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“Que la Personería deje de ser un palacio oscuro”: Carmen Teresa Castañeda

La funcionaria, que se posesionó ayer, contó con la venia de 37 de los 45 concejales. Pone entre sus retos las consecuencias que traigan los acuerdos de paz para Bogotá y combatir la violencia contra la mujer.

Carlos Hernández Osorio
26 de mayo de 2016 - 04:51 a. m.
Carmen Teresa Castañeda es  abogada oriunda de Bucaramanga (Santander), con especializaciones en derecho procesal, penal y disciplinario. / Cristian Garavito
Carmen Teresa Castañeda es abogada oriunda de Bucaramanga (Santander), con especializaciones en derecho procesal, penal y disciplinario. / Cristian Garavito
Foto: CRISTIAN GARAVITO

En el atropellado proceso para que el Concejo de Bogotá termine de elegir a los jefes de los organismos de control, solo resta culminar con la elección del contralor, después de que ayer la corporación posesionó a Carmen Teresa Castañeda Villamizar como personera distrital. Para su designación contó con el respaldo de 37 de los 45 concejales (dos votaron en blanco y seis no asistieron).

Los organismos de control, como lo recordó ayer el concejal Jorge Torres (Alianza Verde), tienen una deuda con la ciudad, pues en los últimos tiempos “han estado involucrados en el cartel de la contratación, han guardado silencio ante hechos de corrupción o se han preocupado más por chantajear a la administración de turno, que por cumplir su labor”. Castañeda, por eso, considera que su principal reto es “hacer resplandecer la Personería, que no siga siendo un palacio oscuro y triste, sino un lugar donde la gente pueda ir a que le presten la mano”.

Su misión, como garante de los derechos humanos en Bogotá, se centrará en asumir el reto que conllevará la suscripción de los acuerdos paz, incluyendo “las consecuencias que traigan en convivencia y seguridad ciudadana”. A eso le sumará, dijo, un combate contra la violencia que afecta a las mujeres. También deberá vigilar las actuaciones de 40.000 servidores públicos del Distrito y sacar dotes de gerente para ejecutar un presupuesto que rodea los $120.000 millones al año.

¿Quién es?

Castañeda Villamizar es una abogada oriunda de Bucaramanga (Santander), con especializaciones en derecho procesal, penal y disciplinario. En esa ciudad fue fiscal y comenzó su carrera en la Procuraduría, donde se desempeñó hasta antes de su elección en la Personería como procuradora judicial de Bogotá. En su discurso de posesión, de hecho, recordó entre lágrimas que en este último cargo asumió el caso de la periodista Jineth Bedoya, abusada sexualmente por paramilitares en el 2000 en medio de un cubrimiento para El Espectador.

En su carrera a la Personería fue impulsada inicialmente por el liberalismo y luego se ganó la empatía de la mayoría de concejales. “Hice campaña uno a uno”, recordó. Al tiempo, fue cuestionada por la relación que sostiene con Luis González, su compañero sentimental y director nacional de seccionales y de seguridad ciudadana en la Fiscalía.

Las razones de sus críticos apuntan a que ella estaba inhabilitada porque González, producto de su cargo, ejerce autoridad en Bogotá, y a los candidatos a personero ese tipo de vínculos los saca del juego. Sin embargo, la Universidad Nacional, encargada de la mayor parte del proceso de elección, incluyendo la evaluación de experiencia, hoja de vida y posibles inhabilidades de los candidatos, rechazó las reclamaciones en ese sentido. Este diario conoció que, de todos modos, el martes pasado se interpuso, al menos, una tutela ante un juez con esos mismos argumentos, la cual está en estudio.

La nueva personera insistió, una vez se posesionó, en que el nombre de su compañero “ha sido maltratado en medio de este ejercicio político”, pues no existe inhabilidad alguna. Sobre quienes han querido sacarla del juego esgrimiendo dichos argumentos, declaró: “son estilos, y uno contra eso no puede hacer nada. Son posiciones respetables”.

La elección de Castañeda, a su vez, demostró que la coalición de Gobierno (Cambio Radical, Alianza Verde, Centro Democrático, La U, liberales y conservadores) pudo ponerse de acuerdo alrededor de un nombre, como era la idea desde un comienzo, e incluso ganó apoyos de otros partidos, como Libres, MIRA y el Polo (en este último contó con el voto de Álvaro Argote y Celio Nieves; Nelson Castro y Venus Albeiro Silva no votaron, mientras que Manuel Sarmiento lo hizo en blanco).

Los concejales se concentrarán ahora en la elección de contralor, un proceso que, aunque también incluyó un componente meritocrático que estuvo a cargo de la Universidad Nacional, tiene un carácter político mucho más marcado. Esto se explica porque, mientras en el caso de la Personería era elegido el candidato con mayor puntaje después de pasar por la prueba escrita, la evaluación de estudios y experiencia y la entrevista ante los concejales, para la Contraloría no es obligación elegir a quien obtenga el mayor puntaje.

Todo parece estar listo para elegir como jefe de este organismo de control al exgobernador de Boyacá Juan Carlos Granados, cuyo nombre lo propuso Cambio Radical, la bancada mayoritaria. El martes pasado, una vez hizo su exposición, contó con el apoyo contundente de 39 concejales: 34 lo calificaron con 10; dos más le dieron 9,5 y otros tres, 9. Es el más probable ganador, a pesar de que tras la prueba escrita y la valoración de experiencia y estudios ocupó el puesto 37 entre los aspirantes.

Por Carlos Hernández Osorio

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