“Más bogotanos llegarán a Chía”, dice el alcalde de ese municipio

La relación de Bogotá con los municipios de la sabana es clave para gran parte de los proyectos del Distrito. En esa correría, el alcalde Enrique Peñalosa encontró un socio en el alcalde de Chía, Leonardo Donoso.

Redacción Bogotá
12 de julio de 2016 - 03:00 a. m.
Leonardo Donoso, alcalde de Chía/ Gustavo Torrijos
Leonardo Donoso, alcalde de Chía/ Gustavo Torrijos

¿Cómo va la relación con el alcalde de Bogotá?

Comenzó tensa. El lenguaje de Peñalosa no es muy amable, sobre todo con la región. Empezó como dándonos órdenes, pero la relación mejoró. Debo agradecerles a empresarios y a amigos en común, que tienen intereses en la región, que nos sentaron a hablar y llegamos a acuerdos. Vamos a firmar un convenio de cooperación entre Chía y el Distrito para articular el ordenamiento territorial y temas viales, entre otros.

¿Cuáles han sido los temas claves?

La recuperación del río Bogotá, el apoyo desde la región al proyecto Ciudad Río (que urbanizará a ambos lados del afluente), la seguridad, el tema vial y los planes de expansión urbana. En este punto logramos sentarnos, gracias a Camacol, que ha sido articulador importante.

¿Qué han hablado del tema vial?

Eso es clave por conectividad y competitividad. El Distrito propone cinco vías que llegarán a Chía (Ampliación de la Carrera 7 y Autopista Norte; la carrera 9 y avenida Boyacá hasta la calle 245, y la ALO) y nosotros la troncal del río , para unir Cota con la Autonorte, y la troncal del peaje. Vamos a articular todo este plan.

La peajes han sido un tema polémico...

Ese tema no se ha puesto sobre la mesa. Sabemos que la Autonorte va con un peaje; la Boyacá la construirán los privados por la edificabilidad que les otorguen en el Plan Zonal del Norte; la ALO sí tendrá peajes… Es un tema que vamos a hablar. Pero si hay siete vías y sólo dos tienen peajes, es factible. Lo difícil sería que todas quedaran con peajes.

¿Y si todas quedan con peaje?

Eso no lo vamos a permitir. Sin embargo, sabemos que el tema es de alternativas. Nosotros necesitamos vías.

¿Y el POT de Chía, cómo va?

En Chía viven muchos bogotanos y se van a ir a vivir muchos más. La vocación de Chía es residencial y mi meta es fortalecerla con vías, seguridad, servicios y espacio público. Yo no puedo llevar industria, porque desvalorizaría lo que existe. Habrá una estrategia de crecimiento, en la que el constructor desarrollará la infraestructura.

¿Cuánto suelo van a habilitar?

240 hectáreas, para construir 10.000 viviendas en 10 años, para estratos 4, 5 y 6.

Y el tema ambiental…

Contemplamos conservar la estructura ecológica principal y los suelos agrológicos; construcción de infraestructura, y el aumento de espacio público a través de planes parciales, en los que cada proyecto de vivienda nos dará 30 % de espacio público efectivo. El nuevo POT establece la conservación de la cuenca del río Bogotá, las rondas del río, humedales, quebradas y los acuíferos de los cerros orientales.

¿Qué pasó con el proyecto de Pedro Gómez, que estuvo frenado por líos ambientales?

Eso fue con el POT anterior. Con el nuevo no se podrán desarrollar conjuntos en los cerros. Sin embargo, hay derechos adquiridos, como el conjunto Yerbabuena de Pedro Gómez, que tiene licenciadas 1.000 casas más. Ese es apenas un ejemplo, porque hay otros 20 proyectos con licencias. Con la modificación del POT, eso se acabará. Quien no tenga licencia, sólo podrá hacer la casa del dueño del predio. Ahí hay una restricción grande.

¿Que otras medidas ambientales adoptará?

Se protegen las cuencas. La CAR nos pedía 30 metros en la ronda del río y con el nuevo POT la ampliamos a 300 metros. Todo el eje de Almaviva y la Universidad de La Sabana, que no estén licenciados, quedan para uso agrícola. También conservaremos la parte agropecuaria, aunque eso es un sofisma, porque ya nadie va a desarrollar la parte agropecuaria. Sin embargo, nos toca conservar el uso de suelo rural en las veredas. Los suelos con mayor capacidad agrológica se deben conservar. Los de menor capacidad se podrán desarrollar urbanísticamente y eso es lo que estamos haciendo.

¿Les conviene que levanten la restricción de construir sobre la Reserva Thomas van der Hammen?

Claro, pero no sé qué pueda ocurrir cuando lleven eso al Consejo directivo de la CAR.

¿Qué piensa de unificar la jurisdicción de la Policía bajo el comando de la metropolitana?

Es interesante, porque nos aumenta el pie de fuerza y nos genera mayor disponibilidad en infancia, carabineros, ambiental… pero tenemos un reparo: ¿De quién vamos a depender? Si es de la Secretaría de Gobierno del Distrito, eso iría contra la autonomía territorial. Si sólo es del Comando Metropolitano, el panorama es otro. Es un proceso que se está madurando. Aunque estamos de acuerdo, Soacha tiene reparos. Su reclamo es que por la cantidad de habitantes, ese municipio debe tener una Policía Metropolitana propia.

Dicen que los alcaldes han hecho poco por recuperar el río Bogotá. ¿Qué opina?

Eso es falso. En dos años no es que se haya hecho poco. Lo que pasa es que las exigencias a los municipios son altas. Según el fallo del Consejo de Estado, en el caso de Chía, por ejemplo, tenemos que invertir en los próximos nueve años $1 billón y el presupuesto del municipio en ese tiempo será de $2,5 billones. Es decir, tendría que dejar de pagar la mitad de salud, de educación, de seguridad… Eso es un tema para replantear.

¿Qué han hecho?

Se ha recuperado la capacidad hidrológica del río, se han construido plantas de tratamiento, pero hasta que Bogotá, que es el mayor aportante de contaminación al río, no invierta en las plantas de tratamiento, lo que hagan los municipios va a ser muy poco. Los municipios de la cuenca alta entregan un agua tratada, pero llega a Bogotá, que vierte el 88 % de la contaminación, y no tiene planta; entonces, no estamos haciendo nada.

¿Se sumará al proyecto Ciudad Río?

Ese es un megaproyecto del Distrito y el plan piloto será en Chía. Peñalosa quiere ponernos de acuerdo a los alcaldes, desde Zipaquirá hasta Soacha, para que construyamos al otro lado del río y hacer un gran parque lineal. Como Chía tiene mucho verde cerca del río, le damos edificabilidad.

Y el trabajo para evitar las inundaciones...

Toca mitigar. Los lotes por debajo de la cota del río no se pueden desarrollar. Lo dejamos claro, porque la misma CAR lo exigió.

Por Redacción Bogotá

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