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Soacha, manzana de la discordia

Mientras la capital y el municipio están buscando asociarse bajo la figura de área metropolitana, el gobernador Álvaro Cruz asegura que la salida es promover la unión regional.

Redacción Bogotá
11 de octubre de 2012 - 10:03 p. m.
El alcalde de Soacha, Juan Carlos Nemocón, viene preparando la propuesta de área metropolitana desde comienzos de este año.  / Gustavo Torrijos
El alcalde de Soacha, Juan Carlos Nemocón, viene preparando la propuesta de área metropolitana desde comienzos de este año. / Gustavo Torrijos

¿Dónde terminan las calles de Bogotá y dónde empiezan las de Soacha? ¿Dónde se puede ver el límite que define el comienzo de una ciudad y un municipio que conviven sin darse cuenta? Definir esa frontera es una tarea difícil para cualquiera. Quizá los que la tienen bien clara son los 320 conductores de taxis de Soacha que saben que sólo pueden conducir hasta allí y que tienen vetadas las calles de la capital o los policías que vigilan sólo hasta cierto punto.

Pero que la barrera no sea evidente no quiere decir que no exista: cuando una persona tiene que viajar de Soacha a Bogotá y no tiene carro particular, la única posibilidad de hacerlo es a bordo de un bus que puede tardarse hasta 2 horas, porque el taxi no está entre las opciones. El reto del transporte no es menor: buena parte de los 700 mil habitantes que tiene el municipio trabajan en Bogotá y según las expectativas de la Alcaldía de Soacha, es posible que el Transmilenio no sea suficiente para cubrir la demanda.

Las anteriores son algunas de las razones que da el alcalde de Soacha, Juan Carlos Nemocón, cuando la pregunta es por qué está tan interesado en que Bogotá y el municipio conformen un área metropolitana, como lo anunció El Espectador en su edición del 4 de octubre.

“Conformar una figura como el área metropolitana, como la que funciona en Medellín y en otras seis capitales del país, sería el primer paso para consolidar una relación que lleve al desarrollo social, es una oportunidad que se ha esquivado en la historia y llegó la hora de abordarla con toda claridad”, dice Nemocón.

Por los lados de la administración distrital también suena la idea. Tanto así que el pasado miércoles, durante un recorrido por la zona fronteriza, el alcalde Gustavo Petro señaló que “el área metropolitana permite inversiones de Bogotá en Soacha y posibilidades de solucionar muchos problemas que por la estructura jurídica actual no se pueden solucionar”. Están tan sintonizados que, según Nemocón, la próxima semana representantes de las Secretarías de Planeación, Movilidad y Gobierno de ambas administraciones empezarán una mesa de diálogo para materializar la propuesta.

En cambio la idea no convence al gobernador de Cundinamarca, Álvaro Cruz. Hace varios años que el departamento viene hablando de la posibilidad de consolidar una ciudad región con Bogotá, con la participación de los 116 municipios del departamento. Esa es la apuesta de Cruz y el motivo que aduce para oponerse a la iniciativa de Soacha y Bogotá.

Lo cierto es que esta zona no competiría con la figura de la ciudad región, una propuesta no excluiría a la otra. El área metropolitana es una región urbana que reúne una ciudad núcleo y una serie de municipios o ciudades satélites y puede conformarse a partir de la asociación de dos ciudades. Por otro lado, la ciudad región que apoya Cruz implica la integración de Bogotá con todos los municipios de Cundinamarca.

Sin embargo, para Cruz, el área metropolitana sí sería un palo en la rueda a la hora de avanzar en el proyecto de regionalización: “limitaría la región Bogotá-Cudinamarca. Cuando hay tantas figuras el tema no fluye, por eso considero que el ordenamiento se debe hacer regional, que lo que más le conviene a la capital es consolidar la región Bogotá-Cundinamarca, lo cual la convertiría en una de las más atractivas para la inversión”.

Otra cosa cree Nemocón, quien insiste en que su eventual creación no perjudica para nada la posibilidad de integrar la región: “Una cosa no descalifica a la otra, todos los proyectos continúan, no hay ninguna posibilidad de que se desvíen esos esfuerzos”.

Su explicación no la comparten algunos alcaldes de municipios que podrían formar parte en el futuro de un área metropolitana. Así lo explica Nicolás García, alcalde de Mosquera: “No me gusta la idea porque perderíamos bastante autonomía, Soacha depende de Bogotá para movilidad y para servicios públicos, pero nosotros tenemos un presupuesto que nos permite tener la facultad de ordenarnos y no que nos ordenen”.

Para Jorge Machuca, alcalde de Funza, “la propuesta resultaría favorable si se hiciera entre municipios con condiciones similares, pero no podemos pensar en una área metropolitana con Bogotá porque saldríamos perdiendo: favoreceríamos más a la ciudad que la ciudad a nosotros”.

Precisamente todo lo contrario cree Nemocón en Soacha. Cada semana llegan al municipio cerca de 500 familias nuevas y pese a que la presión para ocupación sigue en aumento, los recursos son pocos: “Para 2012 tenemos $250 mil millones, de los cuales sólo son propios $50 mil millones por pago de impuestos y esta situación podría mejorar al asociarnos con Bogotá”.

Un ejemplo de esto, de acuerdo con Nemocón, es que Bogotá tiene en sus planes la construcción de un nuevo colegio en la frontera que beneficiaría tanto a estudiantes de Ciudad Bolívar como de Soacha. “Eso significa que esos $10 mil millones que no tiene el municipio los va a invertir Bogotá para bien de ambos”.

Cruz, por su parte, sigue pensando que la solución es una apuesta regional: “El problema no lo resuelve Bogotá, para que haya realmente competitividad y desarrollo debe haber, por ejemplo, un sistema integrado de transporte regional, si hacen un área metropolitana Soacha sería un apéndice de Bogotá que tendría una posición dominante”.

Por el momento el gobernador señala que falta analizar todas las implicaciones, pero reconoce que si Soacha y Bogotá logran un acuerdo, la decisión final depende de ellos. Por eso, aunque Nemocón le dijo a este diario que invitará a la Gobernación a los diálogos, Cruz respondió que “no participa en lo que no comparte”. Todo indica que Socha se convertirá en la nueva discordia entre el Distrito y el departamento, en momentos en los que no han podido llegar a una cuerdo en la polémica por la venta de agua en bloque del Distrito a los municipios vecinos.

Mientras solucionan sus diferencias, la necesidad de un acuerdo entre los municipios y la capital, bajo la figura que sea, es cada vez más evidente. Al respecto, Álvaro Berdugo, director de Planeación de Medellín —donde funciona un área metropolitana desde 1980—, señala: “No tiene que ser la misma figura, pero definitivamente la asociación de la ciudad con los municipios que la circundan es lo único que le puede permitir un desarrollo, así como mejorar las condiciones de movilidad y transporte”.

 

Por Redacción Bogotá

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