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La toma no ha terminado

A un coliseo prestado por el Distrito fueron trasladadas las 500 familias que invadieron el jueves la plaza de La Hoja. Minvivienda abrió mesa de diálogo.

Santiago Valenzuela
03 de mayo de 2013 - 11:00 p. m.
A las 11:00 a.m., los manifestantes recibieron el primer refrigerio del día. Entre la población hay niños, personas discapacitadas y mujeres embarazadas. / Andrés Torres
A las 11:00 a.m., los manifestantes recibieron el primer refrigerio del día. Entre la población hay niños, personas discapacitadas y mujeres embarazadas. / Andrés Torres

El desespero de la población desplazada que se tomó la plaza de La Hoja en la madrugada del jueves se ha agudizado por la falta de alimentos. “Anoche nos convencieron de venir al coliseo Cayetano Cañizares, entró el Esmad (Escuadrón Móvil Antidisturbios) y nos desalojaron a todos. Van casi 30 horas en las que no hemos recibido un plato de comida”, dice Fideligno Aguilar, uno de los 500 desplazados que protestan por un subsidio de vivienda.

Las familias desplazadas pasaron la noche en el polideportivo Cayetano Cañizares, en la localidad de Kennedy. Apiñados en un salón, instalaron carpas, tendieron cobijas y abrieron algunas sombrillas. “Anoche se nos metía el agua por la colchoneta y además mis hijos no habían comido. Estamos acá para que el Ministerio de Vivienda nos solucione algo, pero si no nos solucionan lo del desayuno, ¿será que podrán darnos una casa?”, dice una de las mujeres desplazadas.

En la noche del jueves, el subsecretario de Asuntos para la Convivencia y Seguridad Ciudadana, de la Secretaría de Gobierno, Édgar Ardila, dijo que la razón del traslado era que la administración distrital debe “garantizar el derecho de propiedad de los espacios públicos y privados, y que el proyecto de vivienda (de la plaza de La Hoja) se pueda construir”. Esa misma noche, según la versión de las personas desplazadas, el Esmad agredió a una mujer que por la lluvia no quería desprenderse de su plástico.

El traslado no fue fácil. Algunos desplazados señalaron que en la noche del jueves llegaron más personas que aún esperan un subsidio de vivienda y que, por no estar registrados en el censo de la población que comenzó la protesta, tuvieron que pasar la noche afuera del polideportivo Cayetano Cañizares. “El problema es que son subsidios de vivienda que se prometieron hace más de siete años, y no han entregado nada. Anoche se los llevaron a Kennedy, pero no les han dado ni un vaso de agua. Son aproximadamente 2.500 las familias que tienen este problema” señala Ricardo Jiménez, presidente de la Corporación Social Colombia Una.

Según Ardila, “la población que se ubicó en la plaza de La Hoja son personas desplazadas que manifiestan y sustentan, de manera muy clara, la angustiosa situación en la que se encuentran en este momento, porque los proyectos que se están construyendo al amparo de las políticas del gobierno nacional se han ido dilatando en el tiempo”. Con esta intervención el Distrito intenta evitar otra toma como la que se presentó en el parque Tercer Milenio en 2009.

Por esta dilatación los desplazados se quedarán en el polideportivo hasta que el Gobierno les responda por los subsidios de vivienda. “Así no tengamos pañales o haya personas en silla de ruedas sin almorzar. No importa. Si nos vamos, se hacen los locos con los subsidios”, dice Marly Cárdenas Guzmán, una mujer que vive desde hace ocho años en Bogotá luego de ser desplazada por diferentes grupos insurgentes en el Huila.

Al cierre de esta edición se instaló una mesa de discusión con el viceministro de Vivienda, representantes de las secretarías de Gobierno y Hábitat y la Alta Consejería para los Derechos de las Víctimas, la Paz y la Reconciliación.

A las 11:00 a.m. llegó la primera comida del día para la población desplazada: ponqué, jugo y galletas. A Liliana Donoso* la desplazaron de su hogar, en Apartadó, Antioquia, en 2010: “Tengo tres niñas aquí con hambre porque según el Gobierno no tengo derecho a un subsidio de vivienda. Dijeron que como mi mamá es la ‘dueña’ de la casa de Apartadó, en donde las Águilas Negras secuestraron a mis tres hijas y luego nos desplazaron, no puedo pedir nada”.

svalenzuela@elespectador.com

@santiagov72

* Nombre modificado por solicitud de la fuente.

Por Santiago Valenzuela

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