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Más polémica que movilidad

A un año de comenzar su Bogotá Humana, el alcalde Gustavo Petro está lejos de solucionar la crisis del sector.

José Stalin Rojas *
30 de diciembre de 2012 - 09:00 p. m.
  Problemas técnicos y la  falta de conciencia ciudadana, los obstáculos del Distrito para la implementación del SITP.   / Óscar Pérez - El Espectador
Problemas técnicos y la falta de conciencia ciudadana, los obstáculos del Distrito para la implementación del SITP. / Óscar Pérez - El Espectador

En términos generales la ejecución del plan de Movilidad de la administración de Gustavo Petro presenta un rezago con respecto al Plan de Desarrollo. Su gestión en este primer año se ha caracterizado por la polémica permanente sobre el modelo de ciudad y las implicaciones en la movilidad.

En general, las realizaciones en el primer año de la Alcaldía de Gustavo Petro arrancan en medio de la polémica (ALO, el metro ligero , Pico y Placa, peatonalización de la Séptima, atraso en el SITP...). Esto significa, no solamente un retraso sino también que no todas las medidas han sido asimiladas por la ciudadanía, lo que lleva a pensar que todavía falta mucho trecho por recorrer y el camino no será fácil.

El Alcalde Petro enunció en su Plan de Desarrollo los principios de sus proyectos prioritarios. Entre ellos, daría prioridad “a las y los peatones, las y los ciclistas, al transporte masivo sobre el vehículo particular y a la introducción de la energía eléctrica en el transporte masivo”. Esto no se ha cumplido del todo: no se ha formulado una política pública sobre el peatón, pese a que se han peatonalizado (a medias) algunas áreas de Bogotá. Además, aunque se menciona como uno de los principios rectores su preocupación por la población en condición de discapacidad, esta preocupación todavía no se expresa en la infraestructura de los paraderos ni en los buses y busetas del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP).

En medio de los buenos esfuerzos de la Secretaria de Cultura, Recreación y Deporte por incentivar la cultura sobre la bicicleta pública y promover junto con la Secretaría de Movilidad la Semana de la Bicicleta, el alcalde demostró su interés no asistiendo a ella, aunque días después pedaleó unos metros con el alcalde de Los Ángeles. Un hecho importante, por cuanto en la generación de hábitos en los modos de transporte se necesita una figura que lidere su uso, y en la capital el liderazgo esta diluido en Secretarías.

Otro punto importante en el plan de Gobierno es el modelo de ciudad que propone y lo señala mencionando que “las intervenciones en el sistema de movilidad están orientadas a fortalecer la estrategia de ordenamiento territorial del Distrito, en coherencia con la perspectiva regional”. Aquí es evidente que sus acciones son acordes a su visión de ciudad. La discusión de la ALO es un ejemplo, porque la avenida no es estructurante, no juega un papel fundamental, y por ello tiene una prioridad menor en sus realizaciones.

Igualmente, otro tema polémico planteado por Gustavo Petro es la “construcción e integración de la red férrea como eje estructurador del sistema de transporte público”. Sin embargo, sus ejecuciones han estado enredadas en las discusiones sobre la red de metro pesado o la red de metro ligero y se evidencia un rezago que tiende a dilatarse aún más.

El Plan de Gobierno Distrital menciona la ampliación e integración de troncales de Transmilenio, como la de la Avenida Boyacá, la Avenida Carrera 68 y la Avenida España entre la Autopista Norte y la Carrera Séptima. Esta intención todavía no ha pasado a realizaciones y se encuentra en la fase de estudios. Se anota como punto positivo la troncal por la Carrera Décima y la calle 26, pero dejan una preocupación muy grande las excusas poco técnicas de no realizar la extensión de Transmilenio hasta el Aeropuerto El Dorado.

Otras de las prioridades del Alcalde es la implementación del Sistema Integrado de Transporte Público. Su ejecución comenzó con retraso de varios meses, siguió con el nudo gordiano de las tarjetas y ahora está en la ejecución de la campaña publicitaria. Se teme que la incompatibilidad de las tarjetas no se solucione en el corto plazo y que la campaña publicitaria no promocione una cultura ciudadana sobre unos hábitos indispensables para que el SITP funcione bien. Por ejemplo, no levantar la mano sino ir a los paraderos, no pagar con dinero sino pasar la tarjeta por el lector, hacer fila, entre otros.

Otro aspecto importante en el plan de Gobierno de Petro es la “construcción, operación y conservación de espacio público peatonal”, y su ejecución comenzó en la Carrera Séptima. La peatonalización se limitó solamente a hacer encerramientos pero no a intervenciones más efectivas como la organización del comercio informal y el emparejamiento de los andenes (para que no exista desnivel).

Finalmente, los cambios del horario del Pico y Placa han sido anunciados estratégicamente por la Alcaldía en las épocas de vacaciones, donde la mayor parte de los ciudadanos tiene un comportamiento atípico al del resto del año, y los ciudadanos deben convencerse de que el trancón seguirá siendo un problema permanente en Bogotá.

Mientras no se implemente plenamente el SITP, se construyan otras troncales de Transmilenio, se construya en el “lejano” plazo el metro, se fortalezca la cultura ciudadana y el conductor del auto privado se traslade en transporte publico. Así, esta Alcaldía al ritmo que va no dará unos pasos significativos en mejorar la movilidad de Bogotá en estos cuatro años.

* Director del Observatorio de Movilidad de la Universidad Nacional.

Por José Stalin Rojas *

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