Revocatoria: inconveniente, inoportuna y costosa

Dicen los precandidatos por la Alcaldía de Bogotá frente a la decisión de la Corte Constitucional de revivir el proceso.

Redacción Bogotá
19 de marzo de 2015 - 04:05 p. m.
Revocatoria: inconveniente, inoportuna y costosa

“Qué dejen que avance el proceso de revocatoria. Petro está que sale a las calles”, dijo uno de los abogados del mandatario al conocer que la Registraduría pediría la nulidad de la decisión de la Corte Constitucional, que en la noche del martes resucitó el proceso de revocatoria.  Y es que con ella se invierten los papeles. Ahora, los que promovían este proceso para sacar al mandatario ya no son optimistas y lo consideran como una justicia tardía. Por su parte, los seguidores de Petro lo ven como una oportunidad para que el mandatario salga a defender su legado en plena campaña electoral. Ante esto el alcalde dijo en su cuenta de twitter: “Ahora resulta que quienes organizaron la revocatoria no quieren que se realice”.

La decisión de la Corte Constitucional de fallar una tutela a favor de un ciudadano que solicitó en mayo del año pasado que se reanudara el proceso de revocatoria del alcalde de Bogotá Petro, es el último eslabón de una accidentada cadena de hechos. La destitución del mandatario, más allá de los traumatismos que generó, fue el hecho que permitió dar al traste con la consulta popular que inicialmente se programó para marzo del año pasado.

El proceso obligaría a la Registraduría a conseguir $40.000 millones para adelantarla, dinero que se iría a la basura si no supera el alto tope de electores para que sea válida, ya que es necesario que acudan a las urnas al menos 1.250.000 sufragantes, algo que parece difícil si se tiene en cuenta las cifras de abstención. 

El Espectador habló con algunos precandidatos y aspirantes a suceder a Petro en el Palacio Liévano sobre su opinión frente a la decisión. Todos coinciden en que, inevitablemente, afectará la contienda electoral. 

Rafael Pardo, precandidato Partido Liberal y La U

Es inconveniente e inoportuna para la ciudad. No es justo someter a la ciudad a un proceso como estos y dos meses después a unas nuevas elecciones. Lo conveniente es concentrarse en quién va a ser el nuevo alcalde de la ciudad. Este proceso hubiera tenido algún sentido hace un año, pero no ahora, cuando faltan menos de diez meses para que termine el período del actual mandatario distrital. Bogotá debe enfocarse en la búsqueda de unas decisiones que permitan organizar a la ciudad, convertirla en un escenario más amable y lograr que recuperemos el orgullo bogotano. La ciudad necesita una gerencia que responda las inquietudes de la comunidad. No se trata solo de cambiar un alcalde, de elegirlo el 25 de octubre, sino de que todos cambiemos culturalmente para construir soluciones.

Clara López, precandidata Polo Democrático

Me parece que la decisión de la Corte Constitucional es extemporánea, ya no es hora de revivir una revocatoria que ya no tiene efecto práctico, precisamente en este momento en que se está prendiendo motores, lo que genera una gran confusión en la ciudad. La justicia que se imparta tiene que ser oportuna y conforme a la realidad  sociopolítica que se esté viviendo. Es curioso que la Corte Constitucional, que solía adaptar sus decisiones conforme a la finalidad de sus normas, haya retrocedido a una decisión extemporánea. El señor alcalde tiene el derecho a defenderse de una revocatoria, pero imagínese usted una campaña electoral en la que hay un inicio anticipado donde el alcalde está legitimado para participar prácticamente como otro candidato. Institucionalmente, lo que ha hecho la Corte Constitucional ha confundido la finalidad de las instituciones, ahora que estamos pensando es en la renovación de la Alcaldía.

Francisco Santos, precandidato del Centro Democrático

“Decisión de la Corte Constitucional es un mal y costoso chiste jurídico. Justicia tardía no es justicia. Podía haber modulado la sentencia”, dijo a través de su cuenta de Twitter.

Hollman Morris, precandidato Progresistas-Mais

Hay que tener en cuenta que la Corte Constitucional debe cumplir la ley. Seré el primero en salir a la calle a defender la Bogotá Humana. Petro no se va. No le veo sentido a la revocatoria ahora, pero debemos estar pendientes y no bajar los brazos.

María Mercedes Maldonado, precandidato Progresistas-Mais

Respeto las decisiones judiciales, pero creo que es una decisión inoportuna y que afectada a la ciudadanía, porque habrá un factor de inestabilidad en la marcha de la administración.  Pienso que es una decisión muy formalista, desde el punto de vista jurídico, que no tiene en cuenta los tiempos ni el contexto de la ciudad. ¿Qué sentido tiene revocar a un alcalde por los últimos meses? Esto afectará la campaña electoral innecesariamente, porque obviamente al estar en un proceso electoral del Sí o el No enrarece la campaña y no creo que tenga justificación. Los ciudadanos están pensado que esta administracion termine y que pensemos hacia el futuro.

