¿Por qué se oponen a la reapertura del San Juan de Dios?

El festejo por la reapertura del Hospital San Juan de Dios ha durado poco. Hace 10 días los profesores de la Universidad Nacional y los funcionarios de la Secretaría de Salud se abrazaban y reían ante las cámaras de los medios por el comienzo de la remodelación del hospital.

Luego de 20 años, los trabajadores que dormían en el centro de salud (uno de los 22 edificios del hospital) salieron a la calle y les dieron paso a los ingenieros para que comenzaran a remodelar el primer edificio que entregará la administración Petro, en diciembre.

Lo que no esperaban los trabajadores y profesores de medicina era que el gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, dijera ante los medios de comunicación que la reapertura del hospital más antiguo de Bogotá era ilegal.

Resulta que los predios del San Juan de Dios y del Instituto Materno Infantil están en liquidación desde 2006 por una fundación creada durante el período de Pablo Ardila como gobernador de Cundinamarca. Como esos predios están en liquidación, dice Cruz, “el Distrito debe consultar primero con la liquidadora, porque ella es la encargada de administrar esos predios”, de lo contrario “sería ilegal si lo abren, teniendo en cuenta que los predios hacen parte de la Beneficencia de Cundinamarca”.

Sin embargo, la Secretaría de Salud ha argumentado que cuenta con un comodato entre el Distrito y la Beneficencia de Cundinamarca firmado en 1973. Este acuerdo, según ellos, les da la potestad de administrar el centro de salud. Como lo contó El Espectador, este edificio sería puesto en operación primero, porque es el único que cuenta con esta característica legal.

Pese a lo dicho por la Secretaría de Salud, para el gobernador es necesario que antes de hablar de una reapertura se llegue a un acuerdo con la liquidadora: “A partir de que entra el proceso de liquidación, contratos como el comodato dejan de ser válidos”.

Otra confusión que ha generado roces entre el alcalde Gustavo Petro y la liquidadora del complejo hospitalario, Anna Karenina Gaunna, ha sido la cifra de lo que se debe a los trabajadores del hospital. Para terminar de pagar la deuda de los pasivos, según Petro, hacen falta $800 mil millones, mientras que para Gaunna, la cifra asciende a $2,2 billones.

En diálogo con El Espectador, Gaunna comentó que “el doctor Petro no conoce el proceso de liquidación. Entrega cifras irresponsables y malintencionadas”.

Pero Gaunna no es la única persona que está en desacuerdo con las cifras presentadas. Blanca Flor Rivera trabajó tres décadas para el San Juan de Dios y cuenta que no la han indemnizado como se merece: “Tengo acumulados 35 años de trabajo y desde 1999 me han pagado sólo $16 millones. Eso sin contar que tengo derecho a pensión. No sé qué hace la liquidadora con plata que le han girado desde el Ministerio de Hacienda”.

Del lado de Blanca Flor Rivera están otros 100 trabajadores que han presentado tutelas por irregularidades en el proceso de liquidación.

Fuentes de la Secretaría de Salud aseguraron que estos dos temas están agendados en una mesa de trabajo con la Gobernación de Cundinamarca y el Distrito.

Para otros trabajadores del hospital, para poner en funcionamiento el centro de salud es necesario que Anna Karenina Gaunna renuncie a su cargo de liquidadora de la fundación. Al respecto, Cruz es enfático: “De ninguna manera vamos a cambiar a la gerente liquidadora, quien lleva un proceso de muchos años. Lo que necesitamos es terminar lo más pronto posible con el proceso de liquidación”.