Este martes, luego de que las autoridades ofrecieran una recompensa de hasta $20 millones por su paradero, se entregó el sujeto encapuchado que disparó contra uniformados del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), durante las protestas del pasado domingo en el marco del Día del Trabajo. (Lea: Golpe a la legitimidad de la protesta)
El individuo, que al parecer sería un estudiante universitario, fue identificado como Fabián Enrique Vargas Madrid. La noticia de su entrega fue confirmada por el propio secretario de Seguridad de Bogotá, Daniel Mejía, así como el director General de la Policía, general Jorge Nieto.
Se entregó hoy a @PoliciaBogota el individuo que disparó contra la policia en las protestas del 1 de mayo pic.twitter.com/zhAeWpFRaC
A pesar de que no hay ningún policía herido por arma de fuego, el secretario de Seguridad indicó que al responsable de atentar contra los uniformados, en principio, sería procesado por tentativa de homicidio.
Tras su entrega, el sujeto argumentó que el arma con la que perpetró la agresión era de juguete. No obstante, Mejía señala que personal de la Sijín encontró un orificio de proyectil en las paredes de la catedral, que coincide con el ángulo del disparo que hizo el encapuchado. “Por los videos y el movimiento del arma, los expertos en balística determinaron que no se trata de un arma de juguete”, apunta.
El de este domingo fue un día de manifestaciones en las principales ciudades del mundo con ocasión del Día Internacional del Trabajo, una jornada en la que los sindicatos ejercen presión sobre los gobiernos para pedir mejores garantías laborales.
En Bogotá, las marchas tuvieron un desarrollo pacífico en sus recorridos desde diferentes puntos de la ciudad y centenares de trabajadores que formaban parte de las manifestaciones confluyeron en la Plaza de Bolívar. Pero allí un grupo de jóvenes encapuchados derribó las vallas de protección para atacar al Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía (Esmad), que inclusive fue defendido por algunos ciudadanos, que también fueron blanco de las agresiones.
En el enfrentamiento, cinco personas –entre ellas un uniformado– resultaron heridas y otras siete fueron capturadas. El numeroso grupo, que no hacía parte de la manifestación y se habría infiltrado en la misma, arrancó parte del pedestal del monumento a Simón Bolívar y de las escaleras de la Catedral Primada, pintó grafitis en varios puntos de la emblemática plazoleta y en numerosas fachadas de los negocios aledaños a la zona, algunos de los cuales terminaron con ventanales rotos.