Desde que se comenzó a estudiar la implementación de dispensadores de condones en varios puntos de Bogotá el concejal Marco Fidel Ramírez manifestó su oposición con la iniciativa, argumentando que esto podría incentivar los encuentros sexuales y provocar contagios y embarazos no deseados en lugar de prevenirlos.
Días después de conocerse que el Cabildo Distrital aprobó el proyecto de acuerdo de autoría de la concejal Liliana de Diago, el cabildante nuevamente se opuso y le solicitó al alcalde Gustavo Petro no sancionar el acuerdo, pues según Ramírez, la iniciativa debe objetarse por vicios de trámite en su aprobación.
Ramírez considera que no se cumplieron los requisitos establecidos en el Acuerdo 143 / 2005, donde se estableció el Comité Distrital de promoción y prevención de enfermedades de transmisión sexual, órgano consultivo que no emitió concepto al respecto.
Así mismo, el cabildante afirmó que en el Oficio 2014EE105341 de Noviembre 21 /2014 de la Secretaría de Salud, se especifica que la entidad: “…no cuenta con los recursos necesarios para la adquisición, mantenimiento y suministro de los condones y dispensadores…”, desconociéndose su impacto fiscal.
“Es preciso aclarar que es un mensaje inconveniente considerar que con la masificación del uso del condón se tendrá una sexualidad más segura ante las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS)”, indicó.
En noviembre del año pasado, cuando comenzó el debate al respecto, Ramírez criticó duramente el proyecto que busca la instalación de dispensadores de condones en portales de Transmilenio, universidades, restaurantes, bares y discotecas.
“Los preservativos no tienen garantías de seguridad. Colombia necesita más valores y menos condones. Bogotá no está preparada para adoptar con responsabilidad la distribución y uso masificado y abierto de condones a precios más accesibles. No hay cultura de prevención en la población adulta sexualmente activa’’, dijo en ese entonces.