¿Qué impide construir la vía Suba-Cota?

Mientras defensores de la reserva apoyan el reclamo de los habitantes de la zona, al señalar que la obra no requiere realinderar el área de protección, el Distrito dice que al ser una construcción nueva sí requiere la modificación.

Alexánder Marín Correa (jamarin@elespectador.com) / @alexmarin55
06 de junio de 2017 - 03:57 a. m.
Los habitantes de la vereda Chorrillos (Suba) piden la desafectación de la Van der Hammen para destrabar la construcción de la doble calzada.  / Cortesía
Los habitantes de la vereda Chorrillos (Suba) piden la desafectación de la Van der Hammen para destrabar la construcción de la doble calzada. / Cortesía

La manifestación de los habitantes de la vereda Chorrillos, que pide la construcción de la doble calzada en la vía Suba-Cota (que cruzaría por la reserva Van der Hammen), puso en evidencia una situación paradójica: los peros para adelantar la obra no los están poniendo los defensores de la zona protegida (como se hubiera esperado), sino del propio Distrito. Mientras la veeduría de la reserva apoya el reclamo de la comunidad, al indicar que para construir la vía no es necesario solicitar a la CAR la sustracción de una parte de la reserva, la administración considera que sin esa autorización es imposible adelantar la obra. (LEA: Comunidad de la vía Suba-Cota quiere doble calzada, no una reserva)

Tras el bloqueo que adelantó la comunidad de la vereda, los primeros en pronunciarse fueron los miembros de la veeduría para la protección de la reserva Van der Hammen. Aunque se han opuesto a los planes de la administración de intervenir la zona de protección, curiosamente, en este caso manifestaron su solidaridad con la comunidad y apoyaron su reclamo. (LEA:“Es competencia del Distrito definir viabilidad de ampliar vía Suba-Cota”: CAR)

A través de un comunicado, recordaron que la adecuación y el mejoramiento de las vías existentes en la zona de reserva está permitida en el Plan de Manejo Ambiental (PMA) y en el decreto distrital que establece la Unidad de Planeamiento Rural (UPR), “previa autorización y lineamientos ambientales de la CAR”.

De acuerdo con la veeduría, aunque la ley indica que no se permiten vías nuevas en las reservas forestales, este caso es especial. “La vía Suba-Cota es un corredor preexistente a la declaratoria de la reserva, y en este caso se prevé que se podría hacer el doble carril, sin solicitar la sustracción. La norma dice que se pueden hacer obras de mantenimiento siempre y cuando no varíen las especificaciones técnicas y el trazado de las mismas”, asegura Sabina Rodríguez, integrante de la veeduría.

“En este caso, las especificaciones técnicas y el trazado de ese corredor es una vía V2 (de 40 m de ancho), que incluye doble carril y ciclorruta. Lo único que se requieren son unos lineamientos de la CAR. Es decir, sí es posible adelantar la construcción de los dos carriles sentido. Otra cosa es que ellos estén planeando una construcción más grande”, agrega.

A pesar de esto, para el Distrito el panorama no está tan despejado. Según Juan Camilo González, gerente de Ciudad Norte, es impreciso lo que señala la veeduría de la reserva. De acuerdo con su interpretación, si bien la vía la califican como un corredor V2, es decir, que podría tener hasta 40 metros de ancho, desarrollar una calzada adicional implicaría una obra nueva y, en ese caso, el PMA es claro en decir que para construir vías nuevas sí es necesario solicitar al consejo directivo de la CAR la sustracción o el realinderamiento de la zona de protección.

Aunque la Unidad de Planeamiento Rural (UPR), que es un decreto distrital, sí contempla esa opción que señala la veeduría de la reserva, el Plan de Manejo Ambiental de la reserva no. Y en este caso, una norma de menor jerarquía, por más que esté concertada con el director de la CAR, no puede modificar las disposiciones establecidas por el consejo directivo en el PMA de la reserva”, señaló González.

Por eso insiste en que la administración debe ser demasiado cuidadosa a la hora de adelantar cualquier obra en la zona y por eso prefieren radicar ante el consejo directivo de la CAR la solicitud de sustracción de algunos predios de la reserva, para poder adelantar los proyectos viales sin riesgos jurídicos. “Trabajamos en el estudio ambiental, el cual radicaremos en los próximos meses, para respaldar la petición. Sin que la CAR apruebe nuestra solicitud, en nuestro concepto, es imposible avanzar en la construcción de la doble calzada”.

Adelantar la doble calzada no es tarea fácil, pues su trayecto cruza por dos zonas protegidas: la zona de preservación ambiental del río Bogotá y la reserva Van der Hammen. Tras el bloqueo, la CAR también se pronunció a través de un comunicado, en el que aclaró que no es de su competencia establecer la viabilidad de esta construcción. Sin embargo, sólo se refirió al plan de manejo del río Bogotá y no a la reserva.

En cuanto al tramo que cruzaría por el río Bogotá, la autoridad ambiental aclaró que “cualquier modificación que implique levantar dicha zona en la vía Suba-Cota, como consecuencia de la ampliación del corredor vial, es competencia del Distrito, así como establecer la viabilidad técnica, jurídica y solicitar la aprobación de los estudios ambientales para la ampliación de la vía en mención”.

La autoridad ambiental recordó que en 2011 el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU) presentó una solicitud con el fin de saber si era necesario o no una licencia ambiental para adelantar dicha intervención. “En ese entonces, la corporación informó que sí se debía tramitar, puesto que la obra implicaba la construcción de una segunda calzada. El IDU interpuso un recurso de reposición, a lo que la corporación confirmó la necesidad de un instrumento ambiental para garantizar la protección de la ZMPA del río”.

Sí hay planes

Eso sí, la administración aclaró que son conscientes de la necesidad de la obra y por eso trabajan para mejorar la movilidad en este corredor, como lo señalaron funcionarios del Instituto de Desarrollo Urbano (IDU). A corto plazo, la Unidad de Mantenimiento Vial (UMV) adjudicará recursos para el mejoramiento de la carretera (tapar huecos), en su programa de vías rurales. “De los $10.000 millones que tienen para ese programa, $1.800 millones se invertirán en esa zona”, indicó la entidad.

En cuanto al proyecto de mediano plazo, el plan es darle vía libre a la propuesta de construir la doble calzada a través de una alianza público-privada. Se espera que en los próximos tres meses se adjudique el contrato, que podría costar al menos $18.000 millones, para comenzar con la elaboración de nuevos estudios y diseños, que podrían tardar al menos un año.

A pesar de los planes, es claro que la comunidad tendrá que esperar unos años más, pues fuera de lo que se pueda avanzar con la alianza público-privada (APP), también deben esperar a que la CAR dirima este limbo ambiental y defina cuál es el paso a seguir para que la doble calzada de la vía Suba-Cota sea una realidad.

Por Alexánder Marín Correa (jamarin@elespectador.com) / @alexmarin55

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