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Para sanear hueco fiscal del SITP tarifa debería subir $600 pesos

El Concejo de Bogotá abordó este lunes la situación financiera y social del Transmilenio y el SITP. Saneamiento de las finanzas, una de las preocupaciones.

Redacción Bogotá
13 de junio de 2016 - 07:55 p. m.
Concejales como Antonio Sanguino señalaron que ante la baja demanda que tiene el SITP, mensualmente se abre un hueco fiscal de $67 mil millones. Para superar esta situación, dijo, se requeriría aumentar a 3 millones los pasajeros o subir 600 pesos las tarifas. /Gustavo Torrijos-El Espectador
Concejales como Antonio Sanguino señalaron que ante la baja demanda que tiene el SITP, mensualmente se abre un hueco fiscal de $67 mil millones. Para superar esta situación, dijo, se requeriría aumentar a 3 millones los pasajeros o subir 600 pesos las tarifas. /Gustavo Torrijos-El Espectador

Este lunes la Comisión de Hacienda del Concejo de Bogotá discutió la situación financiera del Sistema Integrado de Transporte Público (SITP), así como el estado financiero de Transmilenio, planteando la renegociación de contratos y advirtiendo el déficit en servicios zonales.

Según admitió la propia gerente de Transmilenio, Alexandra Rojas, el sistema presenta un rezago en materia de infraestructura en troncales y patios zonales, mientras que el déficit anual estimado para 2016 asciende ya a $800 mil millones. Al presentar una radiografía de Transmilenio, la funcionaria advirtió además un desfinanciamiento en el Fondo de Estabilización por $347 mil millones y señaló que el presupuesto de operación e inversión del sistema está desfinanciado en $216 mil millones para 2016.

“Esto evidencia la necesidad de nuevas fuentes de recursos para garantizar la estabilidad del sistema (…) el desfinanciamiento de Transmilenio repercute también en que no tengamos dinero para cultura ciudadana o para la Gerencia Anticolados que estamos gestionando con recursos de cooperación técnica internacional”, manifestó Rojas ante el cabildo. (Lea: Transmilenio será eficiente en 12 años)

El concejal Jairo Cardozo (MIRA), uno de los citantes de la discusión, se declaró preocupado por la crisis financiera que enfrenta Transmilenio y manifestó que uno de los factores que incide en la situación del sistema son los sobrecostos que –según el cabildante– se han venido remunerando a los operadores del sistema, “en virtud de contratos leoninos que se firmaron y que señalan que se les remuneran no solamente los servicios, sino los costos, que están sobrevalorados según nuestra investigación”.

Cardozo señaló que estos sobrecostos, que suman casi $191 mil millones al año, corresponden a consumo de combustible, llantas, lubricantes o mantenimiento, cuyos precios estarían siendo inflados, en detrimento de la calidad del servicio y favoreciendo que sea más alta la tarifa que se les cobra a los usuarios. Por ello, instó a una renegociación de los contratos teniendo en cuenta que los vigentes, correspondientes a las Fases I y II, se vencen en septiembre.

“Con estos recursos, se podría rebajar la tarifa de Transmilenio hasta en $200”, agregó el cabildante, quien llamó la atención por el creciente problema de colados: “En marzo de 2014 en el sistema se contaban 70 mil colados (3,5% de usuarios), pero hoy en día esa cifra asciende a 250 mil (10% de los usuarios). Estas personas que evaden el pasaje generan un hueco fiscal de $150 mil millones”, precisó.

Entretanto, la concejal Gloria Stella Díaz (MIRA) advirtió dificultades en la ruta de atención para mujeres que resultan víctimas de abuso en el sistema y denunció la precaria situación de los conductores en materia sanitaria, debido a falta de baños. “Hay conductores que deben hacer sus necesidades en la calle cerca al Portal o en su ropa. Es indignante (…) A costa de la salud de conductores se cumple con la estabilidad financiera. Ellos deben soportar turnos extensos y descansos limitados. Son prácticamente soldados de la guerra del tiempo y esclavos de sistema troncal”, dijo.

SITP, también en cuidados intensivos

Por otro lado, el concejal Antonio Sanguino (Alianza Verde) se refirió a la situación del componente zonal del SITP (buses azules) indicando que aunque se tenía previsto que al menos 4 millones de personas lo usarán mensualmente, apenas 1’600.000 ciudadanos lo emplean como medio de transporte.

Ante la baja demanda, advirtió el cabildante, se abre un hueco fiscal mensual de $67 mil millones, lo que hace financieramente insostenible al sistema. Para superar esta situación, Sanguino dijo que se requeriría aumentar a 3 millones los pasajeros o subir 600 pesos las tarifas.

“Los principales problemas estructurales del SITP son la baja demanda en el servicio del componente zonal y la equivocada renegociación de los contratos de las fases I y II, hecha por la anterior administración, que no tuvieron un impacto real en la tarifa y produjeron un hueco fiscal crónico en las finanzas de la ciudad”, manifestó el concejal.

“El componente zonal del SITP, que mayoritariamente es prestado por los buses azules, equivale o tiene un peso del 56.3% dentro de todo el sistema. Si la sostenibilidad financiera de este componente falla puede conducir a la quiebra de todo el sistema, incluyendo por supuesto el componente troncal de Transmilenio”, agregó Sanguino, quien señaló que el incremento de las tarifas del sistema no solucionará su crisis.

“A pesar del aumento de las tarifas, el déficit para este año será de $557.000 millones. ¿Se volverán a incrementar las tarifas para cubrir las pérdidas? El componente zonal requiere un ‘estartazo’ inmediato ya que lo más preocupante es que la demanda presenta una tendencia decreciente respecto a lo diseñado (...) la nueva prórroga que se va realizar para las Fases I y II de Transmilenio, la cual es inevitable, debe contener condiciones que privilegien a los usuarios, con un impacto real en la tarifa y que contribuya a reducir el déficit fiscal del sistema de transporte público. Que la crisis la paguen los operadores, no los ciudadanos”, puntualizó.

En defensa de las acciones adoptadas por el Distrito salió la concejal Lucía Bastidas (Alianza Verde), quien sostuvo que aunque subir la tarifa de Transmilenio fue impopular, se trató de una medida responsable con la ciudad.

“La única alternativa de movilidad para el 82% de los bogotanos es Transmilenio y que trabajar por mejorar el sistema sin populismo, es la meta además que se requiere un transporte público sostenible. A la fecha, se identifican mejoras en seguridad y en frecuencias”, indicó la cabildante.

Por Redacción Bogotá

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