Frente al triste caso de un niño de cuatro años que perdió la vida en las últimas horas en la localidad de Bosa, al sur de la ciudad, la Policía Metropolitana de Bogotá preliminarmente sostiene que el fallecimiento del menor fue accidental y no provocado, apuntando esta teoría que falleció de asfixia mientras jugaba entre una pared y un camarote.
Según la Policía, al parecer el menor perdió el oxígeno cuando quedo suspendido entre el camarote y la pared. Posteriormente, sus padres lo llevaron a un centro asistencial de la zona, pero los esfuerzos médicos fueron en vano.
De igual forma, la Policía Metropolitana de Bogotá manifestó que continúa en la investigación, partiendo de la necesidad de proteger la integridad y la vida de los niños y niñas de la ciudad.
Se espera que en las próximas horas, las autoridades entreguen un reporte completo sobre la investigación realizada por la muerte del menor.