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"Puede que roben, pero por las esquinas": Petro

Afirma que en el Distrito no hay un cartel de la contratación. Dice que no hubo corrupción en la renegociación del contrato con los operadores de Transmilenio.

Alexánder Marín Correa, Juan David Laverde Palma
10 de agosto de 2014 - 03:38 p. m.
El alcalde Gustavo Petro defiende la renegociación de los contratos de TM. Insiste que en su gobierno se desmontó la estructura corrupta que dejó la pasada administración.  / El Espectador
El alcalde Gustavo Petro defiende la renegociación de los contratos de TM. Insiste que en su gobierno se desmontó la estructura corrupta que dejó la pasada administración. / El Espectador

Tras las denuncias por posible corrupción, especialmente en contratos de movilidad, el alcalde Gustavo Petro insiste que en su administración no hay cartel de la contratación y menos estructuras como las que él denunció en la época de los Nule y de Samuel Moreno. Aunque reconoce que pueden existir problemas, no son de las dimensiones que los quieren hacer ver. Defiende la renegociación con los operadores de Transmilenio (TM), dice que no hubo corrupción y que logró un beneficio para la ciudad.

¿Qué piensa de las criticas que le hizo el concejal Carlos Vicente de Roux?

Dice que los contratos de Transmilenio, el de Servicios Integrales para la Movilidad en Bogotá (SIM) y Eucol se cortaron con la misma tijera y eso es falso. Me hubiera gustado su crítica en 2012, cuando empezamos a hablar de esto.

Pero él dice que hubo contratos a dedo.

Es falso. No he metido operadores diferentes. Eso es una injuria.

¿Tomará acciones judiciales en su contra?

No, porque él es un compañero y amigo. Él debe es acercarse a la administración para conocer toda la información que tenemos.

¿Y las denuncias en las localidades?

En los Fondos de Desarrollo Local no examinan el avance que ha tenido la ciudad en cuidar los recursos que se les entregan a los alcaldes locales. La ciudad ha ganado en términos de indicadores, ya no hay concentración de la contratación.

Pero hay denuncias concretas...

No puedo decir que no se hayan cometido indelicadezas, que alguien se corrompa, pero hay avances. Con los fondos, pese a seguir con alcaldes que nos entregaron las Juntas Administradoras Locales (JAL), incluso con ese peligro, por primera vez en 20 años se hicieron 200 kilómetros de malla vial local.

¿Qué opinión tiene de su concuñado Carlos Gutiérrez?

La de muchos millonarios. Educado en una cultura del incremento de la riqueza, poco apropiada para un país tan desigual. Es uribista y por eso poco amigo político mío.

¿Gutiérrez financió alguna de sus campañas?

Que recuerde, no. Mi financiación ha sido a través de deudas con los bancos, excepto la presidencial. Así me he mantenido en la vida política.

¿Por qué hay esa sensación de que Gutiérrez mete mucho la mano en el Distrito?

Acá se mueven lobbys empresariales, que buscan personas cercanas al Alcalde. Los medios les han asignado a cinco personas el epíteto de los hombres fuertes del Distrito, que le hablan al oído al alcalde. Eso genera un mercado a su alrededor, pero yo les he dicho a los funcionarios que no debe existir ninguna relación con mis familiares o allegados.

Dicen que Gutiérrez es el Emilio Tapia de su administración.

En vez de decir “dicen”, que lo demuestren. Cuando hablé de Tapia lo demostré con un informe.

Ese informe lo hizo con Carlos Vicente de Roux y ahora él hace serias denuncias en su contra.

Las está haciendo sin el informe.

¿Le pide a De Roux que haga un informe como el que ambos hicieron en 2010?

Esa es la diferencia con lo hecho cuando denunciamos lo que ocurrió en la administración de Samuel Moreno.

¿Cree que son ligeras las críticas de De Roux?

Habló de contratos cortados con la misma tijera y es falso. No quiere decir que la modificación del contrato SIM, que desconocimos, no tenga serios problemas.

Pero esa modificación la hizo su exsecretario de Movilidad.

