Las tensiones de la transición

El alcalde encargado, Rafael Pardo, se reunirá con el presidente Santos y sus ministros para analizar la situación de Bogotá. / Óscar Pérez

Después de posesionarse como alcalde (encargado) de Bogotá, ayer Rafael Pardo realizó su primer Consejo de Gobierno con el gabinete de Gustavo Petro. Un encuentro que se llevó a cabo con unos funcionarios que insisten en que este “gobierno es totalmente ilegítimo”, luego de que el presidente Santos se negara a acoger las medidas cautelares que otorgó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos al exmandatario. Mientras tanto, Petro confirmó que los progresistas presentarán una terna para las elecciones atípicas que convocará Santos.

Aunque en estos momentos el destino de la capital está en manos del Gobierno Nacional, Pardo ha enviado el mensaje de querer administrarla de la mano de los secretarios de Petro y continuar el programa de trabajo vigente. “Trabajaré con quien tenga claro que quiere servirles a la ciudadanos. Trabajaremos con quien quiera trabajar, independientemente de cuál es su filiación política y su ideología”, dijo.

Ayer, una de sus primeras tareas en el consejo de gobierno era aclarar el panorama respecto a las renuncias de los 13 secretarios, para evitar una crisis en cada sector. Todos ratificaron sus dimisiones, excepto el gerente de Transmilenio, Fernando Sanclemente, que dejó su renuncia a consideración de Pardo.

A pesar de lo que dice Pardo de labios para afuera, ya se empiezan a sentir las tensiones en el gabinete, especialmente de quienes perciben que la idea de continuar con el programa de la ‘Bogotá Humana’ no es coherente con lo que en realidad está pasando. Gerardo Ardila, encargado de la cartera de Planeación, fue uno de los que manifestó abiertamente su molestia con la situación. “El alcalde (e) cita a reuniones con funcionarios de la entidad sin pasar por mí. La renuncia que presenté la aceptaron a partir del 1º de abril y antes de esa fecha esperaría que se me respete la coordinación que tengo de los procesos de mi sector”.

Para Ardila, lo que resulta complejo y preocupante es que el proceso de empalme se esté pensando con los ministros, de manera que ellos tomen decisiones sobre la ciudad. “No me imagino al ministro de Vivienda, Luis Felipe Henao, tomando decisiones sobre el Plan de Ordenamiento Territorial”, agregó el funcionario. Precisamente, uno de los temas en los que han tenido más diferencias la Nación y el Distrito ha sido sobre la forma de desarrollo de Bogotá y el Plan de Ordenamiento Territorial que Petro decretó en agosto del año pasado.

Para otros miembros de la administración Petro, que prefieren mantener la reserva de su nombre, es natural que la transición se esté dando de esta manera, más aún cuando el lunes habrá una reunión del presidente con los ministros y Pardo para tratar los asuntos de la ciudad. Entre los petristas, estos hechos suenan a una forma de “apoderarse de Bogotá” a partir del 1° de abril, cuando sea un hecho la renuncia de los secretarios. De hecho, Ardila cree que lo que le interesa a presidencia es “que sean los ministros quienes tomen las decisiones de la ciudad”.

No obstante, los petristas se resisten a admitir la derrota política del exalcalde. Aún piensan que éste puede regresar a la administración, luego de acudir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que le dé medidas provisionales al exmandatario. Según le contaron fuentes del proceso a este diario, quienes las pedirían no serían los abogados de Petro, sino la misma Comisión Interamericana de Derechos Humanos.

También ayer el exalcalde Petro confirmó que el movimiento Progresistas sí presentará una terna para su reemplazo: “Vamos a ir a todos los barrios a pedirle a la ciudadanía que por la defensa de la democracia no nos dejemos abofetear. Volvámosles a ganar, ahora con más fuerza que nunca, a ver si aquello de que ‘Petro no se va’ se vuelve una realidad”, señaló el mandatario destituido después de reunirse con su colectividad.

La terna debe ser presentada en los próximos 10 días ante el presidente Juan Manuel Santos. La colectividad está evaluando la posibilidad de enviar a Gloria Flórez (parlamentaria andina), Antonio Navarro Wolff (senador electo) y Guillermo Alfonso Jaramillo, exsecretario de Gobierno. Con la confirmación de la terna, Santos deberá escoger a uno de los postulados y convocar a elecciones para junio o julio de este año. Por ahora, las elecciones presidenciales no se cruzarían con las del alcalde de Bogotá.