Ocho patrulleros de la Policía se recuperan aún de las heridas que les produjo la explosión registrada en la mañana del domingo en el barrio La Macarena, del centro de Bogotá. De 26 uniformados que llegaron al Hospital Central de la institución, poco a poco han sido dados de alta. Sin embargo, aún permanecen quienes tienen las lesiones más graves y de riesgo. El centro hospitalario reportó este martes que tres policías siguen en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Uno de ellos, en grave estado de salud. (Lea: Petardo en La Macarena: ¿otra acción del Eln?)
Se trata del patrullero Albeiro Garibello Alvarado, de 23 años y quien hasta ayer tenía un reporte reservado. Luego de varios exámenes especializados, los médicos le diagnosticaron muerte cerebral. “Se procede a realizar gammagrafía cerebral (procedimiento con rayos gamma) que comprueba la ausencia de flujo sanguíneo lo que es conducente con signos radiológicos y clínicos de muerte cerebral”, indica el último reporte del Hospital. Debido a la situación, la institución está prestando acompañamiento psicosocial a los familiares de Garibello.
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Jhon Arley Herrera, el uniformado que reportaron inicialmente como fallecido tras el ataque, también continúa en la UCI. El dictamen médico indica que presenta trauma de cráneo. Herrera tiene esquirlas cerebrales y traumas en su ojo derecho, aunque, por fortuna, no está comprometido el globo ocular. Se espera que tras la última valoración del departamento de neurocirugía del Hospital, se pueda trasladar a piso para hospitalización. El tercer patrullero en cuidados intensivos es Fidel Cubillos Roncancio, quien solo ha tenido una mejoría de su tensión arterial. Cubillos permanece con trauma abdominal, lo que ha ocasionado inestabilidad de sus signos vitales.
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Cinco pacientes (Cristian Castro Castillo, Ronald Casallas Ríos, Néstor Pineda Patiño, Lugyeni García Arévalo y José Flórez Polo), permanecen hospitalizados y están fuera de peligro. Sin embargo, cuatro primeros poseen serias complicaciones en sus ojos. Castro y Pineda presentan pérdida funcional en uno de sus ojos. Casallas y García tienen “cuerpos extraños intraoculares múltiples”. Por su parte, Flórez tiene trauma abdominal y torácico. Flores tiene muy comprometido su ojo izquierdo, por presencia de cuerpos extraños y una hemorragia vítrea severa.