Se publicó el 10 de abril y ¿dónde estaba yo? Fuera de la administración. No digo que me exculpen, pero mi responsabilidad ahora es desbaratar ese contrato. Si el privado no acepta, vamos a los tribunales.

¿Iniciará acciones legales contra su exsecretario?

Ya las tiene y espero que salga bien. Él tiene una responsabilidad de otro tipo.

La venta del lote de Julio Gómez a sus parientes políticos o la comisión de los operadores al expersonero Herman Arias, ¿no era similar a lo que ocurría en la anterior administración?

Qué tiene que ver conmigo el expersonero Arias o Carlos Gutiérrez, que se casó con mi cuñada. Arias es el vocero de los operadores, pregúnteles a ellos. Y Gutiérrez, que no es familiar mío porque no soy Gutiérrez, le hizo un préstamo a los Nule y lo tumbaron. ¿Acaso me he enriquecido con eso, soy su socio o he metido al Distrito en eso? Otra cosa es la intención de ensuciarme. Si me van a ensuciar que sea con algo de responsabilidad de esta administración.

¿Reconocería negligencia en algunos episodios?

Veníamos de una administración que robó de forma planificada y premeditada, incidiendo en las instituciones más ricas del Distrito, con ayuda del alcalde, sino no lo hubieran podido hacer. En esta administración puede que roben, pero por las esquinas. Acá no hay una operación como esas.

¿Creen que han robado?

Quizás nos puedan criticar, porque un alcalde local le entregó a una fundación $500 millones y no logramos percatarnos… quizás. Pero hay un cambio de lo que fue la anterior alcaldía entregada a la corrupción a una guiada por el interés general.

¿Hay cartel de la contratación en su alcaldía?

No, y si alguien en octavo grado de consanguinidad intenta meter su mano aquí … ¡se va el funcionario! De los que han salido, que me han criticado por improvisación en el gabinete, muchos se han ido por sospecha.

Julio Gómez dijo que acá se repite lo que se dio en la alcaldía de Samuel Moreno. ¿Qué le dice?

Dijo que el sistema de contratación es corrupto per se y habla de las leyes, algo que no discuto, porque hay licitaciones que pueden ser trampeadas y difícilmente detectables. Pero que no diga que no hemos hecho nada por desmontar la corrupción. Por ejemplo, rescatamos la red hospitalaria de las fauces de sus concejales amigos y de gente como él.

Renegociación

Lo cuestionan por renegociar contratos de TM. ¿Si tenía tiempo para licitar, por qué lo hizo?

Había un hecho político y otro judicial. El político: el debate de Guillermo Asprilla en diciembre de 2011 en el Concejo, donde dijo que había que renegociar porque las tarifas técnicas estaban sobrevaloradas, ya que se habían pagado los buses. El judicial, un fallo del Tribunal Administrativo de noviembre de 2011 (antes de posesionarme) que daba tres meses para modificar los contratos concertada o unilateralmente. El fallo fue apelado y sigue en el Consejo de Estado, pero lo cumplimos.

¿Por qué cumplir un fallo que no está en firme?

El que no esté en firme, no significa que no exista. Cumplimos con una renegociación beneficiosa desde el punto judicial y para la ciudad. Estábamos obligados a cumplirla.

Pero había tiempo para la licitación.

Dicen que en 2012 debíamos licitar, pero según el tiempo de las flotas, aspecto para saber cuándo finaliza el contrato, la fase 2 se debía licitar en 2015 y la 1 a finales de este año. Es decir, no era licitable. Este proceso tarda dos años, no sólo por los términos, sino por lo que dura la entrega de los buses.

A este paso, ya la hubieran adjudicado.

Si lo hubiéramos hecho en el segundo semestre de 2012 y, sabiendo que entre diciembre de 2013 y febrero salían 700 buses, hubiéramos tenido seis meses con déficit de vehículos. Nos hubiera pasado lo mismo de los camiones de la basura, pero con gente.

¿Cómo se dio la renegociación?

TM venía desarrollando mesas de trabajo desde 2011 para lograr una modificación de mutuo acuerdo. No fue invento mío, ya estaba en marcha. Luego fue ordenada por el tribunal. Fue un año de peleas con los operadores.

