Un caldeado debate se libró este viernes en el Concejo de Bogotá por cuenta de un enredo jurídico en la elección del contralor distrital encargado, considerando que este domingo el titular, Diego Ardila, terminará su período de cuatro años.
Argumentando que se debe garantizar un reemplazo provisional mientras se surte el proceso para escoger al sucesor de Ardila, la mesa directiva de la corporación decidió convocar al proceso; sin embargo, en opinión de algunos cabildantes el Concejo no es competente para la elección provisional.
Por ello, concejales como Jorge Durán o Antonio Sanguino se aparataron de la discusión, manifestando que la elección de un contralor encargado podría considerarse por los órganos de control como una falta disciplinaria. De hecho, la sesión de este viernes contó con la participación de la Procuraduría.
“No existe norma alguna de rango constitucional, legal o reglamentario que faculte al Concejo de la ciudad para elegir un ‘contralor distrital encargado’. Particularmente, el Estatuto Orgánico del Distrito Capital no vislumbró tal evento (…) En caso que el Concejo procediera a tal elección, en mi opinión, se estaría extralimitando en sus funciones”, aseguró Sanguino.
Ante la controversia, el Concejo optó por discutir este viernes el mecanismo como realizará la elección, postergando así el nombramiento de un encargado. Tal elección se surtiría este lunes.
La convocatoria para elegir tanto contralor como personero en propiedad, procesos que también están a cargo del Concejo, ni siquiera se ha abierto. La encargada de definir los términos en que se hará es la mesa directiva de la corporación, integrada por el presidente, Roberto Hinestrosa (Cambio Radical) y los vicepresidentes Álvaro Argote (Polo) y David Ballén (la U).
La segunda a bordo en la Contraloría Distrital es la contralora auxiliar Ligia Inés Botero, quien tiene la primera opción para asumir el encargo, aunque eso lo definirá el cabildo por votación y dependiendo de los postulados.