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Estaban previstas varias rondas de votaciones para que el Consejo Superior (CS) de la Universidad Distrital definiera el nuevo rector de esa institución, pero todo se definió en la primera: seis de los nueve votos fueron en blanco. El proceso, entonces, será declarado desierto y la Universidad se mantendrá, como en los últimos dos años, con un rector encargado.
Estaban previstas varias rondas de votaciones para que el Consejo Superior (CS) de la Universidad Distrital definiera el nuevo rector de esa institución, pero todo se definió en la primera: seis de los nueve votos fueron en blanco. El proceso, entonces, será declarado desierto y la Universidad se mantendrá, como en los últimos dos años, con un rector encargado.
El CS se conectó así con el sentir de la mayoría de la comunidad universitaria, que el pasado 23 de agosto votó mayoritariamente en blanco. Ese día eran ocho candidatos. A la sesión de ayer, celebrada en el Club de Ingenieros, llegaron los cinco más votados, pero todos terminaron quemados.
El mensaje es claro: los aspirantes, que representaban distintas fuerzas internas de la Distrital, no generaron confianza ni llenaron las expectativas de la base ni de instancias directivas. Ni siquiera la secretaria de Educación de Bogotá, María Victoria Angulo, quien preside el CS y representa al alcalde en ese órgano, se inclinó por alguno de los candidatos. Algo que es llamativo si se tiene en cuenta que desde que ella llegó al cargo manifestó la necesidad de que la Universidad cuente con un rector en propiedad, que asuma a fondo distintos retos, como la acreditación y la reforma de estatutos. “No se trataba de elegir por elegir”, le dijo ayer a El Espectador.
La funcionaria programó una nueva sesión del CS para la próxima semana, con el fin de evaluar los escenarios a corto plazo. Establecer, por ejemplo, si mantienen en el cargo al actual rector (e), Carlos Javier Mosquera, nombrado en febrero de 2015, o designan uno nuevo, que continúe esta larga interinidad. También, si se hace una nueva convocatoria, a la que no pueden presentarse los candidatos que participaron en esta.
En blanco también votaron los representantes del sector productivo, Fermín Restrepo; el de las directivas académicas, Nelson Forero; el del Ministerio de Educación, Germán Andrés Urrego; el de los estudiantes, Abraham Rivera, y el del presidente de la República. Solo dos candidatos obtuvieron apoyos: José Lizcano y William Castrillón. Al primero lo respaldaron los representantes de los egresados, Carlos Fajardo, y de los profesores, Germán Méndez. Al segundo, el de los exrectores, Jorge Enrique Niño.
Y aunque ningún candidato ganó ayer, sí triunfó el amplio sector que promovió el voto en blanco, que tuvo en Abraham Rivera, el representante de los estudiantes, a uno de sus principales adalides, así como algunos sindicatos y profesores que siempre se opusieron a este proceso, porque pedían que antes se definiera una reforma de estatutos que está en discusión desde finales de 2015. Por eso promovieron el paro estudiantil del primer semestre.
Rivera no quiso dar declaraciones ayer, pero la secretaria Angulo precisó que ya se definió un calendario para continuar discutiendo la reforma, en la cual se propone, precisamente, cambiar el método para designar rector, para ver si se logra estabilidad en una Universidad donde ese cargo lo han ocupado 68 personas en 68 años de historia.