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Soacha, dividida por área metropolitana

Algunos creen que Bogotá absorberá al municipio. Otros, que la iniciativa solucionará problemas en esa población, como la movilidad.

Santiago Valenzuela
24 de enero de 2013 - 10:00 p. m.
Soacha, dividida por área metropolitana

La creación de un área metropolitana entre Soacha y Bogotá ha generado polarización tanto en las esferas políticas del municipio como en la ciudadanía. La Registraduría Nacional ya aprobó una consulta popular para que en menos de 90 los ciudadanos concurran a las urnas para decidir si aprueban o no dicha área. Mientras llega la fecha de la votación el Distrito y la Alcaldía Municipal deberán definir los alcances del proyecto.

El primer punto confuso es si la creación de un área metropolitana implica que Soacha se convertirá en la localidad 21 de Bogotá. El gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz, lo prevé así: “Soacha perdería autonomía. Basta con revisar lo que sucedió con la anexión de municipios como Usme y Engativá, que terminaron perdiendo su identidad. El municipio se convertiría en un apéndice de Bogotá”.

Esta tesis es un obstáculo con el que se han topado los ciudadanos que apoyan la consulta popular. Melanie Díaz es la representante de la Plataforma Juvenil de Soacha, que reúne a siete colectivos de la comunidad. Camina calle por calle, barrio por barrio, aclarándole a la gente que Soacha no será una anexión de la capital. “Es un asunto de interés común. Con la llegada del área metropolitana algunos políticos sienten miedo porque un nuevo ente administrativo entrará a revisar los procesos del municipio. La prestación de servicios públicos ya no dependería de los políticos de turno. Existen obras que se hicieron con negligencia, como Transmilenio en la Autopista Sur, que tuvo un problema con los recolectores de agua”.

Más allá del impacto fiscal, hay otros beneficios en los que este grupo de jóvenes cree: “Nos interesa la movilidad. Soacha está colapsada por la Autopista Sur, por el tráfico pesado. Es necesario contar con nuevas modalidades de transporte, como el Sistema Integrado de Transporte Público (SITP)”, señala Díaz. En el centro del debate, los miembros de la Plataforma Juvenil también han planteado la necesidad de que el Distrito entre a regular el cuidado del medio ambiente y gestione la instalación de una sede de la Universidad Distrital en el municipio.

Por lo menos en lo que se refiere a medio ambiente, Soacha aún no ha solucionado problemas de minería ilegal y contaminación de humedales. En el municipio existen 495,95 hectáreas de áreas protegidas que adhieren los ríos Soacha, Bogotá y las quebradas afluentes a los humedales Terreros, Tierra Blanca y Neuta. La contaminación de estas áreas no tiene solución inmediata.

Desde el punto de vista de los ambientalistas del municipio, un beneficio del área metropolitana sería la intervención en el humedal de La Tibanica, que comparte con Bogotá por su frontera en Bosa. En la actualidad, el cuerpo de agua se encuentra invadido por escombros y basura. A este caso se suman los problemas en las zonas de páramo: Soacha tiene 3.395 hectáreas situadas en el páramo de Sumapaz, en donde hay presencia de cultivos de papa y ganadería.

También existe la esperanza de que el Distrito entre a regular la actividad minera en el municipio, que, según la Contraloría Municipal, corresponde a un total de 6.871 hectáreas. De acuerdo con el informe del ente de control, en gran parte de estos asentamientos no hay cumplimiento de los Planes de Manejo Ambiental.

Detrás de este proceso de control y asesoramiento está la construcción de vivienda popular. En el proyecto de área metropolitana que presentaron el Distrito y la Alcaldía de Soacha ante la Registraduría Nacional, el 14 de diciembre de 2012, es explícita la intención del Distrito de construir casas de estratos uno, dos y tres en el municipio de Soacha. Por “la falta de tierras urbanizables en la ciudad de Bogotá y Chía para construcción de viviendas de estrato cero, uno, dos y tres, el municipio de Soacha se convierte en la solución para establecer y construir viviendas de interés social para Bogotá-Región”, dice el informe.

La solución en aspectos de vivienda, medio ambiente y transporte que algunos habitantes prevén con la creación del área metropolitana es considerada una problemática por parte de algunos concejales. El presidente del Concejo de Soacha, Giovanni Ramírez, considera que la construcción de vivienda de interés social implicaría un crecimiento urbano para el cual el municipio no está preparado: “En Soacha se han construido alrededor de 40.000 viviendas financiadas por el gobierno nacional, y actualmente hay una deficiencia en la prestación de servicios públicos. En total, el proyecto es de 146.000 viviendas. Si no hay una adecuación de servicios, no es lógico hablar de seguir urbanizando”.

Para el concejal Ramírez, el factor del transporte está ligado al medioambiental, en la medida en que el Distrito podría utilizar un relleno sanitario para depositar la basura en Soacha. “Estamos preocupados de que bajo la figura de área metropolitana el Distrito tome la decisión de crear un nuevo relleno sanitario, puesto que ellos no tienen los suelos ni la zona para consolidar uno nuevo. De ahí se deriva el problema de transporte, porque los recolectores de basura de Bogotá entrarían por la Autopista Sur, que está colapsada por el transporte de carga pesada”.

Algunos habitantes de la Comuna Tres de Soacha no comparten este punto de vista. El líder comunitario de esta zona, Alberto Melgarejo, explica que en el municipio “hay sectores tradicionales de la política que se oponen al proyecto y desinforman a la comunidad. En la Comuna Tres queremos tener derecho al mínimo vital de agua, queremos soluciones de movilidad para transitar hacia localidades como Soacha sin la necesidad de tantos trancones. Además, es absurdo construir un relleno sanitario en Soacha porque al de Nuevo Mondoñedo, donde nosotros depositamos, le quedan máximo cinco años de funcionamiento. Esa idea no aparece ni en el plan de desarrollo del alcalde Petro ni en la Alcaldía de Soacha”.

El área metropolitana también es vista con buenos ojos por algunos concejales. Wilson Rodríguez, del Partido Verde, señala que “el proyecto le conviene a Bogotá y al municipio, porque ninguno perdería autonomía. Además se verán beneficiados los taxistas, que ahora transitan con una frontera entre Soacha y Bogotá que los ha perjudicado”.

Esta visión es avalada por la concejal Gloria Liliana Uribe, del Partido de la U: “No podemos negar la realidad de Soacha: necesita la ayuda de Bogotá. No tenemos un hospital decente, no contamos con una morgue y tenemos deficiencia en servicios públicos”.

El presidente del Concejo de Soacha, Giovanni Ramírez, le dijo a El Espectador que el proyecto de área metropolitana presenta “un vicio”. Según él, “ambas administraciones presentaron el proyecto al registrador sin consultarle al Concejo. En la Ley 134 de 1994, cuando se habla de consulta popular, dice que se debe consultar al Concejo para que otorgue el visto positivo o negativo de la consulta popular”.

Este argumento, sin embargo, ha sido rechazado por la Alcaldía de Soacha y la Plataforma Juvenil. Melanie Díaz asegura que “el concejal está confundiendo dos leyes orgánicas: la 134 de 1994, que es la de participación ciudadana, y la 128 de 1994, que es la ley orgánica de las áreas metropolitanas. En esta ley se valida la opción de establecer la consulta popular para crear un área metropolitana”.

Por Santiago Valenzuela

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