La Defensoría del Pueblo prendió las alarmas por la reciente oleada de violencia en Soacha. La muestra de lo preocupante de la situación es que en la Comuna 4 (Cazucá) del municipio hubo 14 asesinatos en el último mes y medio, al parecer relacionados con grupos armados surgidos tras las desmovilizaciones paramilitares y que están usando pandillas y combos locales para sus actividades criminales.
Según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal desde el 1 de enero hasta el 19 de mayo de 2016 se habían registrado 58 asesinatos en Soacha, y entre el 1 de enero y el 20 de junio 26 asesinatos únicamente en la Comuna 4. Las estructuras criminales se estarían extendiendo de sectores como Compartir, San Mateo, la Despensa y Cazucá a la vereda Panamá, desde donde estarían controlando la extorsión y el microtráfico.
La Defensoría señala que son preocupantes otros fenómenos latentes en el municipio, como las amenazas contra líderes; la estigmatización de la población y de representantes de organizaciones de víctimas mediante la circulación de panfletos, llamadas y mensajes de texto; las venganzas por el control del microtráfico y la extorsión, que en sectores como Altos de la Florida y el barrio Julio Rincón, oscila entre $50.000 y $60.000 semanales para los comerciantes.
Lo anterior complica aún más las condiciones de vida de ese municipio de Cundinamarca, que tiene problemas profundos en la red de servicios públicos y la movilidad, y donde el 53,8 % de la población está por debajo de la línea de pobreza y el 20,4 % por debajo de la línea de indigencia. Por todo ese contexto, la Defensoría emitió su alerta ante un escenario de riesgo para la proliferación de violaciones de derechos humanos.