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Los planes de Peñalosa

Anuncia cambios en las normas de planeación de la ciudad, revive la discusión por proyectos como la ALO y promete obras de infraestructura con el guiño del vicepresidente.

Verónica Téllez Oliveros
27 de octubre de 2015 - 03:49 a. m.
El alcalde electo Enrique Peñalosa está convencido de hacer vías urbanas con carriles para carros, aceras grandes y ciclorrutas. / Cristian Garavito
El alcalde electo Enrique Peñalosa está convencido de hacer vías urbanas con carriles para carros, aceras grandes y ciclorrutas. / Cristian Garavito

Desde su primer día como alcalde electo, Enrique Peñalosa, aún con la emoción de haber ganado, mostró cuáles serán sus primeros pasos para concretar el cambio que prometió: una transformación en la visión de ciudad e infraestructura para la movilidad. Esas son sus obsesiones y cuenta con algo clave: el aval del vicepresidente, Germán Vargas Lleras, para sus planes.

La visión de ciudad implica un contraste con el modelo de la actual administración, y por ello no duda en decir que lo primero que hará será eliminar una de las normas de planeación aprobadas por el gobierno de Gustavo Petro. Se trata del decreto 562, conocido como el de los rascacielos. Para Peñalosa, es una norma “que permite edificios casi de altura ilimitada, aun en calles pequeñas de barrios que oscurecería (...) En Bogotá habrá edificios altos en algunos sitios, pero no en todas partes de manera atolondrada”, dijo a Blu Radio.

Al alcalde electo sencillamente no le gusta esta regla de planeación, que tanta controversia generó entre un sector de los constructores, como el gremio Camacol, que ha sido uno de los principales opositores de la medida. Lo cierto es que ya se aprobaron licencias para 565 proyectos de construcción amparados en el decreto de los “rascacielos” y hay que decir que, de ellos, sólo 17 iniciativas tienen más de 12 pisos (el más alto de los aprobados llega a 26 pisos).

La otra obsesión de Peñalosa es la infraestructura, lo que obviamente está ligado al cambio de visión de ciudad. Así que, como lo repitió en campaña, otro de sus proyectos urgentes será hacer la Avenida Longitudinal de Occidente (ALO). La sueña, dice, como el resto de vías urbanas que quiere para la ciudad: no a la “gringa”, donde las autopistas pasan por la ciudad. “Debe tener muchos carriles, pero además, grandes aceras, ciclorrutas, Transmilenio, que no sólo sirvan para mejorar la movilidad sino los barrios alrededor, que tengan arborización”.

Y justamente en la ALO está uno de los choques ideológicos más fuertes que han tenido Petro y algunos de sus funcionarios con Peñalosa desde 1999. Los detractores del alcalde electo se han opuesto a la vía, por los efectos que tendría en humedales como Juan Amarillo y en el equilibrio ambiental de la sabana de Bogotá, permitiendo la extensión urbana de la ciudad.

Esta puja fue una de las más fuertes en la campaña pasada. De hecho, hace cuatro años Peñalosa dijo: “No importa si él (Petro) hace la ALO o no, él sólo durará cuatro años, después vendrá otro alcalde y la construirá”. Así que, por ahora, los planes vuelven a tomar un nuevo rumbo y Peñalosa parece tener su revancha. Ayer recordó que está comprado el 70% de los predios y que la vía tiene licencia ambiental. Por ahora, sólo queda esperar para conocer el proyecto específico que presente y ver cuál es su impacto en la naturaleza.

Pero la ALO es sólo uno de los proyectos de infraestructura que al parecer vienen para la ciudad con la nueva administración. Ayer Peñalosa se reunió con el vicepresidente Vargas Lleras y el director de la Agencia Nacional de Infraestructura para hablar de las propuestas de asociación público-privada (APP) que han presentado varias empresas constructoras para hacer autopistas en la ciudad. Obras que desde mayo pasado Vargas Lleras puso en el radar de los entonces candidatos a la Alcaldía, cuando hizo un foro para presentarlas de la mano de la Fundación Buen Gobierno (que dirige el hijo del presidente Santos).

Desde ese momento, Peñalosa dijo que se necesita una entidad encargada de las APP y, no en vano, hoy dice que quiere crear la agencia distrital de infraestructura. Las autopistas que le interesan son la ampliación de la carrera 7ª hacia el norte, “para que tenga seis carriles hasta La Caro. Uno o dos carriles más en la autopista al Norte. La entrada por la calle 13. La autopista con segundo piso desde Soacha y una en la calle 63, en buena medida subterránea, desde la carrera 5ª que va a salir a la NQS”. Para el metro, insiste en que estudios de la Financiera Nacional de Desarrollo dejaron recomendaciones como que algunos tramos sean elevados, para reducir costos, y sugiere que esto podría llevarse a cabo en la avenida Caracas, por ejemplo. Ayer Vargas Lleras anunció que está en camino el Conpes que compromete los recursos que aportará la Nación.

Siguiendo con el tema de movilidad, el nuevo alcalde asegura que está dispuesto a hacer experimentos, como jornadas sin carro por una hora y media en la mañana y otra más en la tarde, sólo un día. “La ventaja de ese tipo de ejercicios es que se pueden ensayar, y si funcionan se dejan. Si no, se quitan. Los carros son estupendos y maravillosos, pero lo ideal, la verdadera ciudad que queremos, es una donde la gente tenga el carro, pero lo deje para salir de noche, para salir de la ciudad”.

Por Verónica Téllez Oliveros

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