En la Comisión del Plan, la concejal Liliana de Diago realizó debate de control político a la Administración Distrital por las consecuencias de la expedición de Decreto 310 del 25 de julio de 2014, el cual elimina la llamada Ley zanahoria y da vida a la extensión de la rumba.
La cabildante le propuso a la Administración Distrital que establezca el toque de queda para los menores de edad en las localidades que tengan horario extendido de rumba, esto, en busca de orientar y proteger antes que reprimir.
En este sentido, solicitó a la Secretaría de Gobierno establecer los mecanismos justos y necesarios para la adopción de esta medida, la cual deberá ir acompañada de un programa pedagógico.
La cabildante señaló que este tipo de decisiones, como extender la rumba hasta las 5 a.m., no deben tomarse a la ligera. “No puede ser el argumento principal de la Administración Distrital que esta medida va a acabar con los llamados amanecederos y sitios clandestinos a los que algunas personas acuden después de las tres de la mañana. Considero que si una persona sale a continuar la rumba después de las tres de la mañana también lo hará después de las cinco, seis o siete de la mañana o a cualquier hora del día”.
En el debate solicitó con urgencia al alcalde Mayor, a la Secretaría de Gobierno y a los entes de control evaluar la medida con responsabilidad, ya que en dos fines de semana no se puede apreciar con objetividad cuáles son y cuáles serán las consecuencias de extender la rumba en la capital.
“Durante 20 años la Ley zanahoria ayudó a crear conciencia en la población, a fortalecer la seguridad ciudadana y el orden público”, concluyó.