"No había necesidad de un dispositivo policial": Mockus sobre desalojo del campamento por la paz

El exmandatario, quien ayuda al Distrito en la aplicación de la cultura ciudadana, elevó un llamado a respetar los límites tanto de la protesta como del uso de la fuerza. Personería también se manifestó.

Redacción Bogotá
21 de noviembre de 2016 - 09:10 p. m.
El exalcalde de Bogotá Antanas Mockus. / Archivo El Espectador
El exalcalde de Bogotá Antanas Mockus. / Archivo El Espectador

El exalcalde de Bogotá, Antanas Mockus, se refirió este lunes al operativo de la Administración Distrital para desalojar el campamento por la paz instalado en la Plaza de Bolívar. En diálogo con El Espectador, Mockus –quien asiste al alcalde Enrique Peñalosa en la recuperación de la cultura ciudadana en la ciudad– sostuvo que el dispositivo policial para retirar a un grupo de ciudadanos que, de forma pacífica y a favor de la paz, se encontraba en la Plaza fue desmedido y que hubo fallas de comunicación entre las partes que derivaron en la controversia. (Lea: Desalojan el campamento por la paz en la Plaza de Bolívar)

Según el exmandatario, uno de los lunares del operativo –que sorprendió a un grupo de al menos 40 personas que sobre las 3:00 de la madrugada del pasado sábado, al margen del frío y la lluvia, se aguardaba en el lugar– fue haberlo realizado en la noche y con un número de uniformados del Esmad tan grande, teniendo en cuenta que se trataba de una minoría que se manifestaba “de forma heroica” por la paz. (Lea: El tardío acompañamiento del Gobierno durante desalojo del campamento por la paz)

“La cosa se hubiera podido hacer de día y no de noche, con una fuerza mucho más pequeña para reducir riesgos. Yo probablemente hubiera elegido dejarlos terminar su manifestación. Las cosas a veces tienen un ritmo natural. Aquí la mayoría de la gente se había retirado y no había necesidad, a mi juicio, de un dispositivo policial y menos de uno tan grande”, aseguró Mockus.

Como un hecho positivo y sensato, el exalcalde destacó el diálogo y las negociaciones previas adelantas por el Distrito y otras autoridades, que permitieron que un grupo amplío de quienes acampaban decidiera levantarse de sus carpas y emprendiera otras tareas para contribuir a la implementación del nuevo acuerdo de paz. Ello, según Mockus, facilitó la realización del evento de ‘Salsa al Parque’ y de paso, le dio un nuevo aire a la protesta. (Lea: Del campamento a la pedagogía por la paz: varios manifestantes levantaron las carpas)

Sin embargo, agrega, se había acordado que quedaría una porción del campamento, “apartado y apretujado”, que perturbaría lo menos posible el concierto. El acuerdo no se respetó y ahí están los resultados, en detrimento del derecho a la protesta y al tratamiento de las minorías, de acuerdo con el exalcalde. (Lea: "Con la Alcaldía nunca hubo un acuerdo de desalojo": Vocera del campamento por la paz)

“La misión de la Administración era cuidar la seguridad y la tarea de quienes protestaban era presionar para que el acuerdo se refrende. Se interrumpió la comunicación y la minoría fue tratada como muchas veces tratamos a las minorías en este país. Aunque la Policía y el Distrito tendrán sus razones para haber procedido como lo hicieron, me pareció cuestionable que no se hubieran comunicado, explicando al público lo que había pasado y lo argumentos en juego”, señaló el exalcalde.

Mockus recordó que, durante su mandato, tuvo que lidiar con una situación similar y que en esa oportunidad prefirió el desarrollo pleno de la manifestación antes del uso de la fuerza: “En la Alcaldía tuve una protesta de gente por la guerra en Irak. Los manifestantes iban desnudos, no eran muchos, yo elegí dejarlos terminar su manifestación”.

El exalcalde elevó un llamado a las partes para respetar los límites tanto de la protesta como del uso de la Fuerza Pública, haciendo hincapié en “no romper las líneas y autolimitarse”. Criticó además que en el país no haya una tradición que fije lo que se acepta y lo que no: “Eso está un poco crudo y tiene que ver con el estatuto de oposición”, precisó.

“Yo pienso que tienen que existir límites claros para la Administración y para los manifestantes. Hay cosas que son inherentes a la protesta y hay formas de la protesta que son inaceptables.  El manejo de esa frontera es crítico, especialmente en una época como la que estamos viviendo (…) Me daría gusto vivir en una Colombia en la que, vía tutela, un juez de la República le ordenara al gobierno o al alcalde, simplemente que restituya la posibilidad de salir a protestar y que sea decisión de los estudiantes seguir con la protesta”, puntualizó Mockus.

La Personería Distrital responde

El operativo de desalojo emprendido por la Alcaldía contó con el acompañamiento de una única entidad que veló por el respeto de los derechos humanos: la Personería Distrital. Precisamente, este organismo fue el llamado a explicar el procedimiento y a informar si hubo o no excesos por parte de la Fuerza Pública.

A través de un comunicado de 11 puntos, la Personería rindió informe de su actuación y declaró que hubo un ejercicio constante de diálogo y búsqueda de concertación emprendido por la Administración, que hizo oferta social de albergue, transporte y atención médica permanente a los campistas. Muestra de ello, según el ente de control, es que “no hubo detenidos ni conducidos a la UPJ”.

“El Distrito reconoció la importancia del ejercicio realizado durante más de 45 días, pero adujo la ilegalidad de la ocupación del espacio público y el riesgo que representaba su presencia para la realización de un evento de alta complejidad como ‘Salsa al Parque’. Desde el jueves 17 de noviembre la Administración realizó una reunión con los líderes del campamento por la paz solicitando que se retiraran de la Plaza de Bolívar”, detalló el organismo.

De acuerdo con la Personería, ante las autoridades que lideraron el operativo se solicitó un “respeto irrestricto a los derechos de las personas y la observancia del manual de procedimiento”. Entretanto, la Subsecretaría de Seguridad y Convivencia estableció un equipo conjunto con los gestores de convivencia y la Dirección de Derechos Humanos de la Policía “para agotar la etapa de diálogo y lograr que se retiraran del lugar”.

El organismo detalló que hubo dos campamentos, uno de desplazados por la violencia y otro por la paz, que a lo largo de la madrugada fueron persuadidos de forma pacífica para que se retiraran del lugar y accedieran a ser trasladados a un albergue del Distrito.

“A las 6:00 a.m. del sábado, a las seis personas que se encontraban sentadas en el piso y 10 que decidieron regresar a acompañarlas, las autoridades les pidieron de nuevo que se retiraran, reiterándoles la oferta institucional pero no aceptaron. La Policía, con un grupo masculino y uno femenino de la Fuerza Disponible, procedió a alzar del piso a quienes se encontraban y conducirlos a los vehículos trafic de la Policía, siendo llevados a la Carrera 5 con Calle 12, en donde esperaban los otros miembros del campamento. En ese momento se decidió el retiro del Esmad y la no utilización de elementos de letalidad reducida. Pese que hubo forcejeos, no se presentaron agresiones, allí la Personería actuó para calmar los ánimos”, agregó el ente. 

Por Redacción Bogotá

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