El concejal Hosman Martínez denunció que los relojes de las estaciones de Transmilenio de las fases I y II no funcionan. Asegura que cinco años después del anuncio del desmonte de éstos, aún no se ha efectuado, y dice que el mantenimiento de cada reloj cuesta dos millones de pesos.
“En Bogotá hay 406 relojes ubicados en las torres verticales de TransMilenio que indican el nombre de la estación. Estos informadores electrónicos de tiempo se encuentran en total deterioro y abandono por parte de la entidad, algunos no cuentan con minuteros, otros no marcan la hora correcta o simplemente el polvo los ha cubierto”, señala el cabildante.
Durante 2009, el entonces gerente de Transmilenio, reconoció que tan sólo la mitad de la totalidad de los relojes funcionaban con normalidad, 101 estaban desprogramados y 87 dañados. Asegurando que al Distrito le costaba dos millones la reparación de estos aparatos y el retiro de los relojes se realizarían con prontitud.
“Hoy, cinco años después, el actual gerente, Fernando Sanclemente, no ha desmontado los relojes y uno de los servicios que ofrecía este sistema masivo de transporte desde el año 2000 ha fracasado, prueba de esto corresponde a que ninguna estación de la fase III cuenta con relojes”, agregó Martínez.
En un recorrido que hizo el concejal por la estación Av. El Dorado, evidenció que hay dos torres verticales, cada una de éstas con dos relojes para un total de cuatro informadores electrónicos que indican horas diferentes a la real.
“Todos los espacios de la capital deben brindar un buen aspecto y ser funcionales en la sociedad. El detrimento patrimonial es evidente; es ilógico invertir recursos en sistemas que tienen una vida útil corta. Hoy, le hacemos un llamado a la administración y Transmilenio para que estos relojes sean retirados lo más pronto posible, ya que su disfuncionalidad le dan un mal aspecto a la ciudad”, concluyó el cabildante.