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La Contraloría de nuevo pone en entredicho la gestión de la administración Petro. A los cuestionamientos por la contratación y la baja ejecución de varias entidades se suma un nuevo llamado de atención. Esta vez, por lo que considera la poca gestión del Distrito para aprovechar los recursos del Sistema de Regalías. Para acceder a estos dineros, los entes territoriales deben presentar proyectos, tarea en la que, según la Contraloría, se raja la administración.
El ente de control señala que, entre 2011 y 2014, a Bogotá se le han asignado $517.000 millones por concepto de regalías. Estos dineros sirven para financiar obras en sectores como ambiente, desarrollo sostenible, fortalecimiento institucional, transporte y tecnología. Sin embargo, se han gestionado proyectos por $240.000 millones (46%), mientras que $277.000 millones (54%) siguen quietos por falta de iniciativas.
Poca ejecución
Sin embargo, en los recursos aprobados no todo pinta bien. La Contraloría encontró que la mayoría de los proyectos cofinanciados con estos recursos tienen retrasos. En el informe se determinó que cinco presentaron un avance físico de 6,6% en promedio, y por eso recomendó “la estructuración de estrategias que permitan acelerar la ejecución de los recursos”.
Por ejemplo, uno de los proyectos cofinanciado con recursos del antiguo sistema de regalías y que está estancado es el de la construcción de la estación elevadora de aguas residuales Canoas, que hace parte del plan para descontaminar el río Bogotá, para el que se aprobaron $115.000 millones. Aunque esta obra, como estaba prevista, fue suspendida por el Consejo de Estado, para la Contraloría, el Distrito ha fallado al no iniciar acciones como el reajuste del proyecto ni los trámites para el rediseño.
Otro de los proyectos en los que se encontraron retrasos fue el de “Conservación, restauración y uso sostenible de servicios ecosistémicos entre los páramos de Guerrero, Chingaza, Sumapaz, los cerros orientales de Bogotá y su área de influencia”, para el cual se asignaron casi $58.000 millones y a la fecha presenta ejecución del 6%.
“Se encontró que ha habido ineficiencia en la contratación de los recursos, teniendo en cuenta que los proyectos contratados presentaron en promedio 350 días entre la aprobación y su contratación efectiva. Los inconvenientes no se remiten únicamente a los largos tiempos para contratar sino que luego de la contratación se presentan problemas para la ejecución, como ocurrió en el caso del proyecto de ‘Actualización y formulación de los estudios y diseños de la vía Suba-Cota’ por $1.200 millones, que fue desaprobado porque el IDU dejó vencer los términos”, dice la Contraloría.
Y concluye: “Por las situaciones antes descritas, la Contraloría General considera que la administración distrital no aprovechó la oportunidad de llevar a cabo las obras objeto de dichos proyectos, lo que denota ineficiencia en los procesos de planeación y ejecución. La no presentación de los proyectos respectivos y la ejecución inoportuna de los aprobados afecta el cumplimiento de los fines esenciales del Estado. Como resultado de esta actuación especial, la Contraloría General de la República conceptuó que la gestión en la ejecución de los recursos de regalías girados al Distrito Capital Bogotá para las vigencias 2011, 2012 y 2013, no cumplió con el principio de eficacia”.
Frente a estos cuestionamientos, Octavio Fajardo Martínez, subsecretario distrital de Planeación Socioeconómica, dijo que el panorama no es como lo muestra la Contraloría y que no es cierto que los $517.000 millones sean todos para proyectos, ya que hay un gran porcentaje que va a dos fondos especiales que creó el Sistema de Regalías.
“Total, para inversión son como $277.000 millones en el fondo de desarrollo regional y ciencia y tecnología. Sin embargo, se debe reconocer que en Bogotá y en todo el país se han presentado muchas dificultades para arrancar con este esquema, porque está diseñado para demorar la aprobación de proyectos. Por ejemplo, un buen proyecto tarda al menos seis meses en ser aprobado. No quiere decir que hayamos sido supereficientes, pero sí creemos que hay problemas en el diseño del sistema y a los municipios les ha costado adaptarse al nuevo esquema”.
Finalmente, Fajardo reconoció que hay problemas con la ejecución de algunos proyectos y que si bien hay unos recursos sin gestionar, la intención del Distrito es reservarlos para un proyecto de impacto regional, como la primera fase del tren de cercanías.