'Que no quede impune'

En Barrancas, al nororiente de la capital, una pandilla que presuntamente fue responsable de la muerte de un joven de 24 años, en junio de 2012, se disputa el terreno con Los Pascuales.

Santiago Valenzuela
12 de abril de 2013 - 10:00 p. m.
La madre de Eduardo Morales, que padece de cáncer, teme que los responsables del asesinato queden libres.  / Andrés Torres
La madre de Eduardo Morales, que padece de cáncer, teme que los responsables del asesinato queden libres. / Andrés Torres

Han pasado 10 meses desde que Eduardo Morales, de 24 años, murió apuñalado en una esquina del barrio Barrancas. El miedo no ha menguado; los vecinos siguen teniendo la certeza de que en la muerte estuvo involucrada la pandilla Hollywood, que opera en el sector. El temor de los familiares del fallecido es que el supuesto líder de Hollywood, el Negro Salamanca, pasa en frente de su casa todos los días.

En la edición del 20 de julio del año pasado, El Espectador publicó un artículo explicando que para los vecinos era claro que el autor del asesinato había sido Salamanca. “Viven a una cuadra de la madre de Eduardo y todavía roban ahí”, señala uno de los habitantes del sector. Hace un año esta pandilla era reconocida por robar a los transeúntes y vender drogas. Hoy, dicen, se disputa el barrio Barrancas con la banda delictiva Los Pascuales.

El ambiente se ha recrudecido por la tensión entre Hollywood, Los Pascuales y una pandilla emergente que se hace llamar Los Pandas. En medio de este panorama vive la madre de Eduardo. “Sólo salgo de mi casa para ir a la Fiscalía y averiguar por el caso de mi hijo. Quiero vender mi apartamento porque tenemos miedo. Ni la Policía ni los agentes del CTI nos han respondido. Los vecinos tienen miedo de hablar”, dice. Este diario le solicitó a la Fiscalía información sobre el caso, pero luego de 15 días de enviada la solicitud no ha recibido respuesta.

En la mente de la mujer retumban los gritos de ese día: “Y miro abajo, por la ventana, y me acuerdo que Eduardo estuvo a punto de subir a la casa, hasta que escuchó que había pasado algo con su novia y se salió del conjunto a defenderla”. La madre rompe en lágrimas.

Por desgracia, afuera del conjunto había algo más que una pelea. Eduardo murió apuñalado y su hermano también sufrió una herida por un ataque con un arma cortopunzante: “Me preocupa que después de 10 meses la Fiscalía no me haya llamado ni una sola vez”.

Para la familia de Eduardo Morales esta situación se está convirtiendo en una bomba de tiempo: “Al día siguiente del asesinato vinieron del CTI de la Fiscalía. Un vecino de nosotros estuvo dispuesto a hablar, pero no lo escucharon. El hermano de la novia de Eduardo ha estado dispuesto a hablar, pero entre más pase el tiempo el muchacho puede decir ‘ya no me acuerdo’. La novia de Eduardo dice que ya no se acuerda de nada...”, señala uno de los familiares.

No ha sido fácil insistir en la Fiscalía. Desde que Eduardo murió, el cáncer en la lengua del que sufre la madre se ha agravado: “No tenemos ni un centavo. He tenido que hacerme 30 radioterapias y sufro de problemas del corazón”. Además, la familia no ha podido contratar a un abogado que los defienda ante un artículo de prensa que, según la familia, desconoció los hechos de ese día y publicó información falsa, perjudicando el proceso judicial.

El rumor que corre en Barrancas es que la pandilla del Negro Salamanca está disputándose con la banda delictiva Los Pascuales el acceso al barrio Cedro Golf. Teniendo en cuenta que Los Pascuales estarían operando al oriente de la localidad de Usaquén, en el barrio Villa Nidia, Barrancas sería un corredor especial para acceder a barrios exclusivos como Belmira y Cedro Golf.

Según el coronel Reynaldo Rojas, comandante de la localidad de Usaquén, para que la Policía desmantele este tipo de pandillas es necesario que primero se lleven a cabo los procesos judiciales: “La criminalidad en Usaquén se ha reducido en un 30%. El único índice que ha aumentado es el de homicidios por lo que se ha presentado con bandas como Los Pascuales. Ya tenemos una radiografía criminal de la zona y estamos haciendo un inventario para desmantelar a estas bandas. Sin embargo, esto requiere de un proceso judicial, como que se formalicen órdenes de captura”.

En el paisaje de Barrancas es común la presencia de Hollywood: “Al Negro Salamanca lo hemos visto en la droguería porque le da miedo ir a los hospitales para que le cosan las heridas. Como andan peleando con chuzo es seguido que pasan estas cosas”, señala uno de los habitantes del sector. Aunque no todos saben de la existencia de esta pandilla, después de las seis de la tarde las calles de Barrancas están vacías.

svalenzuela@elespectador.com

@santiagov72

Por Santiago Valenzuela

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta política.
Aceptar