Rudolf Hommes: la voz de los operadores del SITP

Su trayectoria, conocimiento en finanzas y manejo de crisis fueron las razones para que los concesionarios lo eligieran como su vocero en las negociaciones con el Distrito para salvar el sistema. Sin embargo, aún no hay decisiones estructurales.

Laura Dulce Romero
31 de marzo de 2017 - 05:02 a. m.
Rudolf Hommes: la voz de los operadores del SITP
Foto: GABRIEL APONTE

Asumir el papel de mediador entre los operadores y el Distrito para solucionar la profunda crisis del SITP no es una decisión que toma cualquiera. No sólo se debe buscar la manera de sanar la deuda de los concesionarios con los bancos y los proveedores, que hoy supera los $3 billones, sino modificar los contratos para detener el desangre financiero que soporta el Distrito por la mala implementación del sistema. Sólo alguien que conoce bien los números, que se mueve como pez en el agua en los negocios y que ha estado en grandes revolcones tiene las agallas para hacerlo. Tal vez por eso Rudolf Hommes aceptó la oferta.

No es la primera vez que Hommes se enfrenta a un temporal. Cuando este administrador de empresas fue ministro de Hacienda, en el gobierno de César Gaviria, lideró la apertura económica y reestructuró de ese modo la economía colombiana. Gracias a esa política incrementaron considerablemente las importaciones y eso permitió que se diversificara el mercado, aunque también la quiebra de miles de pequeñas y medianas empresas.

También ha tenido que lidiar con otros grandes retos, como la reorganización del Banco de Colombia, la privatización del Banco de Bogotá y la estructuración de la política económica del expresidente Álvaro Uribe Vélez. Fue rector de la Universidad de los Andes, integrante de la junta directiva de la ETB y asesor del Banco Mundial y de la Junta Monetaria. En los últimos años, como asesor financiero, ha actuado en transacciones por más de US$7.000 millones.

Hommes ha hecho de todo. Incluso se lanzó al ruedo político cuando aspiró a la Alcaldía de Bogotá en 1997. Pero en este terreno no le fue tan bien como en las finanzas, pues su popularidad era baja y alcanzó el sexto puesto en las votaciones que, paradójicamente, entonces ganó el alcalde Enrique Peñalosa.

Muchos de sus colegas, como María Mercedes Cuéllar, expresidenta de Asobancaria, consideran que es uno de los hombres que mejor manejan el sector de las finanzas en Colombia. Cuéllar no duda por un solo segundo que Hommes es capaz de solucionar la crisis del SITP, pues “ya ha tenido una gran experiencia en su exitosa vida laboral”. En cambio, para sus contradictores, es un gran administrador de los bienes de los más adinerados y por eso las decisiones que ha tomado en sus cargos siempre perjudican el bolsillo del trabajador.

Aunque nadie niega que Hommes está preparado para defender los intereses de los operadores, hay otro motivo que le permitió sentarse a la mesa de negociación: su buena relación con Peñalosa. En varias entrevistas reveló que votó por el burgomaestre en las últimas elecciones y que está convencido de que “es el hombre del momento”.

Por su cercanía, su trayectoria y porque conoce bien el problema que atraviesa el SITP, su firma de asesoría se encargó del cierre financiero de Consorcio Express (uno de los concesionarios que transitan por San Cristóbal y Usaquén), los representantes de los operadores lo eligieron hace tres meses para ser su voz en las negociaciones con el Distrito.

Sin embargo, una fuente cercana al proceso de negociación aseguró que, a pesar de la fe que Hommes le tiene al alcalde, los diálogos con el Distrito han sido tortuosos. Las conversaciones con los funcionarios de Transmilenio comenzaron en diciembre, pero hasta ahora no ha habido grandes avances. En parte, señaló la fuente, porque la administración no ha querido dimensionar la difícil situación que enfrenta el sistema y que podría frenar el funcionamiento del SITP.

Han sido tales las diferencias que Hommes amenazó hace dos semanas con pararse de la mesa si no tenía un diálogo directo con el alcalde. De hecho, según la fuente, le dio un ultimátum a Peñalosa para que la otra semana plantee soluciones para los operadores. De no ser así entregará la asesoría y los concesionarios, una vez más, quedarían en el limbo o, más bien, a un paso de la quiebra. Por supuesto, esta situación pondría en aprietos a Peñalosa, pues una parálisis del sistema sería gasolina para los motores de la maquinaria que busca su revocatoria.

El estado del SITP es crítico. A la liquidación de operadores como Coobús y Egobús, y a los trámites de reorganización empresarial que adelantan Tranzit y Masivo Capital, se sabe que otros dos operadores (Este es Mi Bus y Suma) están ad portas de dar el mismo paso. Si eso ocurre, oficialmente el 50 % del SITP estaría a un paso de la bancarrota y en riesgo el servicio en Usme, Ciudad Bolívar, Kennedy, Suba Oriental, Calle 80 y Tintal Zona Franca, afectando a casi tres millones de usuarios.

Transmilenio ha dicho en reiteradas ocasiones que ya está en marcha la reestructuración del sistema y que hay avances en los diálogos. “Ya se modificaron las rutas, se revisaron los manuales de operación y hasta se adquirió nueva flota”, dijo hace dos semanas Gustavo García, subgerente de Transmilenio. Pero para los operadores estas acciones no curan la gran herida. Lo fundamental, según ellos, es la reestructuración de los contratos.

Este diario ha intentado comunicarse varias veces con Hommes, pero ha sido imposible. La razón es que el exministro ha querido guardar silencio hasta que se cumpla el plazo que le dio al Distrito y, principalmente, mantener una buena relación entre las partes. Ni Transmilenio ni la nueva cara de los privados quiere que se contamine el proceso con frases que pueden herir susceptibilidades.

Por Laura Dulce Romero

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