A través de una carta el contralor de Bogotá, Diego Ardila Medina, le recordó al alcalde Gustavo Petro que hay $1.928 millones que están en riesgo de perderse como consecuencia del incumplimiento de un contrato del Jardín Botánico relacionado con la tala de 3.549 árboles.
En la misiva, el jefe del organismo de control le solicitó al mandatario capitalino acompañar la supervisión del contrato de interventoría, igualmente le exige la reparación legal de los daños sufridos al patrimonio público producto de la indebida interventoría de los dos contratos de obra y finalmente se tomen en forma oportuna las medidas que se consideren pertinentes.
La Contraloría de Bogotá en ejercicio de la función pública de control fiscal y conforme con las evidencias obtenidas y analizadas observó que el contrato N. JBB 701 de 2011 con la Unión Temporal un Pulmón Para Ti por valor de 328 millones de pesos no se desarrolló conforme a lo establecido en los estudios previos y las obligaciones contractuales pactadas, hecho este que motivó al Jardín Botánico a declarar el incumplimiento parcial del acuerdo de voluntades; multar e iniciar un proceso para declarar el incumplimiento definitivo del mismo.
El organismo de control distrital determinó que las anomalías presentadas en su ejecución fueron consideradas como hallazgos administrativos de carácter disciplinario y fiscal.
“La interventoría debió ser el garante de la buena ejecución de dos contratos celebrados en desarrollo de la declaratoria de urgencia manifiesta: contrato N. JBB 702 – 2011, por valor de $800 millones suscritos con el consorcio Talas Bogotá y el N. 703 – 2011, por valor de $800 millones suscrito con la Unión Temporal Landa, los cuales tenían como propósito la tala de los árboles que presentaban mayor riesgo en la ciudad”, dice la carta.
De acuerdo a información suministrada por la Contraloría, contraviniendo el objeto contractual fueron talados además de los árboles clasificados como prioridad 1, especímenes forestales considerados patrimonio de la ciudad y de otras prioridades, así como algunos localizados en predios privados que hacen parte de la Reserva Forestal Cerros Orientales de Bogotá, propiedad de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado sin el permiso de la entidad, ni contar con la respectiva autorización de la Secretaría de Ambiente, como tampoco el de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca.
Adicionalmente, los árboles intervenidos no cumplieron con las especificaciones técnicas establecidas en los estudios previos. Es así como según informes técnicos del Jardín Botánico, la verificación en campo realizada por la entidad y con acompañamiento de la Secretaría de Ambiente arrojó que de una muestra de 1.559 árboles, solo 793 fueron talados adecuadamente y 776 (49,13%) no cumplieron con las exigencias contractuales.
Sin embargo, la totalidad de los árboles talados fueron recibidos a satisfacción por la interventoría y como consecuencia, pagados a los contratistas de obra.
“La causa del presunto daño evidenciado por la Contraloría de Bogotá corresponde a la inobservancia de lo establecido en la cláusula segunda del contrato 701 de 2011, lo que significó que la entidad no ejecutó el 100% de la tala de los 3.549 árboles categorizados como prioridad 1 quedando en pie 526 árboles susceptibles de volcamiento y con potencial afectación a la integridad de los ciudadanos y bienes materiales”, agrega la misiva.
Finalmente, el contralor Diego Ardila alertó el inminente riesgo de caída de árboles que acarrearían un daño antijurídico al Distrito Capital.
Twitter: @PaulaCastilloL