"Mi nombramiento en la EEB es técnico, no político"

Ricardo Roa señala que su hoja de vida y su trayectoria son suficiente prueba de su perfil técnico.

Redacción Bogotá
17 de septiembre de 2014 - 12:55 p. m.
Ricardo Roa Barragán.
Ricardo Roa Barragán.
Foto: LIZ DURAN/EL ESPECTADOR - LIZ DURAN

Detrás de todos los cálculos político que se pueden hacer detrás del reciente revolcón en la Empresa de Energía de Bogotá (EEB), hay uno que parece salirse del molde. Mientras de la junta directiva salieron los expertos en el tema energético, para ser reemplazados por algunos de los principales escuderos del alcalde Gustavo Petro, el nombramiento del nuevo presidente parece ser diferente. Ricardo Roa Barragán, quien asume el cargo en reemplazo de Sandra Fonseca, es categórico en decir que su nombramiento es técnico, no político.

Y parece tener argumentos para sustentar su afirmación. Una nutrida hoja de vida y un amplio recorrido en varias empresas del sector de servicios públicos de energía y gas evidencian su preparación. Son justo estos pergaminos los que expone para acallar las voces de quienes lo quieren mostrar como un profesional impulsado por el ex senador de Convergencia Ciudadana, Óscar Josué Reyes Cárdenas, condenado a siete años y medio de prisión por parapolítica. Al preguntar sobre ese posible nexo, responde con contundencia: “puede analizar mi recorrido y mis resultados”.

Roa Barragán llega hoy al cargo tras haber sido casi por dos años presidente de la firma Transportadora de Gas Internacional (TGI), cargo al que también accedió con el visto bueno de Gustavo Petro, quien es el presidente de la junta directiva de la entidad. Es ingeniero mecánico y técnico electromecánico, especialista en Sistemas Gerenciales de Ingeniería y catedrático de las universidades Nacional, Externado, Autónoma de Bucaramanga y Antonio Nariño.

De igual forma, tiene experiencia en planeación, dirección, administración, estudio y desarrollo de actividades y proyectos en el sector energético, y en las áreas de transmisión, distribución y comercialización de energía y gas. En su recorrido cuenta con el paso por juntas directivas del sector energético, Codensa, Emgesa, Gas Natural, Contugas y la Transportadora de Gas Internacional. Además, fue asesor de la Superintendencia Delegada para Energía y Gas; director sectorial de Energía y Gas de Andesco; gerente comercial y general de la Electrificadora de Santander, y director de comercialización y gerente de negocios de energía del sector Agroindustria de la Organización Ardila Lulle.

Total, llega con amplia experiencia a asumir las riendas de la Empresa de Energía de Bogotá, con la misión de mantener o superar los logros de la saliente directora, como el incremento de las utilidades netas en un 33 % en el primer semestre de 2014. El Espectador habló con él:

- ¿Cómo llega a la presidencia de la EEB?

Hace dos años y medio me nombraron presidente de la Transportadora de Gas Internacional (TGI), hoy principal filial de la Empresa de Energía de Bogotá (EEB). Solo basta con mirar los números para ver el vínculo directo entre estas empresas, por ejemplo, TGI representa el 33% de sus activos. En ese sentido, la junta directiva, en cabeza del alcalde Petro, me nombró para dar un parte de continuidad al rigor técnico del plan de inversión que se viene haciendo y que viene en países como México y algunos países de Suramérica.

- ¿Cuáles son las relaciones que llega a recomponer?

Gracias a la participación que he tenido como directivo de TGI en las juntas de varias empresas como Condensa, Gas Natural, entre otras, se suscitan algunas discusiones técnicas respecto a la eficiencia y efectividad de algunos proyectos, negocios o posibilidades expansión. Es lógico que en esas discusiones surjan tensiones entre los accionistas, las cuales hay que recomponer. Esa es una tarea importante para consolidar el crecimiento de la EEB y sus empresas.

- ¿Se habla de que usted y la expresidenta de la EEB no tenían buenas relaciones?

Con la doctora Sandra Fonseca he tenido la posibilidad de conocerla hacer muchos años y entre nosotros hay una relación de colegas, amplia y abierta, basada en criterios técnicos. Ahora, simplemente hemos tenido una directriz diferente, que busca un mayor crecimiento del portafolio de EEB.

Llega en un momento que salen de la junta miembros técnicos, para dar paso a políticos. ¿Qué piensa?

Yo no era miembro de junta y en ese tipo de decisiones no tengo ni conocimiento ni injerencia. El alcalde y el resto de miembros están en libertad de hacer sus ajustes y los movimientos que consideren necesarios. En esto, soy alguien ajeno.

- ¿Qué tan cierto es que sea una cuota de algún excongresista investigado?

Ese comentario surge de una nota de la revista Semana que tomó como refrito de otra que salió hace más de dos años, cuando me nombraron presidente de la TGI. Lo que puedo decirles a los bogotanos es que pueden tener un parte de tranquilidad, ya que mi nombramiento en la EEB es técnico, no político. Yo no soy cuota ni he tenido nexos con ningún partido político. Si analizan, mi hoja de vida es técnica y se sustenta en mi labor, mis años de experiencia y mis resultados.

El que la junta estén personas cercanas al gobierno Santos y a Petro, son señas más concretas de ese acercamiento en la conformación de un bloque por la capital
Reitero, en mi condición de administrador no tengo conocimiento de lo que ocurre en las instancias de las asambleas ni en las juntas de accionistas. Por esa razón, no tengo conocimiento sobre el tema que menciona. Yo lo único que tengo claro es que llego con el objetivo de consolidar la posición de la EEB.

- Cuáles serán las prioridades

Tenemos que consolidar unos resultados que a la postre van a permitir un mayor flujo de dividendos para el Distrito, que este año serán muy importantes. A esto se suma el resolver los aspectos de la operación comercial, como tener un mayor movimiento de gas en Colombia y Latinoamérica. De igual forma, queremos mejorar y desarrollar proyectos de movilidad eléctrica, tanto de transporte como todos los que generen un mayor consumo de energía en Bogotá y las áreas de influencia. En materia de gas, nos concentraremos en grandes proyectos internacionales, ya que en los próximos años no se prevé un gran proyecto de inversión en el país.

- ¿Pero un gran proyecto es el de la movilidad eléctrica?

Uno de los propósitos del alcalde es afianzar esa ideología de desarrollar procesos limpios y la movilidad eléctrica es una de las mejores alternativas. Vamos a salir rápidamente con esta idea, la cual tiene que viabilizarse.

- ¿Qué opina de la recompra de las acciones de TGI y las denuncias alrededor del caso?

Debo manifestar que estuve al margen de esa negociación. La empresa que dirigía era objeto de la compra y ese negocio fue una decisión de accionistas. No supe más allá de lo que dicen los medios. Lo que sí debo agregar es que hace cuatro años cuando la EEB vendió las acciones, la TGI tenía unos resultados muy inferiores a los que tiene hoy. En este tiempo ha crecido y se ha consolidado como una empresa fuerte y con gran futuro. Con esa capitalización se pudieron hacer inversiones que ampliaron su capacidad de transporte y actualmente es una empresa que pasó de transportar 420 millones de pies cúbicos de gas diarios a 730 millones. 

Por Redacción Bogotá

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