Seguridad, la apuesta del uribismo en la presidencia del Concejo

Plenaria de la corporación elegirá a este lunes a Daniel Palacios, del Centro Democrático, como su presidente. Su prioridad: el orden público.

Javier González Penagos - Twitter @Currinche
05 de febrero de 2018 - 02:46 p. m.
Concejal Daniel Palacios, del Centro Democrático, será el nuevo presidente del Concejo. / Óscar Pérez-El Espectador
Concejal Daniel Palacios, del Centro Democrático, será el nuevo presidente del Concejo. / Óscar Pérez-El Espectador

Los acuerdos están listos para que la presidencia del Concejo de Bogotá quede desde hoy en manos del uribismo. El elegido, por un acuerdo en la bancada del Centro Democrático, es el concejal Daniel Palacios, quien lleva 17 años trabajando con el expresidente Álvaro Uribe. Su obsesión no puede ser otra que la seguridad y asumirá este lunes justo en medio de la difícil coyuntura que vive la ciudad por el aumento de algunos delitos. En diálogo con El Espectador, el cabildante traza la línea de lo que será su presidencia. Si bien no niega su afinidad con el gobierno Peñalosa, anuncia más control político, pues “es hora de ver resultados”, advierte.

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¿En la designación de su partido como candidato a la presidencia del Concejo influyó el senador Uribe?

El expresidente Uribe, por su experiencia, ha servido como consultor. En este caso, dijo que cualquiera de los seis concejales teníamos la capacidad para llegar a la presidencia, que era un proceso interno y que lo deberíamos debatir. Hicimos una reunión, votamos y de forma unánime me eligieron.

Otro de los interesados fue Diego Molano, pero desistió. ¿Por qué?

Él tiene una aspiración legítima a la Alcaldía de Bogotá y prefirió hacerse a un lado, por temor a incurrir en algún tipo de inhabilidad o inconveniencia política. Tenemos una responsabilidad muy grande al asumir este cargo. Este cargo es la dignidad tal vez más importante, aparte de la Gobernación de Arauca, que tiene el Centro Democrático en el país.

¿Para qué ser presidente del Concejo?

Se puede decir que es la autoridad administrativa más importante de la ciudad. Desde ahí uno puede impulsar una agenda y tener incidencia directa en cosas que afectan a diario a los bogotanos. Como presidente, mis tres pilares serán seguridad, seguridad y seguridad. Les exigiremos al Distrito, a la Policía y al Gobierno Nacional más resultados. Ya pasamos de los diagnósticos. Ahora queremos resultados. Queremos determinación y firmeza de la administración para derrotar a la criminalidad, para dar un mensaje de tranquilidad. Quiero ser un vocero de esa preocupación de la ciudadanía.

¿Qué va a hacer desde el Concejo para hacerle frente a la inseguridad?

Uno de los pilares será el incremento del pie de fuerza. Buscaré un consenso con la ciudadanía, los empresarios y los gremios para hacerle un llamado al Gobierno para que entienda que Bogotá tiene un déficit de más de 10.000 uniformados y es hora que nos dé solución. Hoy Bogotá tiene 229 policías por cada 100.000 habitantes, mientras que la media nacional es de 350. A mí me impresiona que el año pasado tuvimos en Bogotá los atentados de Torca, el de La Macarena y el del Andino y no hubo un incremento del pie de fuerza, como sí se hizo en Barranquilla con 1.500 hombres después del lamentable atentado. Hay unas realidades en la ciudad que ya no dan espera. Necesitamos robustecer nuestra capacidad de inteligencia y de operatividad para poder dar los resultados contra la delincuencia que los bogotanos están esperando.

¿En esta tarea siente que lo respaldará el Distrito?

Eso sólo se consigue si hacemos un trabajo integral, entre ciudadanía e instituciones, en conjunto con la Policía y toda la Fuerza Pública. Lo que quisiera es rodear a nuestra Fuerza Pública. Mandar un mensaje a la criminalidad de que desde el Concejo les vamos a dar todas las herramientas al Distrito y a la Policía para que los derroten y, al mismo tiempo, seremos críticos, como lo hemos sido, en lo que consideremos que la administración está fallando. Hemos venido haciendo un trabajo de darle más recursos a la administración, hemos autorizado adiciones presupuestales, mejorado la inversión en materia de equipamiento, de cámaras de vigilancia. Lo hemos hecho inclusive con equipamientos en justicia.

