La Secretaría de Salud fue ayer el centro de la críticas por el lanzamiento de la Línea Técnica de Atención a la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que atenderá los casos cubiertos que establece la sentencia C-355 de la Corte Constitucional: cuando la continuación del embarazo constituye peligro para la vida o salud de la mujer, cuando exista grave malformación del feto que haga inviable su vida y cuando el embarazo sea el resultado de una conducta debidamente denunciada constitutiva de acceso carnal o acto sexual sin consentimiento o abusivo.
Ante el anuncio, concejales como Clara Sandoval salieron al paso. “Antes de invertir en promover el aborto, deben prevenir el crimen que implica esa conducta. El dinero debe ir para ayudar a las niñas a tomar otra decisión de vida, apoyo psicológico y condiciones socioeconómicas para combatir este delito”, afirma.
El Distrito anunció que la coordinación de la política que le da cumplimiento a una orden de la Corte Constitucional, que encabezará la Secretaría Distrital de Salud, se hizo en alianza con el movimiento social de mujeres de la ciudad y el Consejo Consultivo de Mujeres, que han estado de acuerdo con la despenalización del aborto en todas sus formas.
Seguramente, la puesta en marcha de la línea será cuestionada también durante la próxima semana en el Concejo distrital, pero es la sentencia misma de la Corte la que conmina al Distrito a crear este tipo de programas.
Las cifras de la interrupción del embarazo
De acuerdo con las cifras presentadas por la Secretaría de Salud, entre 2006 y 2011 el sistema de salud de la capital registró 1.143 procedimientos de aborto voluntario. En el mismo periodo de tiempo se presentaron solo cuatro casos en los que las madres fallecieron al practicarse procedimientos de manera ilegal.
Según las instituciones prestadoras de servicios de salud, el 59% de las mujeres que interrumpieron voluntariamente su embarazo presentaban un alto riesgo para su vida si continuaban con él.
Según la Organización Mundial de la Salud, de los 210 millones de embarazos anuales en el mundo, 80 millones son no planeados, es decir dos de cada cinco. Además, 46 millones (58%) de los embarazos no planeados terminan en aborto, 19 millones de ellos en países donde la práctica es ilegal.