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Menos pobre, pero desigual

Según las últimas cifras, la pobreza extrema en la capital estaría a punto de superarse. Sin embargo, se raja en redistribución de riqueza.

Camilo Segura Álvarez
03 de enero de 2013 - 09:00 p. m.
En Ciudad Bolívar está concentrada parte de la pobreza.  / Archivo
En Ciudad Bolívar está concentrada parte de la pobreza. / Archivo

Las cifras de pobreza en la capital reveladas el pasado miércoles por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) son alentadoras en comparación con las del resto del país. Las razones de ese balance positivo pueden estar en las políticas públicas de los últimos gobiernos, la configuración económica del país e, incluso, en factores propios de la medición que pueden ocultar realidades de la verdadera situación económica de miles de bogotanos.

Que solamente el 2% de los habitantes de la ciudad esté en la pobreza extrema y el 13,1% en la pobreza es el resultado, según el concejal progresista Yezid García, “de que en la ciudad ha habido tres gobiernos de izquierda democrática que han trabajado por la formalización laboral y han hecho de la inversión social una prioridad y demostrado que es rentable”.

Sin embargo, sostiene García, también “es el resultado de una estructura económica nacional que, históricamente, ha centralizado la productividad en la capital y ha dejado en el olvido a regiones que hoy tienen índices muy altos de pobreza, como La Guajira y el Cauca”.

Para el concejal Juan Carlos Flórez esas afirmaciones no son del todo ciertas pues, dice, el desarrollo de la educación, la salud y la cultura ciudadana en los estratos más bajos, adelantado desde la segunda alcaldía de Mockus, muestra sus resultados hoy.

Flórez añade que una supuesta centralización de la riqueza no es determinante, sino que, por el contrario, “la mayor riqueza del país está en la minería, que genera regalías para las regiones en las que hoy hay mayores índices de pobreza, lo que daría a entender que en esas zonas los índices deberían ser menores. Allí se conjugan la corrupción y una mala gestión de lo público. Situación que no ha ocurrido en Bogotá, en donde, a pesar de la corrupción durante la última alcaldía, el gasto en lo social sigue siendo significativo”.

Pero así como los dos concejales afirman que la inversión social ha sido fundamental para el éxito de la ciudad en materia de pobreza, hay quienes dicen que ese factor no incide en la medición, que está focalizada en los ingresos por habitante y no en las necesidades básicas satisfechas.

“El índice de la pobreza bogotana es marginal, se ubica alrededor del 10%; sin embargo, también dice mucho que, a nivel del coeficiente Gini (que mide la equidad en la repartición del ingreso de una sociedad), no es tan eficiente como otras regiones. Es una ciudad con poca pobreza y poca eficiencia en la repartición del ingreso”, sostiene Camilo Herrera, presidente de la consultora Raddar.

Las cifras reveladas por el DANE hacen parte de la medición que se hizo en 2011 y sus primeros resultados, los nacionales, se presentaron en el mes de mayo del año pasado. Por lo tanto, no es posible afirmar que en esa reducción se vea reflejado, de alguna manera, el trabajo de la alcaldía de Gustavo Petro para reducir la segregación.

Fuentes de la Alcaldía aseguran que es posible que los resultados que se conozcan de 2012 sean mucho más alentadores que los del año anterior. “Se debe cumplir el mejor objetivo de una Bogotá Humana: reducir a cero la pobreza absoluta; hoy está en el 2% y bajando”, dijo el alcalde a través de las redes sociales.

En esa apuesta, según los progresistas, es fundamental la formalización laboral, el fortalecimiento de la economía comunitaria y popular y un ordenamiento territorial de la ciudad que sea más incluyente, así como el aumento de presupuesto para la educación en un 50%, los comedores comunitarios, los centros de atención a la población vulnerable, los subsidios al agua, a la educación y el que, de acuerdo con lo anunciado por el alcalde en su rendición de cuentas de diciembre, comenzará a regir en el sector transporte para estudiantes y los más pobres de la ciudad.

Algunos, como Flórez, son escépticos ante esta eventual mejoría. “Hoy no es posible saber si las políticas sociales de Gustavo Petro vayan a afectar, para bien o para mal, las cifras de pobreza”.

Lo cierto es que, aunque los resultados globales de la capital son positivos, más de 150.000 bogotanos viven hoy en la pobreza extrema y cerca de dos millones son considerados pobres. Esto, sumado a que, de acuerdo con los parámetros del estudio, para ser pobre en este país se necesita tener ingresos inferiores a $190.000, una tercera parte del salario mínimo, hace creer que Bogotá no tiene mucho que celebrar.

Por Camilo Segura Álvarez

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