Si antes de Fernando Sanclemente ya había un acuerdo con los operadores, ¿por qué vuelven a empezar?

Sanclemente quiso revisar las propuestas antes de firmar.

¿Qué buscaba en la renegociación?

Reducción de la tarifa técnica y articular la fase 1 y 2 con el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). Por primera vez los operadores se sentaron a ver en cuánto bajaban la tarifa y no cuánto subía. Un experto como Hugo Palacio nos recomendó preparar licitaciones y renegociar mientras se adjudican. Estamos estructurando las licitaciones, no ahora por la crítica, sino desde antes bajo el modelo del SITP.

¿Qué se logró?

Se eliminó el pago de kilómetro por pasajero, que hacía que los buses fueran a reventar, ya que los operadores ganaban más si con la misma máquina llevaba más gente. Se cambió a pago por kilómetro recorrido, como es en el SITP. También logramos la integración operacional y tarifaria, y que ahora es el Alcalde el que fija la tarifa y no como antes, que la aprobaban los operadores.

¿Pero se amplió la vida de los buses?

Sí, pero los operadores querían 300.000 kilómetros y logramos bajarlo a 240.000. Aunque con el pago por kilómetro recorrido se pueden ver más buses vacíos, si Transmilenio los pone a trabajar más, el contrato acabará más rápido. Si no hubiera actuado como lo hice, hoy tendríamos un problema por el aumento de pasajeros y falta de los buses.

¿Por la rebaja del pasaje, cuánto ha transferido Transmilenio a los privados para completar la tarifa técnica?

Es que le estoy cobrando al pasajero más de la tarifa técnica en las horas pico y menos en las horas valle. Estamos en equilibrio. Es un sistema de subsidio cruzado que benefició al usuario y los operadores han recibido más plata, porque aumentaron los pasajeros.

¿Cuanto le tocará pagará al Distrito o a Transmilenio por estas prórrogas?

No tiene costo para el Distrito, solo beneficios. Al bajar la tarifa técnica, rebaja el porcentaje que recibe TM, que ha sido como $4.000 millones. Sin embargo, como para los operadores terminó el retorno por el pago de los buses, ese diferencial se reparte entre TM y ellos.

¿Hay un conflicto entre operadores, que están salpicando al Distrito?

Sí, porque la flota de la fase 1 y 2 está congelada y la de la fase 3 está creciendo. Y no aumenta, porque con eso el contrato se prorrogaría en el tiempo y no lo queremos. La congelamos, porque vamos a dar paso a la licitación.

Pero hablan de corrupción en la renegociación.

Ahí no aparece indicio de corrupción, sino una defensa del interés general. Es una actuación que la gente después valorará.

A pesar de su defensa, no paran las críticas.

Me podrán descuartizar y decir que soy un corrupto, pero por primera vez logré rebajar el pasaje para la gente. Puede que la renegociación tenga cosas cuestionables, pero los críticos no conocen los detalles y hacerlo así es una injuria contra la administración.

¿Si ya había firmado la renegociación, por qué en enero dijo que había que renegociar?

Tenemos un problema más complejo: el SITP. Todos los contratos del SITP los heredamos. Hemos concluido que el SITP (fase 3 y los buses azules) tiene un déficit estructural y se debe renegociar.

Pero usted habló de la fase 1 y 2, que fueron las que generaron el caos a comienzo de año.

Ese caos lo ocasionó la política. No es que el sistema sea un dechado de virtudes, pero no es un sistema caótico.

¿Y cómo va la estructuración de las licitaciones?

Las estamos haciendo teniendo en cuenta aspectos como el SITP, nuevas tecnologías, el metro, que espero esté en tres años, y de ahí saldrá la licitación de fase 1.

¿Para cuándo estarán listas?

Este semestre tendría que estar la de la fase 1. Para la fase 2, le entregaremos el proceso al nuevo gobierno y ellos decidirán si la llevan a cabo o no.

jamarin@elespectador.com

jlaverde@elespectador.com

Por Alexánder Marín Correa, Juan David Laverde Palma

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