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Las obras que un contratista del IDU dejó abandonadas

Los trabajos para reparar la malla vial en el suroriente de la capital están atrasados desde que estuvieron en manos del grupo Nule y el contratista Julio Gómez.

Verónica Téllez Oliveros
27 de enero de 2014 - 03:30 p. m.
La Unión Temporal Vías Localidades no terminó las losas en la carrera Tercera este, entre otros trabajos.
La Unión Temporal Vías Localidades no terminó las losas en la carrera Tercera este, entre otros trabajos.

Han pasado dos años y medio desde que en Bogotá se conoció públicamente el triste capítulo del cartel de la contratación y la ciudad aún no se recupera de los atrasos dejados por los primos Nule y el investigado contratista Julio Gómez en obras de la ciudad. Uno de estos casos es el de los trabajos de mantenimiento de la malla vial en el suroriente de la capital, que estuvieron a cargo de estos contratistas y luego fueron entregados a un nuevo grupo empresarial, que también acaba de incumplirle al Distrito.

El Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) le confirmó a El Espectador que el pasado 20 de enero caducó una vez más el contrato para el mantenimiento de la malla vial en el suroriente de la ciudad. Ya lo había hecho en 2011 con el contrato 071, tras los múltiples incumplimientos de los Nule y Julio Gómez. Esta vez el contratista Unión Temporal Vías Localidades también tuvo retrasos en sus obligaciones y finalmente, en diciembre de2013, abandonó las obras.

El contrato con la Unión Temporal Vías Localidades fue firmado por el IDU por un valor de $7.500 millones. La tarea de los empresarios era hacer las obras de conservación de la malla vial en las localidades de Santa Fe, Candelaria y San Cristóbal en un plazo de 10 meses, contados a partir del 21 de marzo de 2013.

“Al principio vimos que el contratista empezó con unos retrasos y en noviembre le impusimos una multa por los retrasos en el cronograma de obras que advirtió el interventor. Además en diciembre, la Unión Temporal entregó una carta al IDU donde dice que definitivamente abandona las obras”, cuenta Libardo Celis, subdirector general de infraestructura.

La carta a la que se refiere Celis, es un oficio que el contratista radicó el 26 de diciembre de 2013, en el que “decide de forma unilateral suspender indefinidamente las obras y se presume como una amenaza de parálisis definitiva del contrato. No obstante la amenaza pasó a ser un hecho”, según señaló la interventoría. Pese a que el IDU le recordó al contratista que no tiene la facultad de suspender unilateralmente las obras y le reiteró el deber de atender sus obligaciones contractuales, éste paralizó los trabajos desde el 27 de diciembre de 2013. “Lo que queremos es que se terminen las obras pero tenemos que ser estrictos con los contratistas que no cumplen”, agregó Celis.

Los problemas fueron tan evidentes en el sector donde se realizaba parte de la obra en el barrio Egipto (localidad de la Candelaria), que la Alcaldía Local tuvo que intervenir para pedir explicaciones. Allí, en la carrera 3 Este con calle 10, el contratista debía reparar ambas calzadas de la vía, pero dejó el trabajo sin terminar días antes de la celebración del desfile de Reyes que se realiza tradicionalmente en este sector en el festivo del 6 de enero. La comunidad y la Alcaldía pidieron al IDU que el carril faltante se tapara provisionalmente para realizar el desfile.

Actualmente hay tres frentes de obra en la Candelaria y San Cristóbal, donde el contratista alcanzó a avanzar en el 30% de sus obligaciones. Sin embargo, faltan siete tramos donde ni siquiera comenzó. El contratista argumentó como causas para terminar el contrato unilateralmente, que el suyo era un “caso de fuerza” mayor debido a la falta de liquidez para cumplir el contrato y la ausencia de condiciones para ejecutarlo (como la inseguridad en algunos puntos de las localidades).

Ahora, el IDU estudia cuál alternativa jurídica escogerá para que por fin pueda terminar las obras proyectadas desde 2008. Una de ellas es que la aseguradora tome posesión del contrato y se lo entregue a un nuevo grupo para que acabe la tarea; otra opción es hacer una nueva licitación que se adjudicaría entre junio y julio para que en agosto comenzaran obra; y la tercera es entregarle el actual contrato al segundo proponente que quedó en la lista de la adjudicación hecha en 2012. En una semana la entidad espera tener una respuesta al respecto. De cualquier forma la aseguradora responderá por el dinero del contrato.

Por Verónica Téllez Oliveros

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