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'Necesitamos el agua en bloque'

Ante la negativa de Bogotá de vender agua de manera masiva para evitar proyectos urbanísticos en zonas rurales de Cundinamarca, el gobernador Álvaro Cruz y varios mandatarios de la región buscarán crear su propio acueducto.

Viviana Londoño Calle
29 de junio de 2012 - 01:03 a. m.

Cada día que pasa crece la preocupación del gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, de algunos de los mandatarios de los municipios de la sabana y de los constructores que no saben qué hacer luego de que el alcalde Gustavo Petro decidiera negarles la venta de agua en bloque a los municipios. Saben que aunque la medida no afectará los perímetros urbanos, sí lo hará directamente sobre los proyectos de vivienda en las zonas rurales, que necesitan esta modalidad para poder acceder al líquido.

El jueves pasado, después de discutirlo en varios escenarios, el gobernador y el gerente del Acueducto, Diego Bravo, se sentaron una vez más para tratar de llegar a un acuerdo. Sin embargo, al finalizar la reunión, en la que cada uno expuso sus motivos, la posición de Bravo siguió en el mismo sentido: Bogotá no venderá más agua en bloque por ser una modalidad “inconveniente e insostenible”.

El gerente del Acueducto se basa en un estudio de la Universidad Nacional que señala que este tipo de venta no sólo estimula la expansión urbana desordenada en las zonas rurales, sino que es una grave amenaza para el abastecimiento del líquido para todos los bogotanos. De acuerdo con el estudio, si se sigue construyendo en zonas rurales, no aptas para este tipo de desarrollos se contaminarían las fuentes hídricas que abastecen varios municipios de la región y parte de la capital.

Sin embargo, los afectados por la medida también advierten graves consecuencias económicas. El gobernador Álvaro Cruz ha insistido, en varias oportunidades, que el desarrollo de la región se vería fuertemente golpeado, lo que podría afectar el territorio en general incluyendo a Bogotá. “En la medida en que no haya empleo ni desarrollo en la región, hasta la seguridad se haría vulnerable”.

Por eso, ante la tajante decisión del alcalde Petro, Cruz está buscando soluciones para evitar que cientos de proyectos se queden sin el líquido.

Esta semana anunció que se conformará una mesa técnica, coordinada por el presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros, con el fin de evaluar la negativa de Bogotá y los aspectos principales del suministro de agua a la región. Además, Cruz y varios alcaldes afectados están estudiando la posibilidad de crear un acueducto regional para dejar de depender de la capital.

Los constructores también han hecho un llamado de alerta ante la medida. Así lo resume Martha Moreno, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca: “Las consecuencias son múltiples, ya que se incrementa el déficit de vivienda y se corre el riesgo de que aumente la tasa de desempleo, puesto que por cada casa que se construye se generan 1,5 empleos”.

Según Moreno, “se genera inseguridad jurídica para el constructor, pues a pesar de tener un acto administrativo en firme, el cual representa derechos adquiridos, para ejecutar obras, no lo puede realizar porque dependen del agua de la capital”. Entre los afectados (ver gráfico) también se cuentan los alcaldes de varios municipios. El Espectador los contactó para conocer cuál será el impacto en la región ahora que Bogotá ha decidido dejar de vender agua en bloque definitivamente.

‘Por ahora Soacha no se vería afectado’: Juan Carlos Nemocón, alcalde de Soacha

“El municipio no se vería afectado por la decisión de Petro de no vender agua en bloque porque nosotros no compramos el líquido bajo esa modalidad. Sin embargo, esperamos que el Acueducto de Bogotá nos siga vendiendo agua para nuevos desarrollos urbanísticos, como lo ha hecho desde hace 40 años, porque de lo contrario sí se afectaría el municipio. Más del 90% de las personas que llegan a Soacha vienen de Bogotá porque es un lugar más económico y creemos que el Acueducto ha entendido que es necesario seguir prestando los servicios. Si cambian las condiciones, tendríamos que sentarnos en una mesa de negociación.

‘La decisión del alcalde Petro es válida’: Ricardo Valderrama, alcalde de Sopó

“Lo que está haciendo el Distrito, que es el que tiene la empresa y ha hecho todas las inversiones, es invitar a discutir cómo está creciendo la sabana y creo que es válido. Más allá de discutir de quién es el agua, hay que analizar cómo están creciendo los municipios a merced de los gremios urbanizadores. Es cierto que Sopó tiene una gran oferta de suelo para vivienda campestre, pero esa oferta no sólo depende del agua en bloque, sino de la capacidad de expandir las redes, que hoy son reducidas”.

‘Nos obligan a crear un nuevo acueducto’: Óscar M. Bejarano, alcalde de Cajicá

“Rechazamos totalmente la decisión de no vender agua en bloque a los municipios. El agua es un derecho constitucional y no se puede jugar con el bienestar de la comunidad, por eso, junto con el gobernador Álvaro Cruz estamos estudiando la posibilidad de construir un acueducto regional en donde el departamento sea socio de los municipios. Hoy nos están obligando a esto, pese a que el agua que consumen los habitantes de Bogotá es de Cundinamarca. Es imposible detener el crecimiento del país, nosotros le apostamos a que Cajicá crezca de manera ordenada y responsable con el medio ambiente y para eso necesitamos el agua”.

‘Vamos a dejar de recibir recursos’: Nicolás García Bustos, alcalde de Mosquera

“Aquí tenemos una gran cantidad de proyectos en zonas para expansión urbana aprobadas en el Plan de Ordenamiento Territorial por el Concejo en 2009. Esos proyectos se verían afectados si Bogotá se niega a vendernos agua en bloque. Tenemos cerca de siete mil viviendas aprobadas y otras diez mil en estudio, la mayoría estrato cuatro, cinco y seis, que están paradas por el tema del agua. Mosquera reúne a todos los constructores del país y es el municipio de Colombia que más crece poblacionalmente al año, sin el agua en bloque dejamos de recibir recursos por licencias de urbanismo, de construcción y por plusvalía.

‘Somos la solución al déficit de vivienda’: Jorge Machuca, alcalde de Funza

“Bogotá hoy explota los recursos hídricos de Cundinamarca y nunca se ha hablado sobre el tema de las regalías que deberíamos tener los municipios. Aquí en Funza tenemos fuentes subterráneas de agua que podrían abastecer gran parte del municipio, pero sabemos que estas fuentes no son estables. Bogotá siempre ha crecido hacia la sabana, y curiosamente ahora el Acueducto no nos quiere vender agua cuando nosotros somos la solución al déficit habitacional de la capital. Queremos restringir el crecimiento masivo y desordenado y eso sólo se logra con proyectos planeados.

‘Estamos muy preocupados’: Guillermo Varela, alcalde de Chía

“Estamos bastante preocupados por la actitud del gerente del Acueducto, Diego Bravo, y del alcalde Petro. Me enteré por los medios de comunicación porque nunca nos invitaron a dialogar. No hay ninguna norma que diga que este tipo de venta es ilegal, y en ente momento no hay ninguna justificación. Por eso vamos a tratar de constituir una empresa de acueducto regional para los municipios de la sabana centro, pero en el corto plazo tendrán que plantearnos alguna alternativa. Hoy en Cajicá más de trescientos proyectos autorizados se verían afectados. Nos preocupa el pensamiento de Bogotá porque, por otro lado, queremos convertir la Autopista Norte desde el peaje hasta Briceño en un corredor empresarial.

Por Viviana Londoño Calle

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