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“No tomen decisiones sin nosotros”: Mesa de Cerros de Bogotá

Asegura que allí se ubicaron empresas privadas, universidades y consorcios de la construcción, que vieron en los cerros orientales una oportunidad para generar negocios con conjuntos residenciales de alto valor.

Redacción Bogotá
27 de marzo de 2015 - 02:33 a. m.
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Según la Mesa de Cerros de Bogotá, una organización defensora del territorio de los Cerros Orientales, la omisión del Acuerdo 30 del 30 de septiembre de 1976 por parte de las entidades distritales que tiene a la ciudad en un debate que busca hallar salidas a la situación que se ha venido generando durante unos cuarenta años sobre la invasión y construcción de megaproyectos en los cerros de la ciudad, ha hecho que se invadan terrenos por quienes demandaban el uso de los suelos para vivienda, nuevos barrios y comunidades comerciales.

El Acuerdo 30 del 30 de septiembre de 1976, fue expedido por el Instituto Nacional de los Recursos Naturales Renovables y del Medio Ambiente (Inderena), con el que declaró y delimitó como Área de Reserva Forestal Protectora la zona denominada Bosque Oriental de Bogotá y la cuenca Alta del río Bogotá, como zona Forestal Protectora-Productora.

La colectividad asegura que allí se ubicaron empresas privadas, universidades y consorcios de la construcción, que vieron en los cerros orientales una oportunidad para generar negocios con conjuntos residenciales de alto valor, entre otras construcciones.

En 2005 se inició una disputa legal por el uso, venta y habitabilidad en el territorio. Mientras continuó la disputa, al territorio se le otorgaron medidas cautelares, lo que significó que esas zonas no fueran objeto de inversión social por parte de las secretarías de Ambiente ni las alcaldías locales.

En noviembre de 2013, el Consejo de Estado se pronunció sobre los Cerros y derogó las medidas cautelares entregando responsabilidades individuales y colectivas al Distrito y a la Corporación Autónoma Regional (CAR), entre otras entidades.

Héctor Álvarez, líder de la Mesa de Cerros, en diálogo con el Semanario Voz aseguró que “cuando sale el fallo, hay una esperanza, porque al no haber hecho inversión social en tantos años en el territorio, se creó una vulneración de derechos integrales: como el derecho a un hábitat digno y a un ambiente sano”. Sin embargo, Álvarez asegura que el rol de la actual Administración Distrital ha sido muy tímido, con pocos avances.

Aunque los compromisos fruto del fallo son analizar el terreno, delimitar nuevamente los cerros y adecuar espacios para que las poblaciones vivan bien y sin riesgos en los asentamientos el líder de la Mesa indicó que ellos ven “hacia el futuro muchas presiones sobre los Cerros Orientales, muchos intereses y vamos a ver, a futuro, decisiones políticas con conceptos maquillados. El caso de Chapinero hacia el norte es complejo, quienes tienen la plata para invertir en su mitigación de riesgo son las constructoras, las comunidades populares no. Ya existen ejércitos privados en los alrededores de la calle 140 con Carrera 80, y notifican a los caminantes que esos terrenos son privados’’. 

Por Redacción Bogotá

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