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Uno de los temas por los que más han criticado al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, durante su gestión fue por los cambios que se hicieron en el modelo de aseo. A dos meses de terminar su mandato los cuestionamientos continúan y esta vez desde el Concejo de Bogotá pidieron estar atentos a la licitación que dejaría andando el Distrito para impedir que se pongan “camisas de fuerza” al gobierno de Enrique Peñalosa, que comienza a partir del primero de enero de 2016.
“Se acabó el gobierno Petro y el modelo de aseo que él llamó transitorio se convirtió en permanente. Pasaron dos años desde que sacó a sombrerazos a los operadores de aseo y luego los llamó para volverlos a contratar y no hizo la licitación para garantizar un modelo estable para el servicio de aseo en la ciudad. En el tema de las basuras es evidente que la administración de la Bogotá Humana improvisó desde diciembre del 2012. Y hoy todavía están por verse los resultados de un modelo que ni solucionó el problema de los recicladores en la ciudad ni logró que los bogotanos asumieran el reciclaje como una tarea cotidiana. Su modelo de ‘Basura cero’ que buscaba que la ciudad llevara cada vez menos basura al relleno sanitario de Doña Juana, quedó en ceros”, indicó la concejal Lucía Bastidas.
“A menos de dos meses de terminar el gobierno es urgente estar atentos a la licitación que esta administración dejará andando para que no le ponga camisas de fuerza al nuevo gobierno”, agregó.
La cabildante manifestó su total respaldo al fallo de la Corte Constitucional que ordenó que cualquiera fuera el modelo de aseo que se pusiera a funcionar en la ciudad los recicladores tendrían que hacer parte del negocio. La Bogotá Humana, según Bastidas, les ha entregado una remuneración pero no ha cumplido con la obligación de hacer una licitación en la que se respete la libre competencia y se le dé estabilidad al modelo.
Denunció que la Administración “debe las cifras de las que tanto alardea en el sentido de que ese modelo no da pérdidas. Nos deben también las explicaciones de qué ha pasado con la flota de compactadores, frente a múltiples denuncias de falta de mantenimiento y desmantelamiento de algunos vehículos para arreglar otros. El sindicato, que tiene por qué saberlo, asegura que Aguas de Bogotá da pérdidas millonarias en el tema del aseo”.
Finalmente, Bastidas asegura que el Distrito se puede encontrar un grave problema, pues “la empresa Aguas de Bogotá tiene 3.523 trabajadores a quienes se les vence el contrato en diciembre, y lo más probable es que antes de irse el alcalde Gustavo Petro renueve esos contratos y le ponga trabas a la entrante administración que tiene el gran reto de solucionar los problemas de las basuras”.