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¡A rezar que llueva!

Represas están en el 50% de su capacidad, cuando deberían estar en el 80%. Alerta de la CAR ante posibilidad de fenómeno del Niño. Si la sequía se prolonga, habría racionamiento para el sector productivo.

Redacción Bogotá
16 de mayo de 2014 - 03:42 a. m.
El embalse de San Rafael apenas tiene el 45% de su capacidad. Se necesita que llueva para que en las próximas semanas llegue al 70%. /  Diego Santacruz
El embalse de San Rafael apenas tiene el 45% de su capacidad. Se necesita que llueva para que en las próximas semanas llegue al 70%. / Diego Santacruz

Aunque la lluvia en ocasiones puede ser incómoda, en lo que resta de mayo lo mejor será pedir que no pare de llover. A pocas semanas de terminar la primera temporada invernal y ad portas de un posible fenómeno del Niño, como lo anunció el Ideam, los embalses que surten de agua a todos los municipios de la cuenca media del río Bogotá por ahora no cuentan con suficiente líquido para soportar la larga sequía que podría avecinarse.

Así lo anunció la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), que hizo un llamado de alerta para que las alcaldías, las empresas de servicios públicos, las industrias y la población en general implementen sus planes y programas de uso eficiente y ahorro de agua. De acuerdo con la CAR, a pocas semanas de terminar la primera temporada invernal del año, los seis embalses que regulan la cuenca media del río están en un 51% de su capacidad, cuando históricamente para estas fechas están en un 80%.

Los embalses se surten en dos temporadas de lluvia al año. La primera es entre abril y mayo. La segunda, entre octubre y diciembre. Cada que termina la temporada, se encuentran en un 80% de su capacidad, con lo que se garantiza el suministro de agua en el resto de meses. Hoy, la preocupación que motiva el llamado de alerta es el anuncio del posible fenómeno del Niño, que podría extender la temporada seca desde julio hasta marzo del próximo año, es decir, no habría temporada de lluvias entre octubre y diciembre, que es cuando se vuelven a recargar los embalses. “Si tenemos fenómeno del Niño, seguro vamos a tener dificultades, porque tendríamos que esperar hasta el próximo año para que los embalses vuelvan a cargarse”, dijo Albert Ballesteros, director de la CAR.

“Si tenemos en cuenta esto, encontramos que no hay tiempo suficiente en estas semanas, que es lo que queda de la primera temporada de lluvias, para que los embalses se recarguen y lleguen a un nivel que garantice un abastecimiento en toda la cuenca hasta el próximo año”, agregó.

Los municipios que se podrían ver afectados serían parte de Bogotá, Toncancipá, Gachancipá, Zipaquirá, Nemocón, Sopó, Suesca, Sesquilé y Chocontá. Estas poblaciones se surten de los embalses de Sisga, Neusa, Tominé, Hato, San Rafael y Chuza. Entre todos suman una capacidad 1.177 millones de metros cúbicos. Sin embargo, a la fecha cuentan con 599 millones de metros cúbicos.

El más afectado es el embalse de Sisga, que cuenta con una capacidad de 90 millones de metros cúbicos, pero a la fecha apenas está en el 38%, es decir 34 millones de metros cúbicos. Y en cuanto al embalse de Tominé, que es el más grande de todos, que puede contener 658 millones de metros cúbicos, apenas está llenó en el 50% . Ambos para esta época debían estar entre un 70% y un 80% de su capacidad, pero no ha llovido lo suficiente como para lograr el porcentaje.

De acuerdo con el director de la CAR, el principal llamado es para las empresas y particulares que se dedican a actividades industriales, agrícolas y pecuarias en la Sabana, y que tienen concesiones de agua. Muchas empresas dependen exclusivamente de que haya agua y una suspensión tendría efectos directos sobre su actividad.

“Necesitamos que aprovechen estas semanas de lluvias y almacenen recurso hídrico, para que en la temporada seca no vayan a tener problemas de desabastecimiento”. El llamado es porque entre las medidas de choque que se pretenden implementar en caso de sequía, está la de restringir algunas concesiones de agua otorgadas a estas empresas.

“Estamos revisando todas las concesiones otorgadas para fines industriales, agrícolas y pecuarias para actualizarlas. En caso de sequías, analizaremos si restringimos o no estas licencias. Tenemos que priorizar el consumo humano. De ahí, que estas industrias que están en la zona de la Sabana, que se dedican a la floricultura, ganadería, agricultura, tienen que almacenar recurso hídrico, para que en caso de restricción no tengan problemas”.

En cuanto a la certeza de racionar o suspender las concesiones de agua a las industrias, aclaró que, por ahora, es apenas un llamado preventivo mientras el Ideam ratifica o no el fenómeno de El Niño. Sin embargo, dijo que espera que en las próximas semanas se puedan recuperar los embalses para enfrentar mejor los meses secos. Por eso, en lo que resta de mayo, lo mejor será rezar para que no pare de llover.

 

Por Redacción Bogotá

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