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La construcción de la primera pista profesional de BMX en la ciudad, en inmediaciones del humedal Salitre, abre una nueva controversia entre los ambientalistas y el Distrito. Si bien, según la administración, la obra cumple con todos los requisitos de ley y beneficiará a casi 279.000 deportistas, para los defensores de las zonas protegidas con este proyecto la administración está poniendo en riesgo el ecosistema, al aprovechar la ausencia de un plan de manejo ambiental.
El escenario que abre esta nueva polémica se construirá en la localidad de Barrios Unidos, detrás del Salitre Mágico. Según el diseño, se intervendrán 13.000 metros cuadrados, en los que ubicarán una pista de 400 metros, con dos circuitos paralelos, zonas de pits, calentamiento y recuperación. En total se invertirán $ 7.600 millones en un complejo que aspiran tener listo en mayo del próximo año y en el que esperan realizar competencias internacionales.
A pesar de que los que practican este deporte celebran la decisión, para Jorge Escobar, miembro de la Fundación Humedales Bogotá, la obra es la muestra de la falta de interés del Distrito frente a los temas ambientales. “La obra presenta un vacío jurídico por la ausencia de un plan de manejo del humedal y un vacío en la socialización del proyecto”. Por eso, desde ahora anuncian acciones legales.
Vacío legal
El principal argumento de los detractores de la pista apunta a una presunta omisión de la Secretaría de Ambiente. El Humedal Salitre fue declarado zona protegida en el 2011 y la Secretaría debía diseñar un plan de manejo, para prevenir afectaciones a la fauna y a la flora con futuras construcciones. Aunque este documento debía estar listo este año, sigue en veremos.Ante la ausencia de este documento, que fija los lineamientos para autorizar cualquier obra en inmediaciones de zonas protegidas, y la necesidad de sacar adelante el proyecto, el Distrito se amparó en un concepto de la propia Secretaría de Ambiente, según el cual las obras en un parque metropolitano solo requieren directrices para que todo se ajuste a las normas de construcción en un lugar ambiental.
Según Óscar López, subdirector de Ambiente, una vez el IDRD informó sobre el proyecto y sus características, la entidad adelantó los estudios necesarios para confirmar que la pista estuviera en el límite legal y no violara ninguna norma ambiental. “La Secretaría confirmó que la pista respeta los 30 metros establecidos para la protección del humedal, como lo establece el plan director del Parque Simón Bolívar”.
Aunque la Secretaría reconoció que aún no están listos los diseños del plan de manejo ambiental del humedal, se está haciendo un seguimiento a las obras. “Actualmente estamos haciendo un seguimiento en la zona, nuestro equipo se desplaza hacia el lugar; lo evalúan y establecen si hay afectación. Todo ha quedado consignado en expedientes”.
Sin medir el impacto
Sin embargo, los argumentos del Distrito resultan débiles para los defensores de los humedales. Jorge Escobar, miembro de la Fundación Humedales Bogotá, aseguró que el contratista no ha demostrado tener estudios sobre el impacto que tendrá la pista sobre el Humedal Salitre. “El IDRD ignora el tema, porque este ecosistema, desde el año 2011, tiene un poco más de tres hectáreas, 106 especies de aves y 16 de árboles y, aun así, carece de un plan que lo proteja”.Por su parte, Juan Miguel Maldonado, residente de la localidad de Barrios Unidos, señala que la administración está aprovechando un concepto ambiguo de Ambiente, en el que se especifica que se puede empezar a construir en los humedales a partir de los 30 metros, desde el borde de la zona inundable, “desconociendo todos los biológicos, topográficos y cartográficos que dejan claro que eso no es una distancia suficiente para que el ecosistema salga ileso”.
Por eso, advierte que a pesar de que la pista no está en la ronda, sí está en inmediaciones y será inevitable el impacto al ecosistema. “Desde el 2016 hemos estado a la espera del plan de manejo del humedal. Por ahora no ha pasado nada y esto da aval para que los constructores puedan ceñirse al plan director del Parque Simón Bolívar, sin tener en cuenta que el humedal no es un parque, sino un ecosistema”, sostienen los defensores.
Todo en regla
A pesar de los reclamos, Santiago Zuluaga, supervisor de la pista BMX, insiste en que todo está en regla y que como parte del “proyecto se tramitaron todos los permisos, entre ellos los de tala de 70 individuos, así como los de curaduría, ya que la pista contará con una estructura de 13 metros. El proyecto se ajustó de tal manera que, por ejemplo, la edificación no quedará al lado del humedal sino al fondo, para minimizar el impacto.El subdirector de construcción del IDRD, Mauricio Reina, fue más preciso al señalar que el proyecto cumple todas las normas. “Lo que nos dice Ambiente es que debemos dejar 30 metros de distancia o zampa (zona de protección ambiental) y así lo hicimos. Además, es una obra que la comunidad necesita, tenemos más de 279.000 personas que se van a beneficiar. Actualmente, no hay un lugar en la que profesionales y aficionados puedan practicar este deporte”.
Ante los argumentos del Distrito y la decisión de seguir adelante, ambientalistas preparan una acción popular, en la que le pedirán a un juez que obligue al Distrito a presentar un plan de manejo del humedal, con el fin de establecer si realmente la obra genera impactos sobre el ecosistema o no y en caso tal definir las compensaciones a la comunidad.