La iniciativa se sustenta en que considera el caso de la capital como uno sui géneris, por su tamaño y su aporte al desarrollo del país. Actualmente, ese porcentaje es el tope máximo que la Nación aportaría para el megaproyecto.
Robledo hizo el anuncio tras la audiencia pública que se desarrolló ayer en el Congreso, y en la que se discutió sobre el metro que debería ser construido en Bogotá. En el evento intervinieron varios expertos como Jaime Ortiz, exsecretario de Obras Públicas de Bogotá, y Mario Noriega, gerente de una firma de arquitectos con más de 25 años de experiencia.
Como balance de la jornada, Robledo sostuvo que “se demostró que hay suficientes y buenos estudios para hacer el metro como se ha propuesto”, y que el metro y Transmilenio “no hacen lo mismo”, en cuanto a medidas como la velocidad y la carga.
Mientras la audiencia avanzaba en el Congreso, el alcalde Enrique Peñalosa les salió al paso a las dudas que planteó a través de un artículo el profesor universitario Carlos Carrillo. En la publicación denuncia un posible conflicto de intereses del alcalde a la hora de tener que decidir entre metro y Transmilenio, debido a los nexos que tuvo con empresas promotoras de sistemas de transporte masivo como el que opera en Bogotá.
A esto, Peñalosa señaló que su trabajo antes de ser electo no es impedimento para tomar decisiones sobre la movilidad en la capital.