Antonio Sanguino, precandidato Alianza Verde

Eso es un trasnochado, ni siquiera el exrepresentante Miguel Gómez se acuerda de eso. Es un acto de irresponsabilidad revivir extemporáneamente cuando la ciudad ya se está volcando sobre el debate de la elección del próximo alcalde, es absolutamente inconveniente porque altera el normal desempeño del alcalde que debe estar pendiente de terminar la ejecución de su Plan de Desarrollo. Además, hace incurrir al Estado en gastos por el orden de los $40.000 millones de pesos para un ejercicio que no tiene efecto legal. La revocatoria hay que votarla el próximo 25 de octubre. Obviamente el mayor beneficiado es el alcalde, él feliz, pareciera que la Corte fuera petrista. Nadie debería ofrecer ningún pretexto para que el alcalde se distraiga de su obligación de gobernar en este momento. En cambio esto es un papayaso para que el alcalde y sus funcionarios se pongan a hacer política innecesariamente.

Carlos Vicente de Roux, precandidato Alianza Verde

Creo que los impactos que pueda tener esta revocatoria dependen de cómo la enfoquen los ciudadanos y las fuerzas políticas. En principio es algo que trae complicaciones, mete ruido y pone a mucha gente a pensar si Petro se va o se queda y quién podría ser su reemplazo. Finalmente, pase lo que pase con Petro, hay que pensar es en lo que viene: quién a partir del primero de enero va a estar al frente de la ciudad y cómo va a resolver sus problemas. Este es un gobierno que nos ha acostumbrado a los sobresaltos, este es un obstáculo más de una carrera de dificultades que ya está por terminar. Lo que está pasando no es como para morirse. El alcalde lo va a aprovechar para su mejor escenario: armar quilombo. A él le encanta sobredimensionar la crisis. Sobre la decisión de la Corte la tomo con respeto por ser la guardiana de la Constitución y hay que tener cuidado porque no se puede decir que por ser muy costosa no se debe hacer. La democracia es costosa y esto hay que asumirlo. Ahora, en lo jurídico el tema se complica también porque la Registraduría impugnó.

 

 

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Cronología del proceso de revocatoria


2 enero de 2013: Comienza la recolección de firmas, liderada por el entonces representante a la Cámara Miguel Gómez.

18 de abril de 2013: Miguel Gómez entrega a la Registraduría 32.875 hojas en las que dice que hay 641.707 firmas de apoyo.


31 de julio de 2013: Registraduría certifica el cumplimiento de requisitos legales para convocar la revocatoria. Aprueba 355.353 firmas de las que presentó Gómez. Son necesarias, al menos, 289.263 (el 40% de la votación con la que salió elegido el alcalde).
9 de diciembre de 2013: El procurador Alejandro Ordóñez destituye a Gustavo Petro como alcalde de Bogotá y lo inhabilita 15 años para ejercer cargos públicos.

3 de enero de 2014: Registraduría convoca la revocatoria para el 2 de marzo.

14 de febrero de 2014: Ministerio de Hacienda asigna $35.000 millones para que la Registraduría invierta en la revocatoria. La Registraduría, ese mismo día, cambia la fecha de elecciones para el 6 de abril de ese año.

20 de marzo de 2014: El presidente Juan Manuel Santos, mediante decreto, hace efectiva la destitución de Petro luego de recibir los documentos de la Procuraduría que sustentaban la sanción. Ese día la Procuraduría da por terminado el proceso de revocatoria, pues considera que “carece de objeto” en tanto Petro ya no es el alcalde de Bogotá.


22 de abril de 2014: El Tribunal Superior de Bogotá ordenó restituir a Petro en el cargo al fallar una tutela a su favor, presentada por un ciudadano, en la que le ordenó al gobierno nacional acatar las medidas cautelares que había emitido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

23 de abril de 2014: Santos restituye en el cargo a Petro, acatando el fallo del Tribunal.

14 de mayo de 2014: Miguel Gómez interpone una tutela para que la Registraduría fije nueva fecha para la revocatoria, ya que Petro sigue en el cargo.
15 de mayo de 2014: El registrador Carlos Ariel Sánchez anuncia que el proceso de revocatoria no se reactivará mientras no haya una decisión definitiva sobre la destitución del alcalde. Para ese entonces, Petro había interpuesto una demanda de nulidad contra el fallo de la Procuraduría ante el Consejo de Estado, y esto, mientras estudiaba el caso para decidirlo de fondo, cobijó al mandatario con medidas cautelares que le permitían seguir en el cargo.

17 de marzo de 2015: Se conoce la decisión de la Corte Constitucional sobre un fallo de tutela en el que le da a la Registraduría 60 días para que convoque la revocatoria.

18 de marzo de 2015: El registrador Nacional, Carlos Ariel Sánchez, anuncia que acata el fallo de la Corte y reanudará el proceso de revocatoria, pero al tiempo los registradores distritales instaurarán un recurso contra la decisión para que, en segunda instancia, la sala plena del alto tribunal decida definitivamente qué pasará.

 

 

 

Por Redacción Bogotá

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