residencial. Fenalco señala que es preocupante y generaría sobrecostos en el mercado.

Verónica Téllez
20 de mayo de 2013 - 08:47 p. m.

Uno de los planes del Distrito con la modificación al Plan de Ordenamiento Territorial es cambiar el modelo de construcción que hasta el momento han tenido los centros comerciales en la ciudad y el país. La idea de la administración es obligar a los constructores de estos proyectos a destinar una parte para la edificación de viviendas.

El artículo incluido en el proyecto que desde hace dos semanas radicó el Distrito en el Concejo, indica que “en proyectos con uso de comercio y servicios cuya área total construida sea mayor a 10,000 m2, será obligatorio que el uso residencial se garantice en una proporción mínima del 35% del área total construida”.

Según Armando Lozano, director de norma urbana de la secretaría de Planeación, hasta el momento los constructores sólo pueden hacer centros comerciales pero sin la posibilidad de incluir torres de oficinas o residenciales. “De hecho en su momento los encargados del Centro Comercial Santa Fe, al norte de la ciudad, quisieron realizar allí mismo edificios con oficinas y no pudieron porque la norma no lo permite”.

¿Cómo sería un gran centro comercial a la luz de esta norma? La idea sería que si una de estas construcciones se va a realizar en un área de 243.000 metros cuadrados (como la que ocupa el Centro Comercial Calima, de la carrera 30 con calle 19) tendría que garantizar que al menos 85.050 metros cuadrados serán de uso residencial. La entrada a las viviendas podría quedar dentro del mismo proyecto o fuera de él, pues detalles de este tipo son asuntos que el Distrito deja en manos del empresario.

Además, de tener viviendas en un centro comercial, otra de las opciones que tienen los constructores es localizar oficinas, una sede universitaria o una iglesia, según explicó Lozano a El Espectador. Estos elementos, a diferencia de la vivienda, no son obligatorios pero es una de las estrategias con las que la administración espera consolidar la mezcla de usos en la capital.

Aunque el Distrito ve en esta norma la oportunidad para que la ciudad comience a tener un comercio 24 horas y con ello una vida nocturna, para algunos gremios resulta un horror.

Juan Esteban Orrego, director de Fenalco Bogotá, asegura que se trata de una propuesta preocupante. “Si tienes un centro comercial hay un horario específico de funcionamiento, pero las torres de vivienda tendrían horario las 24 horas y habría que pagar dos administraciones distintas. Aunque nos encantaría tener un comercio durante todo el día, mediante esta norma generaría sobrecostos por el tema de seguridad y el hecho de compartir el mismo espacio”, anota el representante del gremio.
Orrego también dice que la propuesta generaría sobrecostos que serían un desestímulo a la inversión en la ciudad.

Óscar Borrero, expresidente de Fedelonjas y experto inmobiliario, asegura que la demanda en la ciudad hasta ahora no está acostumbrada a una mezcla de esta magnitud. De hecho en intentos de menor magnitud en los que los constructores destinan un primer piso de un proyecto residencial para locales comerciales, los residentes se quejan y piden mayor exclusividad, explica. “Sé que los estratos 4, 5 y 6 no quieren mezcla de vivienda con comercio, y prefieren proyectos donde la entrada no sea la misma”, anota Borrero.

Habría que ver qué tanta demanda en el mercado de vivienda tiene la idea del Distrito, que por lo pronto no ha generado más alarma en gremios que como Camacol, aseguran que la modificación al POT resulta confusa y no resuelve los problemas verdaderos de la ciudad en temas de movilidad, por ejemplo.

Por Verónica Téllez

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