Las rutas estratégicas del SITP

Metrovivienda-Chapinero central es una de las seis rutas estratégicas que Transmilenio lanzó ayer. / El Espectador

Transmilenio asumió desde ayer el control de todo el transporte público en la ciudad. Aunque los buses viejos aún no salen de circulación, una de las acciones con las que arrancó el Distrito fue la operación de seis rutas estratégicas para reforzar la cobertura del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP) en sectores como Ciudad Bolívar, Bosa, Usme y Fontibón. La diferencia fundamental de estas rutas es que están diseñadas para que en sus recorridos los buses hagan paradas a lo largo de algunas troncales del sistema Transmilenio y la gente tenga más opciones para hacer transbordos.

Muchos ciudadanos aún están acostumbrados a tomar sólo un bus que lo lleve directamente a su destino. Por esta razón, el Distrito tiene el reto de lograr que la gente se anime a usar las opciones de transbordos para moverse por la ciudad y no esperar solo un único bus para sus viajes. “Le decimos a las personas que tomen cualquier ruta, pues en cualquier corredor tienen un abanico de posibilidades para continuar su trayecto y es uno de los beneficios de la integración del transporte”, explica Iván Cano, subgerente Técnico de Transmilenio.

Aunque las seis rutas estratégicas se lanzaron ayer, ya habían comenzado pruebas desde hace dos semanas. Andrea Guasca (habitante del sector del Porvenir, en Bosa) cuenta que la semana pasada conoció la ruta T38 Metrovivienda- Chapinero central, cuando esperaba el bus en la calle 26 luego de sus clases en la Universidad Nacional. Desde entonces toma ese servicio, porque tarda apenas 40 minutos en llegar a su casa, mientras que antes iba en Transmilenio y se demoraba una hora y 10 minutos.

Justamente el servicio T38 hace parte del paquete de rutas estratégicas que lanzó el Distrito. El recorrido del bus comienza en la carrera 7 con calle 58 (junto a la Universidad de La Salle) y luego sigue hacia la calle 45. Pero, “la demora de los buses pone a prueba la paciencia de los bogotanos”, dice Diego Zúñiga, quien ayer estuvo 35 minutos esperando que llegara el vehículo para ir hasta su casa en Bosa y por eso, explica, muchas veces prefiere ir en Transmilenio.

Otro de los ciudadanos que ya es usuario de la ruta estratégica T38 es Camilo Audor, quien cuenta que esta nueva opción le ha servido bastante, porque antes no había una ruta directa desde su casa, en la avenida Ciudad de Cali, hasta su lugar de trabajo, en la calle 26. Un amigo se la recomendó y ahora su viaje dura entre 25 y 30 minutos.

Según los planes de Transmilenio, en noviembre de este año completaría un paquete de 27 rutas estratégicas para reforzar las que ya existen en el SITP. La idea es que mejore el servicio y la cobertura para los usuarios y así pueda acelerar el desmonte de los buses viejos.

Entretanto, para los gerentes de las empresas de transporte tradicional, cuyos buses quedaron bajo el control de Transmilenio desde ayer, no hubo novedades en la forma en que operan sus vehículos. “Estamos esperando la nueva reunión con la secretaria de Movilidad para que nos digan las condiciones y las nuevas rutas que tendremos. Aún no nos han dicho nada sobre la cancelación de las tarjetas de operación”, señala Tomás Ruiz, representante de Cootranspensilvania.