¿A qué más le va a apostar?

Queremos sacar el Concejo y llevarlo a los barrios y sentarlo con la ciudadanía. Llevar a las autoridades a los barrios para escuchar sus necesidades. En concreto, llegar a una alianza para recuperar la seguridad en todos esos sectores. Además, queremos invitar a otros concejos del país, a otras alcaldías, a que lideremos una reforma a la justicia, para poder darles más herramientas a los jueces para que puedan judicializar a los delincuentes. Uno de los grandes problemas de la seguridad en Bogotá y en el país es la impunidad, que envalentona al criminal. Es totalmente inaplazable una reforma a la justicia que permita judicializar de manera rápida, pero al mismo tiempo ejemplar, a los delincuentes.

¿Cuáles serán las grandes discusiones del Concejo durante 2018?

Tenemos temas tan importantes como la movilidad y el metro. Pero también se nos viene la discusión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que está paralizado. De ahí dependerán muchas obras de desarrollo y la planificación del crecimiento de Bogotá, no sólo horizontal sino verticalmente.

¿Y su relación con la administración?

El Centro Democrático ha guardado independencia crítica de la administración de Enrique Peñalosa. Lo hemos apoyado con firmeza en cosas que consideramos importantes para la ciudad y creemos que en la gran mayoría de cosas el alcalde está obrando en pro del interés de los bogotanos. En otras discrepamos respetuosamente, pero con firmeza, como la valorización, el alza de las tarifas de parqueadero e incluso la restricción al parrillero en moto. En lo que no estemos de acuerdo con el alcalde, no nos temblará ni la voz, ni el voto, para separarnos de esa posición. Pero en lo que estemos de acuerdo lo apoyaremos con firmeza.

Es el tercer año de la administración y la ciudadanía reclama resultados. ¿Llegó la hora de hacerle un corte de cuentas al Distrito?

Creo que pasamos de los diagnósticos, del espejo retrovisor, y es hora de ver resultados. Bajo esta presidencia realizaremos los debates de control político que la ciudad espera. No sólo exigiendo resultados, sino fiscalizando la ejecución de los recursos: de cómo se ha gastado la plata, cómo avanzan las obras, cómo se han gastado los cupos de endeudamiento, cuáles son los cronogramas, por ejemplo, de la ejecución del metro, y cuáles son los avances de esa ejecución. El Concejo tendrá este año que hacerle un trabajo de control político muy juicioso al Distrito, porque estamos llegando al punto donde todo ese esfuerzo que se ha hecho de diagnóstico y de entrega de recursos, tiene que comenzar a manifestarse y a expresarse en una mejoría de la calidad y las condiciones de vida de los bogotanos. Aquí Bogotá puede esperar el compromiso de un Concejo que trabaja siete días a la semana sin descanso.

¿Qué opina de la revocatoria del alcalde Enrique Peñalosa?

La posición del Centro Democrático es que las revocatorias generan incertidumbre en la ciudadanía y paralizan el desarrollo. Debemos dejar que esta administración concluya para lo que fue electa. Lo que necesitamos es ejecución, mirar el avance de la ciudad y no quedarnos en una discusión de si a algunos les gustó o no el alcalde que fue elegido democráticamente. Si existe una insatisfacción frente al alcalde, se tendrá que mostrar en la siguiente elección y no generar una crisis institucional.

¿Qué desafíos implica asumir la presidencia en un año electoral?

El Concejo es una corporación política y, por ende, tiene unas responsabilidades frente al electorado y cada concejal estará apoyando el proceso político de su partido. Pero este es un Concejo serio. El reto será buscar una fórmula de sesionar, dar los debates de control político que la ciudad necesita, aprobar los acuerdos que tienen prioridad y al mismo tiempo poder cumplir esos compromisos políticos que, sin duda alguna, son importantes porque son la democracia. Así estemos en un año electoral el Concejo no puede parar. Las demandas, preocupaciones y problemas de Bogotá son demasiado grandes y por eso este Concejo seguirá siendo igual de dinámico y comprometido.

 


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Por Javier González Penagos - Twitter @Currinche

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